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Marea china contra la ley 'antibotellón'

Los comerciantes piden poder vender alcohol

PAULA DÍAZ

Sin gritos ni coreos, pero sí con una reivindicación clara: la de poder obtener licencias para vender alcohol en las mismas condiciones que los españoles. Así transcurrió ayer en Madrid la primera manifestación de comerciantes chinos de tiendas de alimentación celebrada en España, que congregó a unas 300 personas frente al Ayuntamiento de la ciudad.

Las pérdidas que han sufrido sus negocios desde que en 2002 entró en vigor la ley antibotellón de la Comunidad de Madrid y que, según ellos, suponen hasta el 60% de sus ingresos fueron el motivo principal de su protesta.

Dicha normativa obliga a todas las tiendas de alimentación a obtener una 'segunda licencia' concedida por un concejal para poder vender cerveza o vino a cualquier hora del día. Los manifestantes aseguran que, mientras las grandes superficies sí han obtenido dicho privilegio, de los 3.000 establecimientos chinos que hay en Madrid, sólo un 1% lo ha conseguido. 'Nosotros pagamos los mismos impuestos. ¿Por qué ellos pueden vender alcohol y nosotros no?', se preguntó ayer el presidente de la Asociación de Comerciantes Chinos de Tiendas de Alimentación en España, Pedro Zhang. 'No lo entiendo', repetía.

'Las grandes superficies tienen más medios para moverse'

'Las grandes superficies tienen más medios para moverse y argumentar que los ingresos del alcohol son necesarios para salir de la crisis, por eso obtienen las licencias', aseguró el abogado de la asociación, Miguel Ángel Armesto. 'Si los grandes no pueden vivir sin alcohol, los pequeños, menos', reprochó, por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios de Madrid, Alfonso Tezanos.

De hecho, gran parte de los pequeños comerciantes deciden arriesgarse y vender alcohol, a pesar de que las multas por hacerlo sobrepasan los 30.000 euros. En este caso, los chinos denuncian 'discriminación' por parte del Ayuntamiento a la hora de sancionar. 'Tuve que cerrar en marzo porque acumulé cuatro multas y no puedo pagarlas. No sé cómo mantener a mis hijas', lamentó ayer, entre lágrimas, Zhang Xia Fen, una de las manifestantes. 'La tienda de al lado es de españoles, tampoco tienen licencia y a ellos no les han multado nunca', denunció.

'No es verdad que se les denieguen las licencias, pero estas requieren un informe de idoneidad: si el establecimiento está cerca de un colegio, se deniega. Y si se incumple la ley, se sanciona, pero no se discrimina en función del apellido', aseguraron fuentes del consistorio.

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