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"Mourinho se equivoca en su actitud; si hay lío, debe separar"

Gordillo. Presidente de la Fundación del Betis. El mito del Villamarín y exjugador del Real Madrid regresa mañana al Bernabéu

ALBERTO CABELLO

'Rafael Gordillo trabaja en el Betis de Rafael Gordillo', cuenta alguien muy próximo al club. Desde que abandonó la presidencia del club hace unos meses se encarga de la dirección de la Fundación, busca acuerdos y colaboraciones de empresas con el club. 'Los interesados se pasan por el club y entonces Rafa se los camela. Les habla con ese tono tan distendido y ya se los ha metido en el bolsillo. Es nuestro gran embajador'. Mientras cuenta todo esto pasa por una sala en la que hay colgada una gran foto del gran mito del beticismo con el número 3 en la camiseta y sus eterna imagen sin espinilleras y las medias hasta los tobillos.

El Betis huele a limpio, a nuevo. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo desde que usted aterrizó en el club?

Cuando me llamó la jueza Mercedes Alaya, yo entendí que las personas que estaban en el Betis podían hacerle daño. Ahora, el tiempo me dice que no me equivoqué. Lo que me empuja a meterme en el club es el aficionado bético. No me gustaba cómo lo estaba pasando. Ahora estamos intentando lavar todo lo malo que había en el club. Tampoco es que estemos haciendo nada del otro mundo. Lo que están viendo es puro sentido común, no es nada extraordinario.

La jueza le encarga que se haga cargo del paquete mayoritario de acciones mientras la Justicia decide quién es el dueño legítimo. ¿Qué se encuentra al abrir la puerta?

Sabíamos que el estado de las cuentas y el patrimonio del club estaban muy mal, pero lo que vimos fue mucho peor de lo que podíamos imaginar. Confirmamos que los que gobernaron durante tanto tiempo el equipo no eran personas de bien, eran de otro tipo que... mejor no decirlo. Eso ya es historia y mejor olvidarlo cuanto antes.

'Ninguna euforia; grandes plantillas del Betis ya se fueron a Segunda'

El bético viene ahora al Villamarín con otra cara. Hasta hace poco se temía lo peor, ahora va a disfrutar.

La ilusión la da el equipo. Nosotros tenemos un método de trabajo distinto al de la anterior etapa. Desde mi puesto, a lo que estamos obligados es a que la gente vuelva a sentirse orgullosa del Betis como institución. La felicidad la da lo que pasa en el campo. Es el motor que mueve esta máquina. Si nosotros buscamos patrocinadores y dinero para el club, los buenos resultados nos harán la tarea más fácil.

Por cierto, qué fácil es acostumbrarse a los nombres de siempre. Benito Villamarín.

Yo me crié con Benito Villamarín. Cuando vine con 15 años ese nombre estaba ahí. En este equipo, por mucha gente importante que haya, el que manda es el bético. El bético decidió cambiarle de nombre al estadio y luego dio marcha atrás. Yo, desde luego, me identifico más con el nombre actual. Hay generaciones de aficionados que se han criado con el nombre de Villamarín.

Una curiosidad: en lo que llevamos de entrevista, no ha mencionado el nombre de Lopera, siempre habla de personas en plural. ¿Le cuesta trabajo decir su nombre?

No, no me cuesta trabajo decirlo, pero si no lo miento, mucho mejor.

¿Cuál fue la decisión más dura que tuvo que tomar durante su etapa al frente del club?

No creo que tuviéramos que tomar decisiones muy duras. Sí que tengo que recordar la enfermedad de Miki Roqué y la muerte del administrador judicial Gómez Porrúa; fueron golpes muy duros. Eso nos unió todavía más. No sé si esto es o no una familia, pero se han creado unos lazos fuertes entre la gente que está ahora en el Betis.

Pero no dirá que no es peliagudo tener que, por ejemplo, informar a la plantilla de que no se iban a cobrar determinadas primas o anunciar rebajas de sueldos.

Sobre este asunto le diré que yo no negocié esas fichas ni acordé la forma de hacer los pagos. El futbolista es listo. Sabía que aquí había una situación económica muy grave y que había que tomar decisiones. La plantilla demostró su profesionalidad el año pasado y logró el objetivo del ascenso. Yo llegué al club en una situación de quiebra. El cabreo era con otros.

'Beñat parece que lleva 40 años en esto. Algo tiene de Xavi' 

Esas cuatro victorias del equipo han disparado la euforia. ¿Peligroso?

Andamos con mucho ojo para que nada de eso pase. Queremos quedarnos en Primera, ese es nuestro objetivo. No queremos enredarnos ni que nos distraigan con otras cosas. La historia del Betis está llena de ejemplos de muy buenas plantillas que se fueron a Segunda División. El comienzo del año ha sido perfecto, pero es eso, un comienzo.

Y hasta en la derrota, el bético ha visto un equipo con muy buena actitud.

Si analizas los dos partidos que hemos perdido, lo único que se nos puede achacar es que estuvimos un poco adormilados en el arranque. Pero en los segundos tiempos se demostró que este equipo puede jugar buen fútbol, así será difícil perder partidos. Entonces, la gente eso lo agradece. Has ido al campo y has visto al Betis que esperabas.

¿Y cómo es ese Betis?

Tiene el balón, llega a puerta. Atrevido, incansable, con una entrega máxima. Si la grada percibe eso, cuando pierdes, nadie puede reprocharte nada.

Pepe Mel tiene mucha culpa de ese nuevo sello. La grada ansiaba un cambio en el palco, pero también en el césped.

Ha entrado con muchas ganas. Es muy importante que un entrenador quiera entrenar a un equipo. Pepe quería entrenar al Betis. Su filosofía de juego es muy distinta a la que hemos visto por aquí durante bastante tiempo. Ha conseguido que la gente se sienta muy identificada con esa manera de jugar.

Es de cajón preguntarle por el jefe del banquillo del Real Madrid.

A Mourinho no lo conozco personalmente. Creo que es un gran entrenador, pero se equivoca en su actitud. Lo que tiene que hacer un entrenador cuando hay líos es separar y tranquilizar a su gente. Me refiero, por ejemplo, a lo que ocurrió en la Supercopa ante el Barcelona. Mourinho tiene que contar hasta diez antes de cometer un error de ese tipo.

¿No cree que todos esos arrebatos difuminan la imagen de un extraordinario entrenador?

Puede que algo así ocurra con Mourinho. Lo que también quiero dejar claro es que, desde la distancia, da la impresión de que sabe llevar un vestuario a la perfección. Habla claro y de cara y eso siempre le gusta al futbolista. No quiere malentendidos.

'Los que gobernaron durante tanto tiempo el Betis no eran personas de bien'

Una de las bases del proyecto es indudable que es la cantera. De unos años para acá se hablaba de la cantera sevillana, pero sólo la sevillista.

Aquí siempre ha habido cantera. Si el club firma un entrenador y no se fija en lo que hay por detrás, pues para qué vamos a hablar de eso. Tal y como está la situación económica en España y en el fútbol es imprescindible para equipos como nosotros echar mano de ese recurso. Hay que invertir en ella y contar con un entrenador que confíe. Se habla de esos tres o cuatro nombres, Vadillo, Pozuelo o Beñat, pero tenemos muchos por detrás que van a ser grandes futbolistas.

¿Dónde andaba metido Beñat? Un mediocentro de los buenos tiene el equipo.

Beñat juega siempre igual. Con el Xerez, el Madrid o el Manchester, pero siempre a su ritmo. Parece que lleva 40 años dedicado a esto.

Permítame quizás la exageración, pero a veces se le ven hechuras de Xavi.

Tiene ese toque, ese pase. Desplaza con las dos piernas en largo y eso desahoga mucho al equipo cuando lo están apretando. Cuando era futbolista, una de las cosas que más apreciaba era tener a ese tío en el centro del campo que cuando más nos apretaban en la presión, tac. Ese pase largo que nos permitía escapar de la presión. Alguna cosilla tiene de Xavi, sí.

¿Y del Sevilla, qué puede contar?

Que nos encanta volver a disputar el derbi y que no hay nada mejor que ganarles. Dicho esto, las relaciones institucionales son excelentes. Estamos aquí para crear concordia, no para pelearnos.

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