Fiel la estrategia que le ha permitido remontar hasta plantarse en lo más alto de la clasificación, Fernando Alonso sigue aferrado a la prudencia máxima. 'No creo que el Mundial cambie gran cosa', afirmó tras su triunfo. Y lo argumentó: 'Sabemos que con la nueva puntuación puede ocurrir de todo en una carrera y si no puntúas pierdes 25 puntos de golpe. Aquí han tenido mala suerte Webber y Vettel, pero puede ocurrir de todo en las dos carreras que faltan. Todavía quedamos cuatro o cinco pilotos luchando por el título y como he repetido en otras ocasiones, lo importante es estar en el podio de forma regular. Es lo que tenemos que hacer en las dos últimas carreras'.

El español tampoco se olvidó del factor suerte, al que tanto apeló en momentos difíciles: 'Tuvimos problemas para estar en el podio durante la primera parte de la temporada, quizás por la suerte, y ahora hemos logrado más victorias de las esperadas, también por la suerte, porque hoy éramos terceros y un Red Bull se ha estrellado y el otro ha roto el motor. Como he dicho muchas veces la suerte, al final, se reparte'.

Por último, entonó el mea culpa en el incidente del cambio de neumáticos. 'Fue culpa mía, he bloqueado las ruedas al entrar, he parado un poco atravesado y era difícil para el mecánico cambiar la rueda en esa posición', dijo.

'Ha sido totalmente mi culpa, hoy no era mi día, me subí al bordillo en la salida de la curva 12 y perdí el control de la parte trasera explicó Webber. Pensé que había logrado controlarlo, pero no fue así. El coche entró en contacto con la pared, no muy fuerte pero suficiente para devolverlo al otro lado de la pista y a continuación Rosberg me golpeó'.

Su compañero Vettel, también retirado por una rotura, sacó pecho: 'Tenemos un equipo muy fuerte y un coche fuerte y sabemos que somos los más rápidos. Puedo ir a dormir esta noche sabiendo que hice todo lo que pude hoy y que todavía está todo por decidir'.