Parece apenas un detalle. Una de esas cuestiones de estética que nada tienen que ver con los resultados. Pero no. En el hipertecnológico mundo de la Fórmula 1 casi nada es lo que parece. Un cambio de color y de forma en las llantas no es superfluo. Anuncia una mejora técnica. O, cuando menos, una búsqueda. La que persiguen Fernando Alonso y Ferrari, en Montmeló. En los últimos ensayos antes de que el circo se ponga en marcha en Bahrein, el próximo 14 de marzo, las escuderías apuran las horas. Se agota el tiempo de pruebas y hay que optimizar recursos. 'Ya no podemos esconder muchas cartas: este es el último test y, según lo que salga, así iremos a Bahrein', dice Pedro Martínez de la Rosa.

En su estreno como piloto oficial de Sauber cerca de casa, De la Rosa ha probado la aerodinámica de su bólido, los alerones y el nuevo asiento, de fibra carbónica, que llevará en Bahrein. Está contento. Ha rodado con el coche 'muy cargado' de gasolina y la cosa ha ido bien: al final de la jornada, la pantalla de tiempos lo sitúa en el cuarto lugar (1.23.1), por delante de Alonso, séptimo (1.24.1), pero a un mundo de Mark Webber, el más rápido de la primera sesión de pruebas en el Circuit de Catalunya (1.21.4). 'Supongo que Webber habrá ido con pocos kilos; su tiempo es muy bueno', señala el piloto catalán.

Las escuderías prueban la aerodinámica con la vista en Bahrein

A unos metros de distancia, en la escalera de su motorhome, Alonso se deja ver. Los flashes se disparan e inmortalizan al piloto asturiano charlando con uno de sus mecánicos. Por sus gestos, podría estar hablando de la amortiguación. Pero, como siempre en la F1, nada se sabe. Todo es secretismo. Por la mañana, cuando rodaba ante los 15.000 espectadores que ayer se citaron en Montmeló para ver a dos (Alonso y Button) de los cuatro campeones del mundo que probarán sobre el asfalto catalán -Schumacher y Hamilton se incorporan hoy-, su coche se paró. El asturiano asistía a su primer gran contratiempo con Ferrari, un problema electrónico que le privó de unas cuantas horas de trabajo.

Había salido a probar la aerodinámica, el ala de tiburón y esas nuevas llantas, que casi parecen tapacubos. Prohibidos ya por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), no sería extraño que en Bahrein fueran motivo de polémica, como el curso pasado lo fueron los difusores, si satisfacen a Alonso y Ferrari sigue adelante con ellas. 'Aunque no ha sido un día perfecto, sí ha sido muy útil', señaló el asturiano en la web de Ferrari.

'Teníamos varias cosas nuevas en el coche, recogimos información y ahora hay que ver cómo funcionan y cómo podemos explotarlas', añadió el nuevo líder de la escudería italiana, tranquilo pese a sus discretos tiempos. 'Se hace viejo y más lento', bromeó Webber, en alusión a Alonso. 'El coche le viene perfecto y él es el piloto perfecto para Ferrari', prosiguió el piloto de Red Bull.

Hoy se citarán todos sobre el asfalto del Circuit. Para algunos será el debut; para otros, como De la Rosa y Alonso, el fin de las pruebas.