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La huelga de médicos deja la sanidad catalana a medio gas

El Govern califica de 'fracaso' un seguimiento que fue más importante en ambulatorios y hospitales públicos

DANI CORDERO

Sin incidentes y a medio gas. Así evolucionó ayer la primera de las dos jornadas de huelga convocadas por los médicos catalanes, en la que la participación no alcanzó el 50% de los facultativos en activo, pero se tuvieron que anular en torno a 20.000 citaciones previas. El convocante Metges de Catalunya y el Gobierno catalán se tomaron los resultados como cualquier partido en una noche electoral: en positivo según su punto de vista. Los médicos tildaron el seguimiento de 'respuesta contundente'; el Ejecutivo lo redujo a 'fracaso'.

Los recortes en la sanidad como argumento de la protesta no sirvieron para incentivar los paros en el conjunto de los 16.500 médicos de la sanidad pública, cuya implicación fue dispar. En la mayor parte de los centros concertados no pasó de escaso, a causa de los acuerdos laborales para minimizar los despidos que se han ido cerrando en los últimos meses. Pero en los ambulatorios y los hospitales de titularidad pública, los dependientes del Institut Català de la Salut (ICS), esa atonía se convirtió en fortaleza y muchos profesionales optaron por colocarse tras la consigna sindical 'La sanidad ni se cierra ni se recorta'e_SEnD y no acudir a la consulta.

Metges de Catalunya considera que hubo una 'respuesta contundente'

El baile de cifras fue el habitual en las huelgas. La Conselleria de Salut situó el seguimiento en torno al 20% en toda la sanidad pública, un porcentaje más alto en el caso de los centros del ICS. Según sus datos, en los ambulatorios públicos hubo un 16% de participación y en los ocho hospitales propiedad del organismo autonómico alcanzaron el 46%.

Todos esos porcentajes, sin embargo, fueron corregidos al alza por Metges de Catalunya, alcanzando en conjunto un 71% de seguimiento. En atención primaria la participación habría sido del 65%, mientras que en los hospitales, del 76%. Sus cálculos de participación, en todo caso, se efectuaban teniendo en cuenta sólo los facultativos que podían hacer huelga de forma efectiva, es decir, sin tener en cuenta los que debían cubrir los servicios mínimos, los cargos o mandos sanitarios obligados a trabajar y los facultativos que estaban de vacaciones.

El conocimiento entre los usuarios de la convocatoria de huelga y las lluvias que arreciaron todo el día en Catalunya aliviaron parcialmente el caos en los centros de salud, donde en muchos casos se trabajó como si se tratara de un día festivo, tal y como marcaban los servicios mínimos. Muchos pacientes ya habían sido desconvocados previamente, incluso por sus propios médicos, que habían demandado su lista de pacientes a cambio de avisar con antelación al centro que harían huelga. Sin embargo, muchos otros usuarios tuvieron que regresar a sus casas después de escuchar en ventanilla que no podrían ser atendidos.

La Generalitat cifra en un 20% la participación y los médicos en un 71%

Entre los pacientes afectados, estaba Mari Carmen Álvarez. Esta mujer tenía que haber ingresado en el Hospital del Vall d'Hebron ayer a las cinco de la tarde para ser intervenida esta mañana de una operación torácica. En la mañana de ayer tenía una cita 'indispensable' con el nefrólogo y, sin embargo, salió del hospital al poco de entrar porque el especialista estaba de huelga. Esta paciente desconocía si al final la operarían, pero nadie le dijo si tenía que volver al hospital para el ingreso. Fueron casos que se repitieron durante toda la mañana, pero que no generaron incidencias graves en el servicio.

Los servicios de Urgencias trabajaron con normalidad e incluso con más fluidez que un día normal, según explicaron fuentes sanitarias. Es lo que suele suceder durante paros de este tipo, durante los cuales sólo acostumbran a acudir a los centros médicos los pacientes con casos más graves. La menor incidencia de usuarios y la desprogramación de intervenciones quirúrgicas no urgentes en los hospitales, que alivia la demanda de camas hospitalarias, permite incluso una mayor fluidez en el tratamiento e ingreso de los pacientes.

Aprovechando la segunda jornada de huelga, Metges de Catalunya ha convocado para hoy una concentración de médicos ante la sede de la Conselleria de Salut. El sindicato intentará demostrar su fuerza como ayer lo intentó a las puertas del Hospital del Vall d'Hebron, donde reunió a cuatro centenares de personas. Tras ese acto unitario, con profesionales llegados de toda la provincia, un numeroso grupo se acercó a la ronda de Dalt (una importante arteria viaria barcelonesa) y la cortó durante un cuarto de hora.

El Govern no aclara si en 2012 reducirá el presupuesto sanitario otra vez

Tras la jornada, Metges consideró evidente el 'clamor a la reflexión' del Govern, que se niega a negociar. El portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs, subrayó el 'bajo seguimiento' de la huelga y reiteró que 'no servirá para nada', a causa del cerrazón del equipo de Artur Mas a llegar a un acuerdo.

Homs se congratuló de que los dos grandes sindicatos catalanes, CCOO y UGT, así como el de enfermeras Satse dieran la espalda al paro. Pero nadie en el Ejecutivo catalán acaba de desmentir uno de los motivos que ha llevado a Metges de Catalu-nya a llamar a la huelga: un nuevo recorte del presupuesto sanitario de la Administración catalana para el próximo año. Las cuentas públicas 'no afectarán a la organización asistencial que la gente percibe', se limitó a afirmar.

Homs intentaba así dar la imagen de que la protesta tiene como único objetivo una mejora salarial de los médicos catalanes. Metges de Catalunya pretende que se restituya el presupuesto sanitario de 2010.

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