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Sólo Raúl dignifica la historia

El gol del 7 del Madrid da otra victoria sin brillo a su equipo. El Depor amagó, pero nunca creyó en poder ganar en el Bernabéu

ENRIQUE MARÍN

La quinta victoria consecutiva está bien como aspiración personal de Juande Ramos y parcial del Real Madrid. Sobre todo si conlleva afianzarse en la segunda posición de la Liga y es el fruto de un gol de Raúl que le deja a uno de los 307 de Di Stéfano, todavía el máximo realizador de la historia del club blanco. De hecho, y gracias a sus incansables gestas, el 7 del Real Madrid es el único eslabón que une a este equipo con su brillante historia. El resto, empezando por el palco y terminando por el banquillo, es irreconocible.

Ahora bien, con el Barça a quince puntos de distancia antes de empezar el partido del Bernabéu, para el Madrid ganar al Depor era una obligación sin más premio que el del deber cumplido. Y una vez más sólo cumplido a medias, pues el quinto triunfo consecutivo del Madrid de Juande llegó sin el brillo que se le supone a un equipo vinculado históricamente a la exquisitez y que en cambio vive en una acuciante recesión futbolística. Aunque suene algo pretencioso, al madridismo no le basta con ver ganar a su equipo. Sobre todo cuando en el fondo los triunfos sólo sirven para evitar que se incremente la distancia que separa a los blancos de un Barça embalado, con un fútbol que enamora y unos registros que asustan.

Por más que la plantilla del Madrid no tenga el perfil ideal de Juande, ello no es óbice para renunciar a ganar como por grandeza se debe y limitarse a hacerlo como por potencial se puede. El manchego se refugia en la lesión de Guti para jugar con Gago y Lass, pero habrá que ver lo que hace cuando el 14 regrese. Ayer fue más lejos y renunció a una banda, la que no ocupó Robben, para poblar aún más el centro del campo con Sneijder. Escudado en que lo primero que debía solucionar eran los resultados, Juande ha antepuesto claramente el aspecto defensivo al ofensivo: de ahí que no haya transición defensa-ataque, que no le importe ceder balón y por tanto la iniciativa. Hace años, demasiados ya, que los títulos conquistados desde la épica han tapado las carencias futbolísticas del Madrid. Esas que tienen que ver con la estética que acompaña al buen juego y al orgullo de vestir una camiseta con la que no vale ganar.

Lotina considera que pedir la titularidad de Valerón es un debate periodístico. El canario volvió al once titular del Depor en un partido de Liga tres años después y, lejos de desentonar, fue el único que dio brillo a un partido oscuro. A los diez minutos ya sirvió un gol en bandeja a Bodipo, que más tarde se retiró lesionado, y cada vez que tocó el balón el fútbol del Depor se cargaba de sentido. Lotina dice que no puede desvelar lo que deja de dar Valerón al equipo pues sería faltarle al respeto. Lo que es una falta de respeto, pero al fútbol, es no ver a Valerón siempre sobre el terreno de juego. El canario dignifica este juego y hace disfrutar a quienes le ven y a quienes se benefician de su visión del juego. Ahora bien, Valerón necesita más referencias por delante. Cómplices a los que asistir. Sin embargo, Lotina prefirió cubrirse las espaldas, las suyas más que las de Valerón, y amontonó jugadores por el centro, pensando más en tapar las contras del Madrid, esas que niega Juande, que en buscar la portería de Casillas.

Ya sea por lo poco que confía en la salida del balón de su equipo o por lo mucho que le gusta, al manchego le gusta refugiarse en lo que es un contraestilo. Las arrancadas iniciales son puros fuegos de artificio. Luego el Madrid juega al contragolpe. El único argumento es que Robben coja un balón y salga a la carrea regateando todo lo que se cruza en su camino. El gol con la oreja de Raúl a un centro-chut de Lass y a pocos minutos del descanso puso el partido cuando más le gusta a Juande y donde menos le incomoda a Lotina. Y es que el Depor aparentó querer hacer de lo que realmente hizo. Un buen tiro de Lafita, al que Casillas respondió con un paradón, fue uno de los pocos. Claro que peor fue lo del Madrid. Aunque ganó, y para Juande no hay más que hablar.

Real Madrid (1): Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Heinze; Gago, Lass, Sneijder (Van der Vaart, m.62); Higuaín (Huntelaar, m. 71) , Raúl (Drenthe, m.71) y Robben.

Deportivo (0): Munúa; Manuel Pablo, Lopo, Zé Castro, Filipe; Antonio Tomás, De Guzman (Juan Rodríguez, m.82); Verdú, Valerón, Lafita (Mista, m. 82); y Bodipo (Riki, m.35).

Goles: 1-0. m. 39. Centro-chut de Lass desde el borde del área que Raúl peina con la oreja para batir a Munúa.

Árbitro: Teixeira. Amarilla a De Guzman, Lass, Pepe y Antonio Tomás. Santiago Bernabéu: 60.000 espectadores.

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