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Mourinho marca a Messi

El técnico del Madrid hace creer que mientras CR7 es acribillado a patadas, con el azulgrana los rivales levantan el pie

ENRIQUE MARÍN

'Cristiano no tiene el privilegio de otros; a otros hay miedo a meterles el pie, se desvían, no les tocan. A él, ¡crac!'. Fiel a su táctica de tirar el dardo y esconder la mano, Mourinho aprovechó que CR7 marcó dos goles tras cuatro partidos sin hacerlo para provocar otro debate con Messi, como si ambos no acapararan ya demasiados.

El portugués no eligió el mejor día para dejar de fumar, pues el partido ante la Real fue uno de los plácidos del Madrid en el Bernabéu y los blanquiazules, por no dar, no dieron ni patadas. En total, cometieron diez faltas, de ellas tres a CR7. 'Ya salió otra vez papá a defender a Cristiano', diría Pandiani. Los números asisten a Mou, pues mientras Cristiano ha recibido 58 faltas (una cada 35,95 minutos), Messi acumula 32 (55,69), en un ranking que encabezan Callejón y Xabi Prieto, si bien Drenthe, Capel y Reyes son quienes porcentualmente más reciben, cada 23,96 minutos. Sin embargo, estos números pueden ser engañosos si no se analizan.

Cristiano basa su juego en el físico, no exento de técnica, pero lejos de la manera de conducir el balón que exhibe Me-ssi, de ahí que también sea más fácil hacerle falta. 'A los dos les entran por igual, no creo que a uno menos', comentó ayer Llorente. 'Ser futbolista tiene ese riesgo y ningún rival va a hacer daño', añadió Ramos.

Con Messi los rivales saben que existe la opción de que pueda pasar la pelota a un compañero, algo que con Cristiano está descartado, dado su individualismo. Además, los recursos del argentino para evitar las entradas son mayores, de ahí que no es que los rivales se desvíen ante él, sino que es su habilidad la que hace que parezca que se quiten de en medio. La manera de correr de Cristiano, así como su centro de gravedad, 16 centímetros más alto que el de Messi (1,85 frente a 1,69), también juegan en contra del portugués. 'Claro, es una bestia, tiene buen cuerpo para que le peguen. Eso piensan los contrarios', dijo el propio Mourinho en su alocución.

También la actitud de uno y otro es un condicionante, pues así como Messi apenas abre la boca fuera del campo y sobre el césped rara es la vez que se encara a un contrario, el carácter desafiante de Cristiano tanto delante de los micrófonos como con el balón en los pies irrita sobremanera a los rivales.

Por último, aunque no por ello lo menos importante, influye el soporte colectivo. Mientras en el Barça todos juegan a lo mismo, cuando Cristiano entra en contacto con el balón, este deja de ser del Madrid para pertenecerle en exclusiva. Butragueño lo vio ayer claro: 'Cristiano es un jugador muy poderoso y que encara con mucha frecuencia. Messi también lo hace, pero entra más en la idea del toque del Barça y, por tanto, participa más cerca del área. Como Cristiano encara desde más lejos, le golpean más'.

Analizar el número de faltas recibidas guarda una relación directa con el número de intentos de regates. En este apartado, Messi figura como líder destacado, tanto en el total (209) como en el porcentual (8,53 por minuto). Cristiano es el tercero, con el italiano Rossi entre medias. Además, Messi también encabeza el ranking de regates culminados con éxito, 85, frente a los 43 de CR7. Haciendo una disección de un regate de Messi se puede decir que el 50% le sale bien, un 25 le quitan el balón y en otro 25 le hacen falta. Mientras que en el caso de Cristiano, sólo le sale el 25%, le hacen falta en otro 25 y pierde la pelota el 50.

Otro dato que juega a favor de Messi y que contradice las acusaciones de Mourinho es que en el cómputo general Madrid y Barça reciben prácticamente el mismo número de faltas, si bien mientras CR7 encabeza la lista de su equipo, con Di María en segunda posición, por delante de Messi se encuentran Busquets e Iniesta.

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