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Mou oprime a Benítez

La herencia del luso ralentiza los cambios que pretende el español

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

'Algunas cosas han cambiado'. Cambiasso, centrocampista con enorme ascendiente sobre el césped y conciso verbo fuera de él, describe en cuatro palabras lo que va desde la llegada de Rafa Benítez al banquillo del Inter en sustitución de Mourinho. La profunda huella dejada por el portugués condiciona el trabajo del entrenador español en el club italiano, que mañana se juega la Supercopa de Europa ante el Atlético en Mónaco.

Para edificar su nuevo proyecto Benítez cuenta con los cimientos gloriosos amasados por Morinho y, a la vez, lucha contra la impronta que dejó el técnico luso, idolatrado por la prensa interista. Loscambios son costosos, suaves y progresivos.

El nuevo técnico interista ha acercado a Etoo al área contraria

El entrenador madrileño se ha encontrado con dos escollos principales. El primero, la falta de fichajes. Hasta la fecha, la única novedad es Coutinho, joven mediapunta brasileño (18 años) contratado por el Inter hace dos temporadas y que jugaba cedido en el Vasco de Gama.

La escasez de incorporaciones y la veteranía de una plantilla que ya ha demostrado su valía confluyen en el segundo gran dilema de Benítez: tiene que planificar con especial cuidado la carga física de los entrenamientos para minimizar los riesgos de lesión.

El ex entrenador del Liverpool ha realizado una petición expresa, la del holandés Kuyt, discípulo suyo en Anfield, pero Massimo Moratti, presidente del Inter, no parece dispuesto a realizar ningún desembolso grande, al menos hasta que aligere el plantel.Tras vender a Balotelli al Manchester City, ha puesto el cartel de transferibles a Mancini, Obinha, Suazo y Rivas.

Sin embargo, Benítez no se queja. Al contrario. Si desestimó firmar por el Juventus fue por el caos institucional que percibió en el seno del club turinés. Por contra, dio el sí al Inter por la confianza que transmite Moratti.

Con todo, la mano del entrenador español se atisba ya en varios detalles. Su reto último es darle al equipo una capa de vistosidad sin perder un ápice de fortaleza. Así, ha situado a Etoo más cerca del área contraria y explora las enormes posibilidades tácticas que ofrece el campeonato italiano. Busca las vueltas a un fútbol muy diferente al que ha vivido durante los últimos seis años en Inglaterra. Por ejemplo, uno de sus metódicos estudios concluye que mientras en la Premier se pueden producir casi 50 pases largos por partido, en el Calcio apenas llegan a una decena. No pasa nada. A Benítez, obseso de la estrategia, le encanta diseñar alternativas en la pizarra.

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