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"Con once años, ya había decidido que sería legionaria"

Defensa celebra con una campaña institucional el 20º aniversario de la primera mujer militar

LUIS CALVO

Con apenas once años y sumergida en una España machista que despertaba de la Transición, Pilar Hernández decidió que quería ser legionaria. Pese a que la ley se lo impedía, lo consiguió. En la España de los ochenta el Ejército seguía vetado al sexo femenino. Pero el país cambiaba a marchas forzadas y en 1988 se abrió la puerta de las Fuerzas Armadas a las mujeres. Sólo un año después, Pilar Hernández ingresaba en la Legión.

Fue una de las ocho primeras mujeres en acceder a unidades de combate. Antes que ella, en 1988, las únicas seis mujeres reclutadas no habían podido elegir entra todas la unidades. Varias, recuerda, fueron destinadas a labores sanitarias en hospitales.

Desde entonces han pasado 20 años y Hernández es una de las 144 mujeres que ocupan el puesto de comandante, la mayor escala alcanzada por una militar en España. Su caso es uno de los tres con los que el Ministerio de Defensa ilustrará la campaña institucional para celebrar las dos décadas de mujeres en el Ejército. Como ella, Rocío González, número uno de su promoción de pilotos de combate, y Montserrat Martínez, marinera embarcada en la flota española, protagonizarán sendos anuncios de televisión.

Hernández, destinada en la Unidad Militar de Emergencias y con experiencia en misiones internacionales, asegura que se ha logrado alcanzar la plena normalidad. 'Yo pasé cinco años sin coincidir con ninguna mujer. Simplemente no las había. Ahora no suelo tener problemas cuando pido incorporar alguna en mis unidades. Aportamos otra forma de actuar, con más delicadeza', explica.

Según las últimas estadísticas, más de 15.000 mujeres desempeñan en España un oficio copado fundamentalmente por hombres. Las mujeres representan el 12,3% de los militares españoles, es decir, una de cada ocho. Aunque lejos de la igualdad, España es el segundo país con mayor número de personal femenino en su Ejército, sólo por detrás de Francia.

Menos peso tienen entre los oficiales. Sólo el 5,5% de los mando, aproximadamente, son mujeres y ninguna alcanza el cargo de teniente coronel. También en este caso, Hernández lo ve como algo normal. 'Es una cuestión de tiempo. En las promociones que han ascendido hasta ahora eran sólo masculinas. A la mía aún no le ha tocado. Ni a mujeres ni a hombres. Cuando llegue ascenderemos juntos', explica.

En veinte años, el Ejército se ha ido adaptando para conseguir la igualdad plena. Se han construido centro infantiles en zonas militares, impulsado el Plan Concilia, protegido a las militares víctimas de la violencia de géneros. Incluso, en 2004, se reguló la uniformidad durante el embarazo. El empujón de los últimos años ha sido importante.

Pero costó arrancar. En 1995 las mujeres suponían sólo el 0,1% del Ejercito. Entonces ni siquiera podían optar a todos los destinos. Aunque tres años antes se había levantado algunas restricciones, la ley mantenía ciertas limitaciones para algunas unidades. No podían, por ejemplo, formar 'parte de dotaciones de submarinos ni buques menores en los que sus condiciones no permitan su alojamiento en condiciones adecuadas.' En este sentido, también ha existido un esfuerzo por adaptar cada vez más los acuartelamientos.

El último impulso a la igualdad ha sido civil. Por primera vez en la historia, una mujer, la catalana Carme Chacón, ocupa la cartera de Defensa. Será ella quien inaugure la exposición multimedia sobre las militares españolas que permanecerá hasta el 21 de septiembre en el museo naval. Además, el sábado 13 Chacón entregará a las militares que se incorporaron hace ya dos décadas a las Fuerzas Armadas el premio Idoia Rodríguez, en memoria de la primera mujer fallecida en misión de paz.

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