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La angoleña Dos Santos impide la reelección del primer ejecutivo del BPI, banco pretendido por Caixabank

El enfrentamiento en el seno del banco portugués se traslada a la junta de accionistas

Una oficina del Banco Portgués de Inversiones (BPI), en Lisboa. REUTERS/Rafael Marchante

AGENCIAS

OPORTO.- La inversora angoleña Isabel dos Santos, segunda mayor accionista del Banco Portugués de Inversión (BPI), impidió este jueves con su voto que el consejero delegado e la entidad, Fernando Ulrich, pueda ser reelegido. Durante la asamblea general de accionistas del BPI celebrada en Oporto, Dos Santos bloqueó la aprobación de una propuesta dirigida a aumentar el límite máximo de edad para formar parte de la comisión ejecutiva, actualmente fijado en los 62 años.

En la práctica, este rechazo evitará cualquier opción de que Ulrich continúe como máximo responsable de la comisión ejecutiva, cargo que ocupa desde 2004. El mandato del primer ejecutivo expira en diciembre de este año, según los estatutos de la firma portuguesa. Para salir adelante esta modificación en el límite de edad era necesario el apoyo a la medida de dos tercios de los accionistas, y los votos a favor representaron apenas el 63%.

Otro punto de la agenda que también fue bloqueado por Dos Santos (con idéntico reparto del voto) fue la propuesta de permitir ampliaciones de capital de hasta 500 millones de euros con el visto bueno únicamente del Consejo de administración del BPI, sin necesidad de consultar a los accionistas como hasta ahora.

La negativa de Dos Santos refleja el clima de enfrentamiento que se vive en el seno del banco debido al conflicto abierto con el principal accionista, el español CaixaBank, que presentó la semana pasada una oferta para hacerse con el control total del BPI.

La opa lanzada por la casa española (con una participación del 44,1%) se produjo después de romperse el acuerdo alcanzado con Dos Santos (con el 18,6% del capital) para resolver la excesiva exposición de la entidad portuguesa a Angola y evitar así una sanción de Bruselas. El pacto quedó "sin efecto" una semana después de ser firmado, dejando así al BPI en situación de incumplimiento de las exigencias del Banco Central Europeo, por lo que se arriesga a ser penalizado.

El presidente de BPI, Artur Santos Silva, dijo que el banco llevaría las dos propuestas a una nueva votación después del 1 de julio, cuando entra en vigor un cambio en la ley sobre las limitaciones que actualmente limitan los derechos de voto en la entidad. "Estoy muy tranquilo", dijo Santos Silva. "El problema de la limitación de los accionistas tiene una vida útil corta, tenemos en marcha una oferta pública de adquisición por el mayor accionista"

Un límite del 20% a los derechos de voto ha permitido hasta ahora a Dos Santos defenderse de los intentos de CaixaBank para controlar el banco, pero la limitación será levantada después de un decreto del gobierno anunciado la semana pasada.

La administración del banco culpó a Dos Santos de "no respetar lo que había sido acordado", mientras la inversora angoleña (la mujer más rica de toda África e hija del presidente de su país de origen) negó que el acuerdo estuviera en ningún momento cerrado al 100% y atribuyó la responsabilidad a las exigencias de la firma española.

Santos Silva también dijo que BPI estaba en estrecho contacto con el Banco Central Europeo sobre la exposición del banco a Angola, donde tiene una participación del 50,1 por ciento en el banco de BFA. La exposición, si no se reduce, podría dar lugar a multas diarias de hasta 162.000 euros. El banco ha considerado previamente una escisión de sus activos africanos y Santos Silva dijo que la idea podría ser retomada. 

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