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Phelps aún domina la mariposa

El de Baltimore bate al japonés Matsuda y logra su primer oro

IGNACIO ROMO

Da la impresión de que Phelps va entrando en forma a medida que se van desarrollando los Mundiales de Shanghai. O tal vez que la mariposa sigue siendo su gran refugio cuando no está al cien por cien. Es evidente que no está al nivel de 2008, cuando se colgó ocho oros del cuello en el Cubo de Agua de Pekín y regresó a Baltimore tan tranquilo. Pero demostró que sigue siendo el número uno en algo.

Michael Phelps nadó una prueba soberbia, inteligente en la estrategia, en tres tiempos. Al tocar la pared final, tardó algo en reaccionar, como si dudara de su propia victoria, clarísima por otro lado. Miró el tablero electrónico, esperó un instante y agitó el índice, con calma pero señalando que es el número uno. En 200 mariposa sí lo es.

Lo curioso es que Phelps siempre ha dominado esta modalidad, desde que en 2001, con sólo 16 años, sorprendió proclamándose campeón mundial en Fukuoka (Japón). Una década de dominio (más de 60 victorias consecutivas) hasta que cayó derrotado este año... y por tres veces. Unas derrotas que su entrenador, Bob Bowman, definió entonces como 'el ruido del despertador'. Phelps terminó de despertar y logró su quinto título mundial en 200 mariposa.

Takeshi Matsuda era su gran rival. De hecho partía por la calle 4, la de los dioses de la piscina, los que se trabajan ese privilegio en las eliminatorias. Phelps iba por la tres. No había querido intimidar a nadie en semifinales.

Salió fuerte Phelps. Siempre aprovecha la eficacia de su nado subacuático al principio. A los 50 metros aventajaba al japonés en 23 centésimas. En la pared de los 100 la renta era sólo de 0.13. Phelps estaba regulando, como acostumbran a decir ahora los deportistas cuando levantan el pie del acelerador pensando en el tramo final.Matsuda se aprovechó. Se puso en cabeza al paso por los 150 metros. El japonés tocó 0.05 antes que Phelps. Pero faltaba la última piscina, la definitiva. Y Michael había ahorrado fuerzas para gustar y gustarse en los últimos 50 metros.

Ni siquiera cambió de ritmo. A Phelps que ha batido ocho veces el récord mundial de los 200 mariposa le bastó el último viraje, tan espectacular que al sacar la cabeza del agua ya volvía a liderar la prueba con gran ventaja. El japonés se vino abajo y el estadounidense ganó con autoridad (1:53.31 frente a 1:54.01).

'No quería perder otra vez en esta prueba. Este año me frustró haber sido derrotado tres veces en 200 mariposa. Quería tener el feeling de ganar otra vez en esta distancia', señaló el hombre que posee 14 oros olímpicos.

Normalmente, Phelps se entrena en el North Baltimore Aquatic Club. Allí suele contemplar una foto gigante de 2001, en la que aparece logrando su primer oro. 'Siempre me fijo en esa foto y me sorprendo de una cosa: de lo joven que estoy', reconoció el estadounidense, de 26 años, que empezó a sentirse mayor el domingo cuando se le escapó el oro de los relevos 4x100 y el martes cuando Lochte lo derrotó con facilidad en los 200 libre. Hoy (12.00 horas, TDP) se le presenta la revancha ante su compañero de equipo en los 200 estilos. Pero Lochte está muy fuerte.

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