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Sin acuerdo en Grecia, se desata el miedo en Portugal

Caídas en las bolsas con la prima de riesgo lusa en máximos históricos

PILAR BLÁZQUEZ

Una vez más las previsiones fallaron. Los inversores, que se habían ido de fin de semana con la esperanza de que el domingo terminara con un acuerdo entre Grecia y sus acreedores, se despertaron este lunes con la decepción de que todo seguía igual o peor. El acuerdo no llegó y además Alemania lanzó a Grecia la rocambolesca invitación de ceder la gestión de sus finanzas a la Unión Europea. La idea fue fuertemente rechazada incluso por la UE. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se negó enérgicamente. 'No es aceptable', aseguró.

El ministro de Economía griego, Evángelos Venizelos, aseguró que, ante todo, Grecia va a mantener su dignidad nacional. Aunque esa declaración podría sonar a que Grecia está dispuesta a provocar una quiebra desordenada, no parece que los mercados estén contemplando esa posibilidad. 'El acuerdo es casi seguro. Es la demora lo que está poniendo nerviosos unos mercados que se han pasado de optimistas durante el mes de enero', asegura Daniel Pingarrón, estratega de IGMarkets.

La reacción de las bolsas a la falta de acuerdo fue negativa, pero se agudizó con otra noticia que sentó mucho peor: el anuncio de que Francia aplicará una especie de Tasa Tobin a las transacciones financieras a partir de agosto.

La indignación se tradujo en fuertes ventas de los valores financieros galos, que superaron el 7% en los títulos de BNP Paribas y más del 6% en los de Société Générale. En la memoria de los inversores está la caída del 95% del volumen de mercado que se produjo en Suecia cuando ese país decidió aplicar una tasa a las transacciones financieras. Ese fuerte castigo a sus valores financieros llevó a la Bolsa francesa a perder un 1,60%.

Tampoco tuvo un buen día el sector financiero español tras la advertencia de la agencia de calificación Moody's de que la ausencia de dinero público en su proceso de consolidación puede traducirse en un deterioro de las condiciones crediticias de las entidades más grandes. Además, los niveles de solvencia de las entidades financieras se verán negativamente afectados, según Moody's, por la mala evolución económica del país. Tras esto, el Ibex 35 perdió un 1,62%, hasta los 8.517 puntos.

Pero, sin duda, el mercado más castigado fue el luso. La Bolsa de Lisboa cayó un 2,45%, tras el fuerte castigo que el país está sufriendo en el mercado de deuda. La prima de riesgo portuguesa ascendió 224 puntos, hasta los 1.560 puntos básicos, y el tipo de interés de los bonos a 10 años se disparó al 17,3%, los niveles más altos en la era del euro. Se está comprobando que, como le pasa a Grecia, las medidas de austeridad no están dando resultados y Portugal ha tenido que revisar a la baja sus previsiones de crecimiento. Esto hace pensar a los mercados que también va a necesitar un segundo rescate. 'Una nueva ayuda a Portugal genera mucha dudas, porque la UE prometió que sólo en el caso griego había quitas al sector privado', advierte Pingarrón.

El contagio era fácil. La posibilidad de que Bruselas vaya a tener que revisar los objetivos de déficit porque España es incapaz de cumplir los actuales sirvió para presionar a la prima de riesgo española, que subió 14 puntos, hasta los 324 puntos básicos. Incluso italiana escaló 27 puntos, hasta los 430 puntos básicos, a pesar de que el Tesoro transalpino colocó con éxito bonos a cinco y diez años.

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