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Youssef El-Arabi: "Algún día un
árabe ganará el Balón de Oro"

ENTREVISTA AL JUGADOR DEL GRANADA. Su nombre ‘El Arabi’ significa 'el árabe' en castellano, el nombre perfecto en una ciudad donde no sólo el balón le inspira a soñar. También la Alhambra, el espíritu de la Granada musulmana, los libros de historia... "Es como si viese a mis antepasados". Hoy, en el campo, se topa con el Real Madrid de Zidane.

Youssef El-Arabi en un partido entre el Granada y el Villarreal./AFP

Alérgico a la indiferencia. Al menos, en la hierba, donde ejerce como un tipo imprevisible. Goleador de talento, Youssef El-Arabi (Caen, Francia, 1987) tiene una historia en la cabeza y otra en los pies. A los 29 años, no renuncia al orgullo de ser de los mejores. Su carácter está relacionado con su origen nacido en Caen, la capital de la Baja Normandía, al noroeste de Francia, donde sus padres ejercían de inmigrantes en la década de los ochenta. Jugó también en Arabia Saudí, donde descubrió que no había el suficiente prestigio. Por eso vino a Europa y llegó a Granada, donde adora la Alhambra, el mirador de San Nicolás, los libros de historia y nunca se olvida las páginas del Corán.

“Claro que rezo para marcar goles”, acepta en ese castellano suyo, todavía en proceso de madurez, aunque sus ideas se anuncien claras, tan padre de familia como futbolista. Aún le sobran los motivos para soñar con jugar un Mundial con Marruecos y, por lo tanto, es el cómplice perfecto para una conversación llena de fe. “Algún día un árabe ganará el Balón de Oro”, apuesta él, que en su infancia se sintió más cerca de ganarlo que ahora, a los 29 años. “Entonces soñaba con jugar en el Real Madrid y con parecerme a Ronaldo Nazario, que era mi ídolo”. Hoy, sin embargo, se enfrentará al Madrid en Los Carmenes (20,30 horas). “Todos los partidos son distintos”, avisa.

¿Fue hoy a comprar el pan?

Sí, como todos los días.

¿No tiene problema entonces para hacer las tareas de la casa?

No, ninguno. Al revés. Tengo dos hijos y para mí es importante ayudar a mi mujer. Los hombres tienen que ayudar en casa; en mi familia siempre ha sido así; yo no puedo ser diferente.

¿No se conforma entonces con ser solo futbolista?

Soy más cosas, soy un hombre que vive cada día, que cree en la religión musulmana y que necesita hablar con la gente , aprender de la gente, de los que me han hecho importante y aceptan que yo sea importante. Llevo cuatro años en el Granada. He pasado de todo: no siempre me ha ido bien y eso no sólo me ha hecho más jugador. También más hombre.

¿Los goles mejoran a las personas?

Los goles son lo más importante que hay en el fútbol, sí, pero si yo veo a un compañero que está mejor colocado que yo le paso la pelota, la asistencia. Siempre digo: “primero, está el equipo; luego, El-Arabi”.

Pero si un delantero no hace goles es un problema. Mire lo que le ha pasado a Jackson en el Atlético.

Sí, también. En el futbol puede pasar eso, le puede pasar a cualquier delantero. Nunca fue fácil hacer goles. Por eso hay que dar más mérito a los que los hacen. Nunca sabes cuando será el siguiente.

¿Rezar?

Sí, yo claro que rezo para marcar goles.

En un trabajo como el suyo no existe la rutina, cada gol es diferente al anterior

Siempre será bueno, pero nunca será fácil. Ser un goleador es difícil. Hay cosas que no están permitidas para tí: no puedes ponerte nervioso en el área, no es fácil quedarte solo frente al portero. No siempre. Pero el día que te haces delantero sabes que te arriesgas a eso, porque esto es así. Antes de pasar al fútbol 11, jugué al fútbol sala hasta los veinte años, llegue a ser capitán de la selección francesa, y era igual.

¿Le ha faltado publicidad para convertirse en un magnífico delantero?

Pero en los equipos pequeños nunca hay gran publicidad…, eso ya lo sabemos...

¿Es entonces lo que le diferencia a usted de Benzema?

No, y más cosas. Él juega en el Madrid que era donde yo soñaba jugar cuando era niño, porque en el Madrid todo cambia. La mayoría del partido el balón está arriba y son Isco, James, Modric los que te pasan la pelota. Supongo que así tiene que ser más fácil meter goles, pero sólo lo supongo porque nunca estuve ahí.

¿Tiene usted un carácter difícil?

El árabe es árabe y a mí me gusta decir lo que pienso. Mi propio nombre lo dice. ‘El Arabi’ significa ‘el árabe’ en español. Y, sí, a veces, me he podido poner nervioso, tengo mi carácter, claro, pero he descubierto que no vale de nada. Si estás nervioso es porque tienes miedo a algo y yo ya nunca tendré miedo de jugar al fútbol. He sufrido para llegar hasta aquí. No ha sido fácil para mí ni para mi hermano, que juega en un equipo de Segunda en la Liga francesa. Mi padre era mecánico que marchó a trabajar a Francia.

¿Ser inmigrante es un valor añadido?

Hay que trabajar. No conozco a nadie que no quiera trabajar. Siempre que me preguntan digo que yo no nací para jugar al fútbol. Nací para trabajar y eso es lo que me permitió jugar al fútbol. Si no hiciese goles no llevaría cuatro años en el Granada. A partir del segundo ya eres importante....

¿Le ha faltado ganar el Balón de Oro?

No, no el Balón de Oro no!!!...., pero el Balón de África, eso es distinto, tal vez sí…

¿Por qué?

Ahora mismo, no es posible que un árabe gané el Balón de Oro, no tenemos a Cristiano, no tenemos a Messi, no tenemos a gente que juega en los grandes equipos, pero en el futuro… Estoy seguro de que llegará ese día en el un árabe ganará el Balón de Oro, pero ahora....

¿Y usted y yo lo veremos?

Yo espero que sí, yo quiero vivir para verlo, porque ese día será impresionante, todo habrá cambiado, habrá jugadores árabes en los mejores equipos...

¿Qué cambió para usted en Granada?

La cultura, mucho la cultura. Esta es una gran ciudad. Cuando voy a La Alhambra me entran ganas de leer libros de historia, porque ahí está la historia de los árabes, de cómo vinieron a España y de como nos ayudaron los españoles y resulta que tantos años después a mí me pasa igual, los españoles me están ayudando mucho, me han ayudado mucho.

¿El fútbol es igual en todas partes?

Hay en cosas que sí. En ningun sitio el fútbol dura siempre. A los 32 años, uno ya no será futbolista y tienes que hacerte esa pregunta, ¿qué voy a hacer en el futuro?, nos la hacemos todos, el tiempo pasa muy rápido...

¿Qué Plan B’ tiene usted?

Quiero que mi familia viva bien. Voveré a Marruecos, que es un país fantástico donde apenas ya queda nada de la crisis. El Rey ha mejorado muchas cosas y estamos muy cerca de Europa…., y eso esta muy bien. Pero antes de llegar ahí..., tengo que jugar un Mundial con Marruecos.... Puedo y quiero hacerlo. Trabajo para eso cada vez que voy a la selección. Yo ya le he dicho que no puedo aspirar a ganar el Balón de Oro, pero sí a jugar un Mundial.

Se crió usted en Francia y también podría haber jugado con Benzema en la selección. ¿Qué le parece?

Benzema tiene que volver a la selección.

¿Y su situación judicial?

No sé realmente, aunque a veces pienso que quizá no sea tan grave lo que hizo. Pero aun así hay cosas que se pueden perdonar, porque en Francia se han perdonado cosas peores y la gente salió adelante. El problema es que cuando pasa algo de esto la prensa exagera y llega el momento en el que la gente no entiende ni a Benzema ni a Valbuena. Sólo dudan. Pero yo les quiero ver cuanto antes en la selección.

¿Y usted?

Yo estoy bien, ya se lo he dicho. Sólo necesito marcar más goles, porque en el Granada no puedo estar mejor, la historia, la ciudad, el sol…, incluso estoy cerca de Marruecos, en dos horas y media en coche estoy en Algeciras y,. una vez allí, cojo el ferry que en media hora nos tiene en Marruecos. Para mí, eso es importante, valoro mucho todo eso.

Al final, no me dijo a cómo está la barra de pan en Granada

65 céntimos, son 65…

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