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Los hogares pierden la cuarta parte de su riqueza en un año

Se reduce en 262.000 millones por la caída de los activos y la subida de las deudas

VIRGINIA ZAFRA

Caídas de las acciones, desplome de las inversiones en fondos de inversión, pérdidas en los planes de pensiones, cada vez más deudas... Ese fue el duro panorama que sufrieron las cuentas de los hogares españoles el año pasado y ayer el Banco de España le puso cifras: la riqueza financiera de las familias (que no incluye el patrimonio inmobiliario) descendió en 262.320 millones de euros en 2008, lo que supone una pérdida del 26,5%, más de una cuarta parte del total, lo que no se había producido desde que el organismo supervisor empezó a elaborar esta estadística en 1989.

El fuerte retroceso fue consecuencia de una caída de 230.400 millones en sus activos financieros (los depósitos, las acciones o los ahorros para la jubilación) y de un aumento de 31.900 millones en los créditos que deben a las entidades financieras.

Después de todo ello, la riqueza (activos menos deudas) quedó en 727.896 millones. Es la cifra más baja desde el cierre de 2002 (cuando explotó la burbuja inmobiliaria) y queda lejos del récord de un billón que alcanzó en marzo de 2007.

El culpable del descenso de los activos financieros fue, principalmente, la caída de la bolsa. El bajón del 40% que sufrió el Ibex 35 tuvo un reflejo directo en los bolsillos de los ciudadanos, que vieron cómo sus ahorros en acciones (incluídos los fondos de inversión y parte de los de pensiones) descendieron un 35%, hasta 527.000 millones. Parte de esta disminución se debió a que vendieron sus participaciones para llevar el dinero a un lugar más seguro, como los depósitos y el efectivo, que crecieron casi un 11%, hasta 809.000 millones.

Mientras, las deudas de los hogares siguieron creciendo, aunque lo hicieron al menor ritmo desde 1994 (un 3,5%), fruto de las dificultades para encontrar una entidad que les prestara dinero y también del menor interés existente por endeudarse ante el temor que provoca la crisis económica.

La evolución de las cuentas financieras de las empresas fue menos convulsa que la de los hogares, en su mayor parte por un efecto contable y también porque lograron que la caída de las bolsas les hiciera menos daño. Las propiedades financieras de las compañías descendieron en 211.300 millones pero, al tiempo, sus deudas disminuyeron en 356.300 millones, con lo que el resultado del ejercicio fue positivo.

Al término del año, sus deudas superaban en las empresas, el debe es habitualmente mayor que el haber en 1,5 billones a los activos, cuando un año antes, lo hacían en 1,67 billones. Eso fue consecuencia de la caída del valor de las acciones emitidas, que disminuyó sus deudas en casi medio billón. Sin embargo, los créditos con las entidades financieras o con otros acreedores, como los proveedores, aumentó un 4,6%, hasta superar ligeramente los dos billones.

 

 

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