El PSOE ha cosechado su peor resultado electoral de la reciente historia democrática. Los 6,27 millones de votos obtenidos el pasado 22-M representan el 27,8% de las papeletas, una décima menos que las conseguidas en las primeras elecciones municipales, en abril de 1979, cuando lograron 4,67 millones de sufragios, el 27,9%. En esta batalla, los socialistas han perdido 1,5 millones de votos respecto a 2007 y el PP le aventaja en 10 puntos. En los comicios de 1995, la diferenciaascendió a un millón de votos y 4,4 puntos.

Los expertos consultados por Público analizan a dónde han ido los votos que ha perdido el PSOE, si han cruzado la frontera ideológica entre izquierda y derecha o si, por el contrario, han optado por la abstención u otras alternativas. También examinan si los conservadores están en disposición de lograr mayoría absoluta en las próximas elecciones generales, que el presidente del Gobierno prevé convocar para marzo de 2012, según ha anunciado. ¿Son suficientes los diez puntos de ventaja del PP respecto al PSOE para prever una mayoría absoluta?

La abstención recoge la mayor parte de votos que ha perdido el PSOE

La diferencia entre socialistas y conservadores en el año 2000, cuando el PP logró mayoría absoluta, fue justamente de 10 puntos. Pero más que por el paralelismo numérico, para Ignacio Urquizu, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, es 'factible que los conservadores lo consigan, teniendo en cuenta que parte del voto a las candidaturas independientes es conservador'.

Las listas que concurren a las municipales recogen mucho voto conservador, según explica Urquizu, que muy probablemente se vaya al PP en las generales. 'Están impulsadas en su mayoría por empresarios y constructores de la costa, como la de Sandokán (el constructor Rafael Gómez) en Córdoba', apunta, recordando que el pasado domingo las candidaturas independientes que están recogidas en el grupo de resto recibieron casi 1,7 millones de votos.

Más cauto se muestra el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Santiago Guillermo Márquez. 'No podemos hacer comparaciones entre elecciones de distinto orden, por mucho que el PP se haya empeñado en presentar estas municipales en clave nacional', subraya.

Pero la ventaja de los conservadores es tan significativa que el catedrático de Ciencia Política de la UCM Julián Santamaría lo considera probable. 'No es descartable que con diez puntos de ventaja el PP obtenga mayoría absoluta'. Conscientes de que hay muchas variables que pueden influir en el resultado, otros expertos tienen dudas. De una parte porque aún no se sabe con certeza cuándo serán las elecciones y, de otra, porque la transferencia de votos no ha sido del PSOE al PP.

Desde esta perspectiva, el catedrático de Sociología y Opinión Pública de la UCM Fermín Bouza advierte que el PP puede ir a más o menos. 'El principal problema que tiene es que no sube en votos'. Los conservadores, remarca Bouza, tienen un 'límite por arriba' que les impide progresar. 'Si en las actuales condiciones de crisis, y con los problemas del PSOE, el PP sólo es capaz de adelantar a los socialistas en medio millón de votos, quiere decir que va a tener muchos problemas'.

'UPyD come a dos carrillos, a la izquierda y a la derecha', dice Bouza

Las urnas han contabilizado este 22-M 557.956 papeletas más al PP que en 2007 y 1.484.778 menos para el PSOE. ¿Cómo se explica este trasvase de votos? ¿A dónde han ido? Para Bouza, la ganancia en el lado de los conservadores no procede completamente de los socialistas. 'El medio millón de votos que ha ganado el PP no proviene del PSOE. Si acaso 200.000 o 300.000, como mucho'. Y advierte que 'sólo podremos saberlo con más precisión cuando tengamos los estudios postelectorales'.

Con este cálculo, Bouza subraya que el PSOE 'ha metido muchos votos en la abstención, que es lo que le viene ocurriendo desde hace tiempo. No consigue movilizar a la gente'. En esta dirección apunta también Santamaría: 'Cuando el electorado socialista se muestra renuente a movilizarse dos meses antes, después no opta por movilizarse sino abstenerse'.

A falta de encuestas postelectorales, Urquizu también se fija en la abstención. De acuerdo con los datos del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de abril de 2011, 'la mayor transferencia de votos no era al PP sino a la abstención y la indecisión', a la que añade también un porcentaje menor a IU. El sociólogo electoral apunta además a una nueva 'configuración de la abstención'. Según Urquizu, el pasado 22-M gente conservadora, que no votaba, acudió a las urnas; y a la inversa.

Otra parte 'minoritaria' de ese medio millón de sufragios menos que han cosechado los socialistas, señala Santamaría, se ha 'dispersado entre IU que siempre avanza cuando el PSOE retrocede, UPyD y el PP'. Estos últimos son los que han cruzado la línea ideológica entre izquierda y derecha que en España, explican varios expertos, es muy fuerte. De hecho, todos los consultados coinciden en resaltar la poca transferencia entre PSOE y PP.

La federación de izquierdas logró el pasado domingo 207.099 votos más que en las anteriores elecciones. Urquizu señala que la transferencia que auguraban las encuestas ha sido mayor. Sin embargo, IU padece el mal de los 'partidos pequeños. La crisis económica le ha podido ayudar a coger un pequeño repunte, pero lleva mucho tiempocayendo'.

Los independientes cosecharon 1,7 millones de votos que podrían ir al PP

En cuanto a UPyD, Bouza señala que esta formación 'come a dos carrillos, al PSOE y al PP'. En sus primeros comicios locales, ha conseguido 465.125 sufragios, que los sociólogos consultados creen ha arañado por los dos lados de la escala ideológica. No obstante, recuerdan los expertos, UPyD no se presenta en todos los municipios. 'Su notabilidad se da, sobre todo, en Madrid', apunta Santamaría, recordando que ha obtenido ocho diputados en la Asamblea de Madrid y cinco ediles en el ayuntamiento.

La dispersión del voto, explica el sociólogo, puede deberse a que estas elecciones no eran muy reñidas. 'Cuando lo son y puede ganar tanto el PSOE como el PP, el voto se concentra en torno a los dos grandes partidos'. En caso contrario, el voto se dispersa. Y es ahí donde entra en juego la fidelidad del electorado. 'En el PP el techo y el suelo están prácticamente en el mismo nivel, porque la lealtad es más alta, mientras que en el PSOE la distancia es mucho mayor. Entre los socialistas hay una masa de votantes que se abstiene e incluso vota a otros'.