La comparación que Joaquín Almunia hizo de la dramática crisis financiera de Grecia con la economía española y portuguesa le ha granjeado soledad dentro de la Comisión Europea y contundentes críticas fuera. Oficialmente, el Ejecutivo comunitario no comenta unas declaraciones cuestionadas por el presidente del Eurogrupo, Jean Claude-Juncker, o la vicepresidenta Elena Salgado. En privado, fuentes de la Comisión reconocen cierto malestar y sorpresa por un comentario desafortunado que algunos atribuyen a una inaudita ingenuidad.

El aparatoso desplome al día siguiente de las bolsas de Madrid, que cayó un 6%, y Lisboa, que perdió un 5%, obligan a la cautela en cuanto a futuras tomas de posición, aseguran estas fuentes. La prudencia que ya aplica Bruselas tiene un doble objetivo. Por una parte, no desautorizar a Almunia. Por otra, evitar una nueva provocación a unos mercados que digieren con nerviosismo los malos augurios.

Bruselas quiere evitar una nueva provocación a los mercados

El todavía comisario de Economía se despidió con una advertencia. Las dificultades económicas de España y Portugal son 'problemas en común' con las causas de la crisis en Grecia, país cuya economía está ya intervenida por los técnicos de Bruselas ante el riesgo de lo que se ha comenzado a llamar un 'Lehman Brothers europeo', es decir, la caída ya no de un banco, sino de todo un país.

'Es totalmente inapropiado que un cargo público haga ese tipo de comparaciones', dice el prestigioso economista Paul de Grauwe. 'La situación es totalmente diferente y Almunia sabe que sus palabras tienen un efecto en los mercados', asegura a Público. Para Cinzia Alcidi, investigadora del Centre for European Policy Studies, es evidente que España tiene una baja competitividad con respecto al resto de la zona euro, pero utilizar ese argumento 'y mezclarlo con otros para comparar a los tres países es irresponsable en un momento en el que los mercados son tan sensibles', asegura.

'Lo que pase en Grecia no tiene por qué pasar en España', añade Wolf Klinz, el eurodiputado alemán que preside la Comisión Especial para la Crisis Financiera de la Eurocámara. 'En Grecia el sueño se ha terminado', asegura. 'No es el caso, desde luego, de España', añade.