Si hay algo que preocupa al barcelonismo es que renueve el técnico del primer equipo, Pep Guardiola, quien todavía no ha firmado ni siquiera para la próxima campaña. 'No nos hemos sentado expresamente a hablar. Pero no hace falta, va a salir natural y como hay feeling, no veo ningún motivo por el que no pueda darse la renovación', reconoció ayer Rosell, evocando la palabra que en su día usó Guardiola para explicar por qué decidía prescindir de Etoo.

'Tiene desde el año pasado una oferta encima de la mesa y puede renovar por los años que quiera. Uno, dos, dos más uno, cinco, uno más uno más uno... Esta última a él le gusta mucho y a mí cada vez me gusta más', abundó el mandatario, que dejó claro que dará todas las facilidades al entrenador. El presidente barcelonista, además, defendió que no sólo le gustaría que Guardiola fuera 'el Ferguson del Barça', sino también que después se convirtiera 'en el Beckenbauer' de la entidad. 'Me gustaría que, algún día, se convirtiera en presidente', se explicó.

Algo más cauto, aunque también optimista, fue Rosellante las negociaciones por la renovación de Alves, que finaliza contrato al final de la próxima campaña. 'Alves hace lo que tiene que hacer, defenderse a sí mismo. Y el club se defiende a sí mismo. Se trata de hacer un ejercicio de sentido común y no romper las estructuras salariales', defendió Rosell.

El Barça, por otra parte, jugará el año que viene un amistoso ante el Nàstic con motivo del 125 aniversario del club de Tarragona.