Según la nueva metodología contable, el PIB español ha aumentado en un 2,6%, o lo que es lo mismo en 26.193 millones de euros. El último dato conocido a finales de 2013 indicaba que el PIB ascendía entonces a 1,023 billones y ahora son 1,049 billones. Lo que no crece, por mucho cambio contable que haya, son los salarios: según los datos actualizados, la remuneración de los asalariados ha bajado en 41.626 millones de euros entre 2011 y 2013 (es decir, desde que el PP llegó al poder),  lo que en cifras brutas supone un descenso del 7,8%.

En 2011, antes de la victoria del PP en las elecciones, la remuneración total de los asalariados alcanzó los 531.879 millones de euros; dos años después la cifra se quedaba en 490.253 millones de euros. En esta bajada influye notablemente la pérdida de puestos de trabajo: según los nuevos datos de contabilidad nacional entre 2011 y 2013 se han perdido 1.242.000 empleos. A menos asalariados, menos masa salarial.

Pero en estos tres años también ha bajado la remuneración media por asalariado, en concreto un 0,67%. Este dato contradice abiertamente el discurso del Gobierno y de la propia CEOE, que en varias ocasiones han negado que los salarios hayan bajado. Los nuevos datos del PIB indican que en 2011 la remuneración media por asalariado era de 30.861 euros; en 2013 bajó a 30.654. 

Mientras los salarios bajaban los beneficios empresariales crecían. Según el INE el excedente de explotación bruto, que mide lo que les sobra a las empresas, no ha dejado de crecer en todo el tiempo que el PP lleva en el poder. 

La nueva estadística revela también que la economía española ha sumado cinco años consecutivos de recesión y no tuvo recuperación en 2011, ya que el PIB cayó un 0,6% y no creció  un 0,1% tal como señalaba la serie anterior. Además, la economía cayó en 2012 el 2,1%, más que el 1,6% estimado con el anterior cálculo. Sin embargo la variación interanual del PIB en 2013 se mantuvo igual, en una caída del 1,2%. Y es que los cambios metodológicos en su conjunto representan un 0,84% del PIB en el año 2010, con la base de ese mismo año.

La buena noticia para el Gobierno es que tras los cambios el porcentaje sobre el PIB de la deuda y el déficit público se verán reducidos de forma proporcional al aumento del PIB nominal. En la práctica, que el PIB aumente en 26.193 millones de euros implica que el Gobierno de Mariano Rajoy podrá gastar 2.400 millones de euros más en 2014 y 2015  sin alterar el objetivo de déficit —el 5,5% del PIB para 2014 y 4,2% para 2015—.

El Ejecutivo también ha visto cómo el nivel de deuda sobre el PIB baja también un 2,6%: en concreto la deuda pública se ha visto recortada al 96,4% del PIB en el segundo trimestre del año, frente al 98,9% que se publicó hace apenas dos semanas (2,5 puntos porcentuales menos). Datos de los que el Ejecutivo podrá presumir aunque no sea mérito suyo.