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Españoles en la sala de espera

La búsqueda del acta de nacimiento ralentiza las nacionalizaciones del exilio

DIEGO BARCALA

El acta de nacimiento del abuelo, cuando este partió hace 70 años en un barco camino del exilio, no es un documento fácil de encontrar. Sin embargo, es la clave para que los nietos de los republicanos que huyeron del franquismo puedan beneficiarse del decreto que otorga la nacionalidad española a los descendientes del exilio.

En el primer trimestre de 2009 han completado el trámite con éxito 10.010 personas. El Gobierno cree que hay medio millón de potenciales nacionalizaciones de este tipo, pero la búsqueda del acta de nacimiento, junto a otros problemas administrativos, ralentizan los trámites.

'Van al consulado y lo único que pueden acreditar es que su abuelo era de Asturias. Así es imposible', ejemplifica el secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios, Javier Elorza. Nietos e hijos se han visto obligados a rebuscar en los archivos familiares en la búsqueda del registro municipal del pueblo donde nació su antepasado. Y la ley no permite que se entreguen actas bautismales, donde se hacían oficiales gran parte de los nacimientos a principios de siglo.

A pesar de los problemas burocráticos, el interés en los consulados latinoamericanos por la nacionalidad ha sido considerable. Fuentes del Ministerio de Exteriores reconocen que algunos consulados están desbordados. Desde enero hasta marzo se han presentado 39.134 expedientes. De ellos, más de 36.000 corresponden a países latinoamericanos, sobre todo de Cuba, Argentina, Uruguay, México y Venezuela. La gran mayoría del resto de peticiones han llegado del consulado de París.

La presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio, Ludivina García, es una de las personas que se ha acogido a su derecho a ser española. Ayer prometió su nueva nacionalidad, que compartirá con la mexicana, sin someterse al rey, tal como establecen los protocolos de juramento o promesa de la nacionalidad española.

La adjunta primera del Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano y Carrió, amparó en un escrito del pasado 14 de abril el derecho constitucional de los descendientes de republicanos a acogerse a una fórmula que impida 'jurar fidelidad al rey'. La posibilidad pasa por mencionar 'por imperativo legal' en el momento en el que se exige el juramento o la promesa.

La asociación que preside Ludivina García ha servido de enlace entre el Gobierno y algunos descendientes de españoles en latinoamérica a través del portal www.exiliados.org.

Muchos afectados han planteado que algunos consulados han negado la nacionalidad a nietos de abuelas que perdieron la nacionalidad española al casarse con un extranjero, tal y como estableció una reforma franquista del Código Civil de 1954. Fuentes de Exteriores aseguran que los consulados han sido informados de que la condición de exiliado no establece diferencias entre hombres y mujeres.

Los casos excepcionales cuyas características no se acojan al decreto que otorga la nacionalidad a los descendientes del exilio serán tratados directamente por el Consejo de Ministros, según el secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios, Javier Elorza. Son casos como el de los descendientes de Francisco González Escudero, muerto en la resistencia francesa contra la ocupación nazi en 1945.El Ministerio de Justicia envió una carta al consulado español en París para informar de que perdía la nacionalidad 'por haber prestado servicio de las armas en Francia'.

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