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"¡Hasta los madridistas se van a hacer del Atlético!"

Cecilio Alonso, Luisón García y Dujshebaev. Dos históricos del Atlético y su actual entrenador hablan sobre el regreso del club madrileño 19 años después esta tarde en la Supercopa de España contra

PACO GRANDE

El mejor club del siglo XXI (Ciudad Real) se viste de rojiblanco. Regresa el Atlético 19 años después de que Jesús Gil decretara su cierre. La Supercopa de España ante el Barcelona (20.15 h, TDP) abre la temporada. El Atlético le ganó al Barça la primera edición, en 1985, y nunca más volvieron a enfrentarse en este torneo. Aquel año, sin embargo, quedó para siempre en la memoria por la final de la Copa de Europa ante la poderosa Metaloplástica yugoslava. El Atlético perdió, pero 10.000 personas llenaron el Palacio de los Deportes en el choque de vuelta. Para los aficionados colchoneros, que nunca olvidaron aquella gloriosa sección, para la generación que jamás les vio jugar, hoy es el primer día de una nueva era. El primer reto es llenar Vistalegre (14.000 espectadores) y desempolvar la vitrina. Es el sueño común de Cecilio Alonso,estandarte del viejo Atlético; de Talant Dujshebaev, técnico del nuevo Atlético y mítico exjugador, y de Luisón García, excompañero de ambos en el Atlético y el Teka, y que hoy, reconvertido en hostelero, verá cómo el 3 de Cecilio se eleva al techo de Vistalegre para acompañar al 10 de Talant y al 17 de Rolando Uríos, las dos camisetas retiradas del desaparecido Cuidad Real. En Finca Lucero, el restaurante de Luisón, el trío conversó sobre los viejos y los nuevos tiempos.

TALANT: Yo vengo a escuchar. Que hablen los del Atlético del 85.

LUISÓN: Yo estaba en el Teka cuando llegó Talant y siempre tuve una buena relación con él. A veces, los extranjeros se encariñan con el primero que ven. Yo le enseñé sus primeras palabras en español. Era muy metódico, llegaba con su lápiz, su libretita y apuntaba todo lo que yo le decía.

CECILIO: Luisón fue un gran pivote. Con una mano para atrapar balones tan buena como la de Juanón de la Puente o Uríos. Con un poco más de cerebro, hubieras sido imparable.

T: Sólo unos enfrentamos una vez, en el 91. Yo jugaba en el CSKA.

L: Juan de Dios [Román, extécnico atlético, exseleccionador y hoy presidente de la Federación] nos avisaba: ¡Cuidado con el Mongol, es el mejor!

T: Juan de Dios es un maestro.

C: Sí, pero que aprenda a flotar de vez en cuando; a saber estar en segundo plano, ja, ja, a tocar el suelo. ¿Qué voy a decir yo? Es como mi padre. Ahora me llamará y me dirá: '¿Qué has dicho de mí, cabrón?'.

T: Juan es, antes de nada, un profesor. Admiro su capacidad de trabajo y su facilidad para hacerte entender las cosas. Metódico, con muchos años de experiencia. Y él lo aprendió de Txomin Bárcenas.

C: A Magariños (sede del viejo Atlético) iban muchos entrenadores de fútbol y de baloncesto a ver sus entrenamientos. A él, nunca le hizo falta entrenar dos horas. Era tal la intensidad que a la hora y cuarto estábamos hechos polvo. Volvíamos al vestuario cagándonos en todo porque nos había sacado ese punto de mala leche, pero a la vez contentos. Fernando Martín también venía a vernos entrenar muchas veces, fue jugador de balonmano de primera fila. Juan de Dios, además, está viviendo como nadie la vuelta del Atlético. Y la ilusión de la afición con este regreso del Atlético es alucinante. Llevo tres meses que no paro. La gente me manda mensajes, los medios ¡Hasta los madridistas se van a hacer delAtlético de balonmano!

Inevitablemente, Dujshebaev, madridista acérrimo, salta.

T: No me preocupa mi madridismo confeso. Si las cosas van mal, que espero que no, la primera cabeza que va a rodar será la mía. Hoy estoy aquí y mañana en Barcelona. Como jugador nunca jugaría en algunos sitios, pero como entrenador soy un profesional y tengo que dar de comer a mis hijos. Además, esto no es fútbol. El fútbol lo cambia todo, va más allá del deporte, de la política. No debe ser así. Si pasamos al odio, seremos responsables de malas situaciones que ya estamos viviendo.

C: En nuestra época no había tanta rivalidad. Había sí, pero era de otra forma. Nosotros íbamos a ver jugar al Madrid de baloncesto, o al Estudiantes, y el Madrid venía a vernos a nosotros. Cuando hay deportes que no son fútbol, las rivalidades cambian. Lo aceptas y te ayudas.

¿Cómo se han adaptado los jugadores al nuevo escenario?

T: El primer partido los vi raros con la nueva camiseta, como que no se encontraban. Tras cuatro partidos, mejor. Yo lo he pasado mal. Le he dado muchas vueltas y no he podido dormir. Hemos estado en Alemania y la gente estaba confusa. No entendían el cambio. Antes siempre pensaban que éramos el Real [Madrid], por lo de Ciudad Real. Y ahora llegamos y decimos: 'No, somos el Atlético'. No les cuadraba.

C: Pues antes estaba muy claro. El Atlético era conocido y respetado, éramos la imagen del club, la gente conocía a todos los jugadores.

L: En Madrid, la expectativa ha ido creciendo, sobre todo en la base. La gente se está moviendo, pero tiene que saber dónde jugáis, cuándo y a dónde ir a hacerse socio. Yo estaba un poco desconectado, pero espero que me inviten a hacer un saque de honor junto a los veteranos.

C: Tenemos una Asociación de Jugadores de balonmano del Atlético y ya nos hemos ofrecido a ayudar desinteresadamente. Me han llamado casi más medios que cuando jugaba, y estoy encantado. Le debo mucho al balonmano. Lo ideal hubiera sido que siguieran Ciudad Real y Atlético. Me han dado caña en Ciudad Real por apoyar al Atlético y yo tengo un sentimiento agridulce porque soy manchego.

Dujshebaev, profundo conocedor de todo lo vivido en los últimos meses en Ciudad Real, da un giro a la conversación.

T: Jugué poco contra Cecilio, pero cuando llegué a la selección española él era el delegado. Y le decíamos: 'Don Cecilio, por favor, ¿nos puede conseguir algo?'. Como delegado era muy malo.

C: Es verdad. El primer día se me olvidaron todas las bolsas.

T: Con el tiempo fue mejorando. Claro que con él llegó la primera medalla: bronce en los Juegos de Atlanta.

C: Recuerdo la vez que a Talant le dio una bajada de potasio en un partido. Se quedó rígido. Yo, en mi vida había visto nada igual, a un tío como una tabla. Fue increíble: te podías sentar encima de él.

T: Fue en el Puerto de Santa María. Había 4.700 personas en el pabellón y un calor tremendo. Nos jugábamos contra Yugoslavia la plaza para ir a Atlanta. Cuando acabó el partido, se me pasó...

L: Volviendo al nuevo Atlético, hay que fomentar la ilusión. La gente se apunta a caballo ganador, pero tiene que saber cómo es el caballo. Ya lo tenemos en la cuadra, pero píntalo bien y bonito. Que las rayas le sienten bien. Talant, olvídate del Ciudad Real, este año es Atlético de Madrid año cero. Tu pasado no cuenta. Nadie te va a renovar porque lo hayas ganado todo con el Ciudad Real.

C: El aficionado atlético pagará por ver balonmano. Yo ya tengo cuatro abonos. Es importante que coincida con el día que juega el equipo de fútbol. Pero el día, no la hora. Hay un kilómetro desde el Calderón hasta Vistalegre. Es lo que hacíamos nosotros en el Magariños. A las doce de la mañana, partido de balonmano y por la tarde, partido de fútbol. El aficionado del Atlético necesitaba esto. La gente había oído hablar siempre del balonmano y ahora lo tienen ahí. Tenía que salir porque el recuerdo del mítico equipo del 85 flotaba en el ambiente.

L: La verdad es que esa generación marcó una época. El último equipo, el que llegó con Juan de Dios a la final de la Copa de Europa del 85 contra la Metaloplástica, es nuestro Dream Team.

T: Yo no conocí aquel equipo, pero sí he visto el partido. Lo vio todo el mudo. Y con el tiempo todo se mitifica. Era la primera vez que un equipo de España llegaba a una final de la Copa de Europa y fue algo increíble. Y más cuando había rivales como Leizpig, Magdeburgo, Gumersbach, Dukla de Praga. Era casi imposible, fue un bombazo e hizo mucho bien albalonmano. Antes, cuando no había tantas diferencias económicas entre los deportes, sobre todo del fútbol con el resto, la gente seguía más el resto de deportes. El fútbol lo ha devorado todo. La gente se identifica mucho más con el fútbol y el fútbol se ha politizado demasiado. ¿Sabéis cuál es el problema de nuestro deporte? Que los dirigentes no han sabido venderlo. Yo conozco gente en la federación internacional europea que no puede ni andar y ahí sigue.

C: Y en la española y en la madrileña...

T: ¿Por qué en Alemania el balonmano es el segundo deporte, por qué vas a los pabellones y hay 12.000, 15.000 personas? Porque saben trabajar y saben venderlo. ¿Tú has visto algún deporte que en un mismo ciclo olímpico tenga dos mundiales, dos europeos, este año también un preolímpico, eliminatorias para el mundial, para el europeo...? Es una locura. Al acabar el Mundial, terminan un domingo y el sábado ya están jugando la liga. Estamos descerebrados. Luego queremos vender. Cuando estaba en un Comité de estos, yo no decía nada. No quería perjudicar a mi club, a mi selección, mejor calladito. Yo admiro la filosofía de los alemanes: sacrifican algo para buscar objetivos, no quieren ganar todo, todo. Quizá ahora se han pasado un poco con los últimos cambios en la selección. Pero ellos van cambiando jugadores, cogen un grupo nuevo, quedan sextos, no pasa nada. Es un trabajo a largo plazo. En España, es muy complicado pues ya desde el deporte base todos los entrenadores quieren ganar. Así, como un chico alto tarda mucho más en desarrollarse, es mucho más fácil poner a los pequeños, que te van a ganar el partido. A los más altos no les dejan jugar y no llegan preparados.

L: Yo he jugado en varios equipos y todo el mundo me recuerda del Atlético. Nadie se acuerda del Caja Madrid, del Teka. Y gané más con el Teka que con el Atlético, pero la gente se acuerda del Atlético, de Cecilio y de Lorenzo Rico. Esta es la magnitud que tiene el Atlético de Madrid.

T: Yo ya les he dicho a los chicos: 'Ahora depende de nosotros'. El cambio a Atlético está hecho, pero ahora nosotros tenemos que conquistar a la gente, tenemos que conquistar a la afición de Madrid.

L: Los veteranos tenemos que ser el punto de unión, no sólo es cambiar la camiseta.

T: Los sentimientos no se cambian de la noche a la mañana. Llegarán con los primeros triunfos,por eso es muy importante ganar la Supercopa.

L: Sí, pero si la gente llega al pabellón y ve a veteranos como Lorenzo, Cecilio, Juanón... asociarán enseguida, no pensarán que es una algo impostado. Hay que potenciar ese nexo.

T: Estoy de acuerdo, nunca olvides tu pasado. Sin pasado no habrá ni presente ni futuro, pero todo pasa por ganar. Hemos cambiado la planificación de la temporada, hemos bajado el trabajo físico y hemos empezado mucho antes de lo normal para llegar bien a la Supercopa. Físicamente, no estamos ni bien ni mal, pero estamos muy bien de juego. Más adelante pagaremos esta falta de trabajo físico, pero en diciembre estaremos otra vez mejor. En octubre o noviembre, sufriremos. Este año queremos ser más resultadistas y manejar el calendario. Esto de ganar todos los partidos, como nos ocurrió hace dos años, no va a pasar esta temporada.

Y a partir de mañana, pase lo que pase en la Supercopa, ¿qué?

C: Se nos abre un mundo nuevo a todos y con la garantía de tener el mejor equipo del siglo XXI (Ciudad Real). Ahora hay que valorarlo, trabajar y saber hacerlo crecer.

T: Queremos ir haciendo poco a poco nuestra cantera atlética, pero necesitamos instalaciones, monitores. Iremos por los colegios a hablar con gente, a explicar a los monitores que queremos equipos de todas las categorías, desde benjamines hasta juveniles. Lo hicimos en Ciudad Real y nos da mucha pena dejarlo, pero pronto empezaremos a hacerlo en Madrid. Iremos explicando nuestras ideas, que son muy claras: queremos que sea Atlético de Madrid, y hacerlo en varios colegios. Pero hoy por hoy, ¿dónde están nuestras instalaciones para tener cantera si no tenemos ni para nosotros de momento [el equipo sigue entrenándose en Ciudad Real]?

C: Estoy seguro de que la gente del Atlético va a responder, que va a haber interés. La Supercopa es un partido que se va a seguir porque, además, no hay fútbol. El socio atlético está fidelizado desde que oyó que el Ciudad Real venía aquí a montar un equipo y que ese era el Atlético. La gente se ha identificado con el balonmano del Atlético en sus 50 años de historia porque le dio muchos títulos y con el fútbol ha costado bastante más, pero además hay mucho aficionado al balonmano en Madrid que tenía ganas de volver a ver este deporte al más alto nivel. Si se trabaja bien todo, es una oportunidad única. Estos no son los ochenta. Ahora hay publicidad, televisiones, muchos medios, empresas. Evidentemente, hay crisis, pero bien trabajado, creo que es una oportunidad única. Ojalá todo salga bien.

L: Yo no tengo dudas.

T: Seguro que va a salir muy bien.

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