Son miles de personas pero se han quedado lejos, muy lejos, del medio millón de personas que auguraron los organizadores de la misa por las familias que se se celebra en Madrid en defensa de la familia tradicional (papá, mamá y los niños).

El plato fuerte de esta larguísima misa —que ya cumple su cuarta edición, este año bajo el lema La familia cristiana. Esperanza para Europa—  ocurrió a media mañana, cuando los organizadores conectaron con el Papa Benedicto XVI por videoconferencia.

Joseph Ratzinger instó este domingo  a las familias a ser 'auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión' y las alentó a vivir con renovado entusiasmo la vocación cristina en el seno del hogar, 'como genuinos servidores del amor que acoge, acompaña y defiende la vida', dijo. El prelado aprovechó la ocasión enviar un un saludo afectuoso a las numerosas personas reunidas en Madrid para, tal y como ha recordado, celebrar 'con gozo el valor del matrimonio y la familia'.

El Papa alentó a las familias a vivir con entusiasmo su vocación cristiana

Según el Papa, 'la mirada maternal de la Virgen, la amorosa protección de San José y la dulce presencia del Niño Jesús son una imagen nítida de lo que ha de ser cada una de las familias cristianas, auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión, en los que también se trasmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad'.

Luego pidió a las familias que hagan de sus casas 'un verdadero semillero de virtudes y un espacio sereno y luminoso de confianza' donde se pueda discernir la llamada del Señor.

'Que Dios os bendiga siempre', ha concluido el Papa su alocución en española, seguida por los numerosos fieles que han acudido a la misa, una iniciativa del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que ha presidido la Eucaristía, concelebrada por más de 50 prelados.

Como ya es tradicional, Rouco Varela, el arzobispo de Madrid, no quiso aparecer solo ante los fieles y se rodeó de varios obispos europeos. Éstos también animaron a las familias a tener 'coraje' frente a todo aquello que las 'destruye' y defendieron el amor entre hombre y mujer para que, por medio del sacramento del matrimonio, transmitan la vida y la fe.

En este sentido, el arzobispo de Avignon (Francia), monseñor Jean Pierre Cattenoz, instó a enfrentarse a la 'cultura de la muerte' y a tener el 'coraje de decir no a lo que ataca y desfigura' la familia, a la introducción 'insidiosa' de la teoría de género, al rechazo del don de la vida, al matrimonio homosexual, al derecho a abortar y a la eutanasia 'rampante'.