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Scouting de carácter

La NBA da prioridad al análisis de comportamiento en cancha al baloncesto

M. ALBA

Nunca baja los hombros. Mirada de ganador. Diversión ante el estrés'. En apenas una hoja de una pequeña Moleskine se resume el trabajo de campo de Pete Philo, ojeador de Minnesota Timberwolves, sobre Ricky Rubio. Tras sus garabatos, prácticamente ilegibles, aparecen las últimas respuestas al perfil psicológico en cancha en la que trabaja la franquicia que eligió al jugador de El Masnou en el quinto puesto del pasado draft. 'De Ricky sabemos todo sobre su juego, pero necesitamos conocer sus respuestas personales a las diferentes emociones que se suceden en un partido. Es algo que cada vez nos solicita más el staff técnico de mi equipo', argumenta Philo.

A su alrededor, el acento delata a los otros 12 scouters, de nueve franquicias diferentes de la NBA, que convierten cada partido en el BEC de Bilbao en un ejercicio milimétrico de crítica. 'Sabemos muy bien a lo que venimos', asegura Johnny Roggers, ex jugador de Valencia y Real Madrid, entre otros, ahora ojeador de Oklahoma Thunder. 'Hace años, la Copa sí que te podía servir para descubrir a algún jugador, pero ahora los conocemos a todos hasta el último detalle', prosigue Roggers.

«Los técnicos cada vez nos preguntan más por el lenguaje

'Sin embargo, necesitamos verlos en directo porque sus gestos, su forma de comportarse ante una decisión de los árbitros o del entrenador, su capacidad o no para variar su juego en determinadas situaciones nos ayudan a entender qué comportamiento podrían tener en un futuro en la NBA', resume el scouter de los Thunder.

Un par de filas más adelante, Scott Howard, de Charlotte Bobcats, reordena los dossiers en un maletín marrón hasta que encuentra la carpeta de Víctor Claver. 'Lo vengo siguiendo desde hace un par de años aproximadamente. Ha mejorado mucho, pero le falta sentirse aún más cómodo con el tiro', apostilla Howard. Él, como el resto de los scouters que recorren el mundo en busca de prototipos de estrellas para la liga americana, convierte cada competición en el escenario donde apostillan las últimas conclusiones a su científico trabajo. 'Cada día dedico cinco horas a estudiar a tres o cuatro chicos, no más', explica Roggers.

Priman la reacción ante una decisión polémica o una situación de estrés

Para ello, el espía de los Thunder, utiliza la aplicación desarrollada por Synergy Sports Technology, que permite analizar cientos de gestos de cada jugador. 'Gracias a este programa sabemos si un jugador determinado hace tres botes antes de un tiro, cuantas veces sube al poste alto un pívot, si un alguien como Velickovic vuelve a intentar un tiro después de haber fallado otro en la jugada anterior', asegura Howard.

En la página web de Synergy están analizados todos los partidos de baloncesto que se emiten por televisión en Estados Unidos y Europa. De cada uno de los jugadores se estudian los movimientos, tanto en defensa como en ataque. Pero lo más importante es que detrás de cada uno de esos datos y sus porcentajes de eficacia, se esconden videos de esas acciones que ya han sido seleccionados por entrenadores o profesionales del scouting.

'Es una herramienta muy útil. Ayuda a reducir el trabajo de selección de jugadas, que es una gran labor de los asistentes. Cubre una gran cantidad de partidos y simplifica la cantidad de imágenes que hay que analizar y deja sólo la calidad', explica Sergio Scariolo, que ya aplica el Synergy tanto en el Khimki como en la selección.

'Hace 10 o 15 años, apenas seguíamos a tres o cuatro jugadores españoles. Ahora podemos llegar a más de 30', desvela Howard, mientras repasa su extensa lista. Lull, Ricky, Vázquez, Claver, Rafa Martínez...

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