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FAES copia al Gobierno parte del plan energético

La fundación del PP apuesta por las empresas dedicadas a la eficiencia y el impulso al ferrocarril. Apoya los nuevos contadores de la luz

A. M. VÉLEZ

El martes, el presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamaba al Ejecutivo 'una política energética como Dios manda' para criticar el plan de ahorro aprobado la semana pasada para intentar reducir la dependencia del petróleo. Sin llegar a encomendarse a la providencia, como Rajoy, las propuestas en materia energética del laboratorio de ideas de los conservadores, la fundación FAES, no van mucho más allá del plangubernamental.

El informe Propuestas para una estrategia energética nacional, recién publicado, recoge algunas medidas que figuran en el plan del Gobierno, como la puesta en marcha de campañas de sensibilización y el impulso a las empresas de servicios energéticos, que realizan proyectos de ahorro y cobran con lo que deja de pagar el cliente en su factura. Según FAES, este sector, al que el Gobierno ha destinado una línea de crédito de 600 millones de euros, es 'una vía de actuación singular'. La fundación también propone 'políticas de mejora de la eficiencia energética en el sector del transporte [que no explicita], incluyendo el fomento del transporte de mercancías por ferrocarril'.

FAES, contra el criterio del PP, pide agilizar la prospección de crudo

El informe, que menciona de pasada al coche eléctrico, apuesta por el fomento de los contadores electrónicos, una medida que no figura en el plan del Ejecutivo, pero que lleva tiempo en marcha, a través del denominado Plan Contador, aprobado en 2009. Este programa pretende que todo el parque de contadores sea electrónico (lo que permite gestionar la demanda y optimizar el consumo del cliente) en 2018, para cumplir con la normativa europea.

El documento se aparta de las ideas del Ejecutivo en su decidida defensa de lo que denomina 'renacer nuclear' (un asunto sobre el que el Gobierno mantiene una calculada ambigüedad) y en algunas propuestas de escasa concreción, como la de 'fomentar, con planes específicos, la mejora de la eficiencia energética en el sector terciario comercial y residencial, orientándolos a soluciones basadas en el mercado y a proyectos intrínsecamente rentables'.

También aboga por 'priorizar' la eficiencia energética en los programas nacionales de I+D y defiende iniciativas que poco tienen que ver con el ahorro, como la de 'proporcionar un marco administrativo ágil y transparente que permita la exploración de los recursos petrolíferos y gasísticos potencialmente disponibles en territorio y aguas españolas, como las situadas cerca de las islas Canarias'.

Considera que el bono social 'es una medida ineficiente e injusta'

El PP, incluyendo a su presidente de honor, José María Aznar (que también lidera FAES), se ha mostrado a favor de buscar crudo en España, aunque con matices. Los conservadores han apoyado sin reservas las prospecciones en Canarias, pero rechazan que se haga lo mismo frente a las costas de Valencia. Ayer mismo, el pleno del Senado acordó, con el voto a favor del PP, derogar los permisos que otorgó el Gobierno para realizar sondeos entre el golfo de la Comunidad Valenciana y el archipiélago balear.

El documento de FAES que, como el resto de informes de la fundación, no es vinculante para el PP, reconoce que 'las políticas de ahorro y eficiencia energética, y de reducción de la intensidad energética de las economías, son un medio para reducir la presión sobre los precios del petróleo y de las restantes energías primarias de origen fósil', aunque también cuestiona que España tenga una de las mayores tasas de intensidad energética (cantidad de energía necesaria para producir riqueza) de la UE, por el efecto de la economía sumergida (la intensidad está ligada al PIB).

Sebastián dice que el informe no tiene 'ni una sola medida de ahorro'

El asunto de la eficiencia energética aparece citado con profusión en las 178 páginas del documento, pero las propuestas escasean. En materia de energías renovables, aboga por una 'suspensión temporal' de las subvenciones a estas tecnologías, que implantó, precisamente, el PP en su último Consejo de Ministros, el 12 de marzo de 2004. Es su fórmula para acabar con el denominado déficit de tarifa (diferencia entre ingresos y costes del sistema eléctrico), una figura creada por los Gobiernos de Aznar para contener la inflación, que se ha disparado en las dos legislaturas del PSOE.

De forma ambigua, el documento aboga por 'una reducción significativa de los costes energéticos y por una adaptación progresiva de las tarifas a los costes reales' y recuerda que 'un precio indebidamente bajo por no recoger el déficit incita al consumo o, al menos, no al ahorro, haciendo así vano cualquier intento de mejorar la eficiencia energética'. FAES no aclara si eso implicaría que la luz debe subir.

Respecto a la reducción de los costes, el informe reclama que los planes de eficiencia energética no dejen de sufragarse con la tarifa de la luz, algo que ya se hace desde el año pasado (los planes los pagan, en su mayor parte, las eléctricas) y considera que el bono social (que ofrece tarifas reducidas para los colectivos más desfavorecidos) es una medida 'ineficiente' e 'injusta', que pide sustituir por incentivos fiscales.

El coordinador del informe es Pedro Mielgo, que presidió Red Eléctrica durante la etapa del PP y que, en su momento, fue muy escéptico respecto al potencial de la energía fotovoltaica. Mielgo se sienta actualmente en el consejo de la empresa británica Engico, que ha sondeado la compra de huertos solares en España, según fuentes del sector.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, acusó ayer a FAES de no incluir 'ni una sola medida de ahorro energético' en su informe y anunció que convocará 'lo antes posible' una conferencia sectorial con las comunidades autónomas y ayuntamientos para analizar el desarrollo de las medidas de ahorro aprobadas el pasado viernes.

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