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La victoria más sencilla del Barça

Diego Alves evitó la goleada del Barça en la primera parte, pero no la merecida derrota final del Almería

ENRIQUE MARÍN

Con la final de Copa aparcada hasta el 13 de mayo y a la espera de conocer rival de cuartos en la Champions, el Barça regresó a sus tareas domésticas dispuesto a mantener su indiscutible hegemonía en la Liga. La victoria del Madrid en San Mamés obligaba a los azulgrana a hacer lo propio en Almería si no querían volver a ver reducida su excelente renta de seis puntos. Y el Barça no falló. En uno de los partidos más cómodos que se le recuerdan, y en el que Guardiola se permitió dosificar a Henry y Etoo, los de Guardiola derrotaron a un Almería cavernario con dos goles de Bojan.

Desde que Hugo Sánchez se hizo cargo del Almería el equipo andaluz no había perdido en casa (cuatro victorias y un empate). El mexicano, un derroche de autoestima, dijo que sabía cómo hacerle daño al Barça. Sólo le hacía falta que su equipo se lo creyera. Vistor su planteamiento, evidentemente era una cuestión de fe, pues los argumentos colectivos del Almería fueron tan primarios.

Consciente del mes de abril que se le avecina,con siete partidos en tres semanas, Pep Guardiola decidió empezar a dosificar a algunos de sus futbolistas más importantes. Anoche fueron Etoo y Henry los que se quedaron en el banquillo. Bojan fue titular en Liga por seguda vez en la temporada e Iniesta cedió a Keita su hábitat natural para jugar a la izquierda. La derecha volvía a ser cosa de Messi.

Gonzalo Arconada intentó gobernar el vestuario del Almería con el mismo método que tan buen resultado le dio en el Numancia. El donostiarra basó su fútbol estructurado en el compromiso de sus jugadores, pero fracasó en el intento. Llegó entonces Hugo Sánchez, un técnico con más carácter que método al que no le costó reanimar un equipo.

Como era de suponer a poco que se haya ojeado el ideario futbolístico de Hugo, el Almería salió desbocado a presionar al Barça por todo el campo. Sin embargo, la buena disposición táctica de los azulgrana (sí, el Barça de Guardiola es tan táctico como el que más) les obligaba a correr detrás del balón y pronto se vieron obligados a pisar el freno. La alternativa que les quedó fue tan triste como estéril: esperar a que subiera la marea. El dominio azulgrana era absoluto, si bien les faltaba algo de precisión a la hora de profundizar. El paradón a una mano de Diego Alves en un empalme de Keita fue el primer aviso del Barça, pero también de que el portero brasileño tenía su noche.

En vista de que el Almería era incapaz de conectar con Negredo y que cada vez eran más sus efectivos los que se atrincheraban, el Barça empezó a cocinar el partido al pil-pil. A fuego lento. El bacalao lo cortaba Xavi, que maniobra con tanta soltura que nadie diría que lleva retrovisores. El aceite de oliva lo estrujaban Touré y Keita. El ajo lo pelaba Iniesta y las guindillas eran cosa de Messi, Bojan y Alves.

 

El bagaje ofensivo del Almería era nulo. Tan sólo una arrancada de Crusat, que pilló ligeramente adelantados a Márquez y Piqué, pero que terminó con el balón en el graderío. Ello le permitía al Barça jugar con tranquilidad, a veces quizás excesiva, aunque poco a poco fue generando ocasiones que sólo un espectacular Diego Alves evitó que se canjearan por goles. Primero en una llegada de Messi a pase de Xavi. Luego, otra buena parada a tiro de Iniesta. Más tarde en un envenenado lanzamiento de falta de Messi. Y, por último, en un cabezazo de Piqué dentro del área pequeña.

El arranque de la segunda parte no varió el guión. El Almería reculado y el Barça tocando con insultante comodidad hasta superar una posesión del 72%. ¿De verdad sabía Hugo cómo hacerle daño al Barça? Fue salir a calentar Etoo y marcar Bojan dos goles en tres minutos. El primero, al aprovechar el rechace de un tiro al palo de Messi. El otro, al culminar una gran jugada colectiva del Barça dentro del área.

Ahí se terminó el partido. El Barça siguió jugando a fuego lento y el Almería no tuvo ni el orgullo de inquietar a Valdés. El supuesto espíritu de Hugo Sánchez no se vio por ninguna parte. El mexicano suena a mentira bien contada.

Almería (0): Diego Alves; Bruno, Acasiete, Perellano, Mané; Juanma Ortiz (José Ortiz, m. 64), Juanito (Corona, m. 67), Iriney, Crusat; Kalu Uche (Piatti, m. 77) y Negredo.

Barcelona (2): Valdés; Alves, Márquez, Piqué, Sylvinho; Xavi, Touré, Keita (Gudjohnsen, m. 81); Messi, Bojan (Etoo, m. 67) e Iniesta (Hleb, m. 83).

Goles: 0-1. M. 52. Bojan marca ligeramente escorado a la izquierda de la portería de Diego Alves, tras recoger un lanzamiento al palo de Messi. 0-2. M. 55. Bojan culmina con un buen recorte y un tiro forzado una buena combinación entre Messi y Alves dentro del área.

Árbitro: Mejuto. Tarjeta amarilla a Acasiete y José Ortiz. Juegos del Mediterráneo: 9.333 espectadores.

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