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España aspira en Qatar a revalidar su corona con los mismos mimbres

La selección española de balonmano defiende el Mundial conquistado en Barcelona con la misma filosofía y casi el mismo grupo. La anfitriona, de Valero Rivera, y Eslovenia, los rivales más complicados en la primera fase.

El entrenador de la selección española de balonmano, Manolo Cardenas, posa junto a sus jugadores ante el autobús del equipo a su llegada al aeropuerto de Doha (Qatar) este martes. /EFE

EFE

DOHA.- La selección española de balonmano afronta el Campeonato del Mundo que arrancará este jueves en Doha con el objetivo de revalidar el título mundial que conquistó hace dos años en Barcelona, un reto que tan sólo la todopoderosa Francia, oro en 2009 y 2011, ha logrado en los últimos cuarenta años.

Un dato que habla de la dificultad de un desafío que además del conjunto francés, únicamente han conseguido otros dos equipos a lo largo de la historia, Suecia, que se impuso en las ediciones de 1954 y 58, y Rumanía, que lo logró en dos ocasiones, tras vencer en 1961 y 64 y posteriormente en 1970 y 74.

Para ello, el conjunto español confía en la madurez y la fiabilidad de un grupo que desde el año 2011, con la excepción de los Juegos Olímpicos de Londres, en los que cayó apeada en los cuartos tras caer ante Francia con un gol en el último segundo, no ha faltado nunca a las semifinales de un gran campeonato internacional.
Excelentes resultados que demuestran la calidad de un plantel y, sobre todo, la vigencia de un estilo de juego, que con más o menos variaciones, se ha mantenido inalterable desde el año 2005, cuando la selección logró en Túnez su primer título de campeón del Mundo.

Los 'Hispanos' volverán a sustentar en Qatar sus aspiraciones al podio en una sólida defensa, punto de partida de un efectivo y vertiginoso juego de contragolpe, así como en un elaborado ataque posicional en el que los jugadores de segunda línea desempeñan un papel fundamental.

El liderazgo de Aginagalde y Cañellas

En especial, el pivote Julen Aginagalde, indudable número uno mundial en su posición, que como demostró en el Memorial Domingo Bárcenas disputado la pasada semana en Oviedo parece perfectamente recuperado de la lesión en las costillas que le ha impedido jugar con regularidad en los últimos dos meses.

Todo un alivio para el seleccionador español Manolo Cadenas que, no obstante, se ha querido proteger de cualquier contratiempo con la inclusión del pivote Juan Andreu, que ya dio un gran rendimiento el pasado año en el Europeo de Dinamarca, en el que España fue bronce.

Aunque si decisiva se antoja la labor de Aginagalde, no menos importante se presume la actuación del central Joan Cañellas, que parece haber alcanzado el punto de madurez en su juego para competir con los Karabatic, Hansen y Duvnjak por el título de mejor jugador del Mundial.

Cañellas, que alternará la posición de central con la de lateral izquierdo, conformará una excepcional tripleta de directores junto con Raúl Entrerríos y Chema Rodríguez, que tras largo tiempo fuera de la selección, ha regresado al equipo con la efervescencia que ya le convirtió hace una década en una pieza capital en la conquista del Mundial de Túnez.

La ausencia de Sterbik, único lunar

Por contra, España no podrá contar en Doha con el portero Arpad Sterbik, aquejado de problemas de rodilla, lo que obligará al conjunto español a dar un nuevo paso al frente en defensa, donde Cadenas además del ya clásico 6-0 dispondrá del profundo 5-1 que tan buenos resultados dio en pasado Memorial Bárcenas.

Armas con las que la selección tratará de concluir la fase inicial en la primera plaza de un grupo A en el que Eslovenia, a la que España ya derrotó en las semifinales del último Mundial, y la reforzadísima Qatar del exseleccionador Valero Rivera se perfilan como los principales rivales de los 'Hispanos'.

Qatar y Eslovenia animan el grupo

Completan el grupo la siempre incómoda Bielorrusia de Siarhei Rutenka, Chile y Brasil, que de la mano del técnico español Jordi Ribera y con un equipo plagado de jugadores de la Liga ASOBAL intentará dar en Qatar un nuevo paso en la innegable progresión que ha demostrado en los últimos años.

Una primera fase que tendrá su punto álgido para el equipo español con el duelo con Qatar, dirigida por el mismo cuerpo técnico que llevó a España a su segunda corona Mundial en 2013 en Barcelona y reforzada a base de una polémica política de nacionalizaciones que le auguran el papel de revelación de un torneo.

Antesala de unos cruces en los que España, de concluir como primera de grupo, no se mediría hasta semifinales con alguno de los otros tres máximos favoritos, Francia, Dinamarca y Croacia, ya con las medallas en juego.

Aficionados contratados

Fuera de lo puramente deportivo, ha llamado la atención la contratación por parte de Qatar de un grupo de aficionados conquenses, entre ellos muchos de la peña del balonmano Furia Conquense, para animar a la selección anfitriona durante el Mundial.  En declaraciones a Efe, el presidente de Furia Conquense, Samuel Ruiz, ha explicado que han sido contratados durante dos semanas como hinchada de la selección de Qatar en este evento deportivo.

"Igual que animamos en casa (Cuenca) animaremos allí. Con instrumentos de viento y percusión, con bombos y tambores" ha explicado Ruiz, horas antes de que la afición conquense parta hacia Doha, la capital de Catar, junto a otros animadores de otros puntos de la geografía española también contratados para este fin.

Ruiz ha indicado que van a estar "lo que dura el Mundial" y van "exclusivamente a animar a Qatar", por lo que sólo tendrán acceso a los partidos que dispute la selección qatarí. "Buscaban animación. Somos conocidos en ese mundo. Nos llamaron y allá que vamos", ha agregado Ruiz. Se da la circunstancia que el actual entrenador de la selección qatarí juvenil es Zupo Equisoain, entrenador entre 2010 y 2014 del Balonmano Ciudad Encantada de Cuenca.

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