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Lamdassem cae en la trampa del inglés

Mo Farah se proclama campeón de Europa de 10.000 metros en una carrera rebosante de picardía. Mayte Martínez (800) y Mercedes Chilla (jabalina), clasificadas para las finales

IGNACIO ROMO

Lamdassem no ha visto el Tour. En la final de 10.000 metros, cuando iba escapado a falta de un kilómetro junto al inglés Mo Farah, cayó en la trampa. El británico le pidió que tirara para aumentar el ritmo de la prueba y agrandar las diferencias con el grupo. Algo hablaron entre ellos. Parecían Andy Schleck y Contador... pero todo sucedió exactamente al revés. El fondista español accedió a relevar a Farah y elevó el tren de la prueba.

Farah iba comodísimo detrás del español. Tenía a su presa bien identificada y a tiro. El desenlace llegó en la última vuelta, con un cambio de ritmo seco que dejó clavado al español de origen marroquí. Demasiado clavado. Los últimos 150 metros fueron agónicos. Lamdassem había dado en todo momento la impresión de tener la plata asegurada, pero esta se fue deshaciendo como un cubito de hielo en un vaso. En la recta final se derritió del todo. Cruzó la meta andando, en cuarto lugar.

Los 10.000 metros son la prueba más larga de las que se disputan en el estadio. Veinticinco vueltas. La final de ayer realmente respondió al guión escrito: España-Inglaterra. Por el lado español, Castillejo, un fondista catalán con un final peligroso y Lamdassem, el joven marroquí que escapó de un viaje de su selección por la ventana de un hostal de Santiago de Compostela y fue nacionalizado español en 2007. Por parte británica, otro nacionalizado, Farah, el niño somalí que huyó de la guerra a los 10 años y se refugió en Londres. Y Thompson, un fondista que, si no está lesionado cosa rara siempre está entre los mejores. Al final, los ingleses se llevaron el oro y la plata. A base de inteligencia y de almacenar energía durante toda la prueba.

La final comenzó como si nadie tuviera prisa por terminar. El primer kilómetro se cruzó en 2:59.70, un ritmo más propio de una carrera de maratón. Ninguno de los favoritos quería desgastarse. Farah marchaba agazapado en el grupo, muy atrás.

La carrera siguió dormida durante otras ocho vueltas. En el cuarto kilómetro despertó por vez primera Farah. Se situó al frente durante unos metros pero era un amago. Fue el alemán Tischen quien avivó el ritmo de verdad antes del ecuador de la prueba (14:38.1), junto al francés Meftah.

A nueve vueltas para el final la imagen al frente del grupo era la prevista. Los dos ingleses al frente y los dos españoles detrás. Y a dos kilómetros del final llegó el primer hachazo de Farah, al que sólo respondió Lamdassem.

Ganó Farah (28:24.99) la final más lenta de unos Europeos desde 1974 por delante de su compatriota Thom-pson y del italiano Meucci.Lamdassem (28:34.89) conocía la amargura del cuarto puesto. Castillejo tampoco quedó feliz con su quinta plaza.

En la meta, el ex marroquí estaba destrozado. Física y psíquicamente. 'He llegado muerto dijo Lamdassem y está claro que ha sido un error tirar a falta de tres vueltas'. Castillejo confirmaba la trampa de Farah: 'Eso ya me lo ha hecho a mí antes', señaló.

Por la mañana se disputaron los 20 kilómetros marcha, con la lamentada ausencia por dopaje de Paquillo Fernández. Venció el ruso Emelyanov, ex campeón mundial juvenil y junior, y Molina, noveno, fue el mejor español. Por vez primera en tres décadas, España no subió al podio en esta especialidad. Borchin, campeón olímpico, no se presentó en la salida. En 2005, el ruso fue sancionado por dopaje.

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