La pregunta del verano en Catalunya, qué debe hacer el president Montilla si el Tribunal Constitucional modifica o anula aspectos básicos del Estatut, tiene una respuesta clara según el Publiscopio. La mayoría no se conformaría con un Estatut recortado: un 34,9% defiende que en ese caso se inicie el proceso de cero redactando un nuevo texto y sometiéndolo a referéndum, mientras que un 17,5% plantea ignorar directamente el mandato de la Justicia. Sólo un 21,5% prefiere que la Generalitat se cruce de brazos y se limite a acatar la sentencia.

Ahora bien, aunque la ciudanía apoya una respuesta contundente, no avala ningún tipo de escenificación dramática, como la retirada de los diputados de Madrid, ni apoya mayoritariamente que la Generalitat convoque una manifestación de protesta.

Sólo el 21% apoya que Montilla acate sin más una sentencia adversa

El Estatut es en general bien valorado, aunque sin grandes aspavientos. Un 40,4% considera que es bueno, frente a un 17,1 que cree que es malo. Los más críticos son los votantes del PP (48%), por excesivo, y los de ERC (26%), por insuficiente, mientras que los más partidarios son los de ICV-EUiA (58%), seguido de los del PSC (54%) y los de CiU (50%).

En lo que se refiere a la financiación, y a pesar de la campaña del PP para denunciar el favoritismo de Zapatero hacia Catalunya, el pacto de financiación tampoco despierta grandes pasiones. El 33,7% lo considera bueno mientras que un 30,7% lo ve regular o malo. Sí que una mayoría lo juzga mejor que el de 2001 de CiU y el PP.

Curiosamente, hay más críticos con el acuerdo en las filas de ERC, un 39%, cuando este partido lo ha avalado, que entre los de CiU, divididos casi a partes iguales. Ello demuestra las dificultades de ERC para trasladar a su electorado sus decisiones. Por otro lado, la mitad de los votantes del PP admite que el acuerdo es bueno.

La mayoría cree que el nuevo texto estatutario es bueno

A pesar, pues, de que ni el Estatut ni el acuerdo de financiación despiertan grandes euforias, se puede afirmar a que seis años de debate no han rebajado las ansias de los catalanes por aumentar su autogobierno. De hecho, una mayoría de un 62,8% defiende ese aumento en diferente grado. Un 28,7 cree que Catalunya debe ser una comunidad pero con más autogobierno, un 23,1% cree que debe ser un estado asociado y un 11% opta por la independencia.

Este panorama nos dibuja una Catalunya dividida en tres tercios. El primero lo conformarían los independentistas y confederales, partidarios de rebasar los límites que fija la Constitución, un segundo que se inclina por desarrollar al máximo el marco legal actual, y otro que prefiere no tocar el estatus quo (26,3%) o incluso dar marcha atrás y volver a ser una región (6,6%).

Director de la investigación: José Luis de Zárraga.

Trabajos de campo: Obradoiro de Socioloxia.

Universo: Población española de 18 años y más.

Muestra: 1.500 entrevistas (Barcelona 600, Girona, Lleida y Tarragona, 300 cada una).

Tipo de entrevista: Entrevista telefónica con sistema CATI.

Diseño muestral: Muestra estratificada por provincias y tamaño de municipio. Muestreo bietápico de hogares e individuos. Selección aleatoria, con cuotas de sexo, edad y actividad.

Error de muestreo: El error de muestreo más alto (con seguridad del 90 %) es de + 2,1.

Fechas del trabajo de campo: 1-4 septiembre de 2009 .