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"Una campaña muy dura"

Rajoy y Rubalcaba hablaron durante más de 15 minutos antes del desfile

I. ADURIZ

Fue la comidilla de la mañana entre los periodistas que asistieron al desfile militar del 12 de octubre y a los que la organización colocó justo enfrente del palco de las autoridades. '¿De qué habrán hablado Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy durante más de 15 minutos?', se preguntaban los informadores. A lo lejos se les veía gesticular, incluso sonreír. Pero la distancia unos 200 metros hacia imposible escuchar nada.

Las dudas se disiparon horas después. Los candidatos a la presidencia del Gobierno de PP y PSOE no trataron sobre la supresión de las diputaciones, los Presupuestos Generales de 2012 o el escudo antimisiles de la OTAN. Eso es al menos lo que aseguraron fuentes conocedoras de esa conversación. Al parecer, fue una charla mucho más prosaica.

Los candidatos intercambiaron impresiones sobre fútbol

Rubalcaba y Rajoy, rivales el 20-N, hablaron de fútbol, del deporte en general y, como no, de la campaña electoral. Ambos coincidieron en que va a ser 'una campaña muy dura'. Los habituales reproches y ataques que se dedican ambos en sus respectivos actos políticos se tornaron en una aparente simpatía en los momentos previos al desfile militar. A ambos candidatos tan sólo les separaba Elvira Fernández, la mujer de Rajoy, que también mostró complicidad conRubalcaba durante el acto.

La bandera, omnipresente

Frente a ellos se estaba poniendo en escena, un año más, un nuevo episodio de exaltación de lo español. Se rindieron honores a la bandera, omnipresente por todos los rincones del paseo del Prado de la capital. La llevaban numerosos ciudadanos que siguieron atentamente el desfile en la calle algunos incluso se la dibujaron en el rostro, la pintaron en el aire los aviones en dos ocasiones, y desde allí, desde el aire, llegó a la espalda de un paracaidista la que presidió todo el acto.

El rey pasó revista en un vehículo y contempló el desfile sentado

El himno sonó en tres ocasiones. Y después de la primera interpretación, se produjo uno de los momentos más esperados por el público: la llegada de los reyes. En la plaza de Neptuno les esperaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la ministra de Defensa, Carme Chacón; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros.

A las 10.36 horas y nada más asomar por la puerta, todos los asistentes comprobaron que los años también pasan por Juan Carlos de Borbón. Cojeando, y aún convaleciente de su reciente operación del tendón de aquiles, el rey saludó uno a uno a losasistentes.

Consciente del estado de salud del monarca, la organización trató de ponerle las cosas más fáciles. El rey pasó revista a las tropas que aguardaban en la plaza en un vehículo del Ejército de Tierra en el que también viajaba el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez. A continuación ocupó su lugar en la tribuna real donde, por primera vez, siguió la ceremonia sentado. No pudo resistirse a ponerse en pie para saludar a lascompañías.

El coche en el que se marchó Zapatero evitó pasar por delante del público

Más corto de lo habitual, el desfile transcurrió sin incidentes bajo un sofocante calor. El desfile de vehículos terrestres precedió al de las aeronaves, y este al de los efectivos a pie. Acorde con la estrategia para evitar las pitadas, Zapatero salió por la puerta de atrás. Su vehículo no pasó al lado del público.

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