PARÍS.- El Paris St Germain consiguió su tercera liga consecutiva en Francia a falta de una jornada, y se mantiene en camino a lograr un triplete en los campeonatos domésticos sin precedentes tras ganar por 2-1 al Montpellier el sábado.

El club, adquirido por empresarios cataríes, sólo necesitaba un punto, pero terminó la noche ocho por encima de su más inmediato perseguidor, el Olympique de Lyon, que no pudo pasar del empate por 1-1 ante el Girondins de Burdeos.

El título mantiene al equipo de Laurent Blanc como el gran dominador del fútbol en Francia, donde los parisinos ya se han hecho con la Copa de la Liga y se enfrentarán al AJ Auxerre de segunda división en la final de Copa a finales de este mes.

El Mónaco es tercero con 68 puntos, cuatro por debajo del Lyon, después de derrotar al Metz por 2-0, mientras que Olympique de Marsella y St Etienne también ganaron para seguir empatados a 66 puntos, en la pugna por ver quién consigue clasificarse para disputar la fase previa de la Liga de Campeones de la próxima temporada.

El Evian Thonon Gaillard se unió al Racing Lens y al Metz, completando el descenso, después de perder 2-1 contra el St Ettiene.

"Me encanta ver estas escenas de alegría, en el campo o en el vestuario", dijo un encantado Blanc. "Los jugadores son los que ganan los títulos, nosotros desempeñamos un papel pequeño".

"Debemos dejar que los jugadores se expresen y el entrenador siempre tiene que estar por detrás. No le corresponde a él estar en el centro del escenario".

El centrocampista Blaise Matuidi puso por delante al PSG en el minuto 17, superando al portero rival después de un gran pase entre líneas de Adrien Rabiot.

Ezequiel Lavezzi marcó el 2-0 en el minuto 25 a centro del lateral Serge Aurier, con lo que ya suma ocho tantos en la Ligue 1. Anthony Mounier recortó distancias cinco minutos antes del descanso con un disparo por la escuadra.

Es la octava victoria consecutiva del PSG, que suma con este trofeo cinco ligas francesas.

El partido, con 27.930 espectadores en el Stade de la Mosson de Montpellier, terminó con bengalas en las gradas y en el césped.

"Aún disfruto haciendo este trabajo", dijo Blanc. "Tengo que dar las gracias a mi cuerpo técnico, porque sin él un entrenador no es nada en absoluto".