MADRID.- Las decenas de empresas supuestamente vinculadas al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que está siendo investigado por la Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción por delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, forman una red societaria que logró unos beneficios fiscales que alcanzaban cerca de 20 millones de euros, según publica este martes el diario Expansión. 

Esa cantidad de dinero se podía disfrutar hasta el año 2030 mientras que otras cantidades ya han sido deducidas en los últimos años. El análisis realizado por el rotativo a casi dos decenas de esas sociedades que supuestamente estaban controladas por el exdirector gerente del FMI arroja que la mayor parte de ellas arrojaban pérdidas en los últimos años y algunas de ellas apenas tenía actividad de facturación. Por ejemplo, Aurosur apenas tuvo 4.300 euros de ventas en 2013 pero se apuntó pérdidas de 5,3 millones. Así, la empresa podría estar descontándose esa cantidad de los impuestos hasta 2018, empezando este año con 5,2 millones de euros.

Debido a esas pérdidas las empresas podían acumular lo que se denomina como crédito fiscal. Es decir, una especie de bonificación fiscal para que, cuando en un futuro esa empresa obtuviese beneficios, pudiera descontarse esa cantidad del impuesto de sociedades. En la documentación de algunas de esas sociedades se concreta un calendario detallado para acogerse a esas deducciones.

Los administradores de las empresas

También llaman la atención otros dos aspectos de ese complejo entramado societario. El primero tiene que ver con los nombres que figuran como administradores de las mismas. En algunas de esas compañías era el propio Rodrigo Rato el que figuraba como administrador o apoderado. Es el caso de Rodanman, Rafi, Rafi Tealsa, Vistarties o Arada. En otras son directamente miembros de su familia, como María Ángeles de Rato Figaredo (su hermana) o Ángela de la Rosa Rato (su sobrina) o Ángeles Alarcón (su exesposa), las que figuran al frente de las empresas. Y en otras figuran el que es considerado como el hombre de máxima confianza de Rato y su administrador a la sombra, Miguel Ángel Montero Quevedo, y su secretaria personal, Teresa Arellano Carpintero.

Otro nombre que figura en la relación de estas empresas, según los datos del Registro Mercantil, es el de Santiago Cobo, marido de Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz. Cobo preside una de las sicav del entramado de Rato, en concreto Donald Inversiones Sicav. Su cargo lo ostenta desde hace seis años. Además, Cobo y Rato comparten una empresa en la que el expresidente de Bankia es el apoderado y el marido de Martínez es el administrador único. Se trata de la sociedad El Manantial de Información.

Todas estos nombres han sufrido un continuo baile en cuanto a los cargos que han ido ostentando en las diferentes empresas vinculadas a Rato, un baile intensificado en los últimos meses, a medida que los frentes judiciales contra el exvicepresidente del Gobierno se iban ampliando. Por ejemplo, Explotaciones de Carabaña, donde fue apoderado el propio Rodrigo Rato, ha tenido tres cambios en este cargo en los últimos años.

Dos sedes, el domicilio y la oficina de Rato

El otro aspecto que llama la atención son las sedes de todas estas empresas. Ahí, la sofisticación desaparece. Y es que la mayoría de ellas o bien se encuentran situadas en el número 33 de la calle Ramón de la Cruz de Madrid, es decir el domicilio particular de Rato, o bien en el número 50 de la calle Castellón, donde se ubica su oficina. En el primer lugar se encuentran radicados tres grupos energéticos, dos inmobiliarias, dos empresas de comercio al por mayor y una sociedad de intermediación de valores.