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Griñán cambia de idea y decide no desvelar a quién prefiere

'Tendré mi corazoncito, pero no lo diré públicamente', afirma.

 

ANTONIO AVENDAÑO

Otra vez volvió a sorprender a todos. El secretario general de los socialistas andaluces y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, no se pronunciará por ninguno de los dos candidatos a liderar el PSOE. En contra de lo que él mismo había anunciado en rueda de prensa el pasado 8 de enero en Madrid al término del Comité Federal, el líder andaluz dio un inesperado viraje ayer en Jaén: 'Escucharé a los secretarios provinciales, tendré mi corazoncito, pero no lo diré públicamente'. La razón aducida por Griñán para justificar este silencio sobrevenido es que no puede romper la 'neutralidad' a que le obliga su compromiso de aceptar la presidencia del 38º Congreso Federal. 'Un presidente no puede manifestarse', recalcó.

Militantes y dirigentes del PSOE andaluz venían dando por hecho que el 'corazoncito' de Griñán estaba con Carme Chacón. De hecho, la número dos del PSOE andaluz y mano derecha del presidente en el partido, Susana Díaz, con motivo de los congresillos provinciales de la semana pasada, movilizó buena parte de sus influencias orgánicas, que son muchas, en la promoción de candidaturas de delegados afines a Chacón.

En algunas agrupaciones provinciales, como la de Sevilla, la pugna fue singularmente encarnizada y sólo tras una dura y prolongada negociación fue posible cerrar una lista de consenso formada por delegados propuestos por el secretario general de Sevilla, José Antonio Viera, partidario de Rubalcaba, y por Díaz y el presidente provincial del partido, Fernando Rodríguez Villalobos, partidarios ambos de Chacón y que en la crisis de Sevilla actuaron en todo momento en nombre de Griñán.

En las provincias andaluzas donde finalmente hubo dos listas de delegados Almería, Cádiz, Córdoba y Málaga fue no sólo por la división de preferencias entre Rubalcaba y Chacón, sino porque en todas ellas hay una fuerte contestación interna a las direcciones provinciales. En Granada hubo una sola lista, pero con partidarios de ambos aspirantes, mientras que las candidaturas únicas de Huelva y Jaén parecían tener un perfil más monolítico: la de Jaén, a favor de Rubalcaba, y la de Huelva, a favor de Chacón. El secretario general de Huelva, Mario Jiménez, es a su vez portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz y persona también de absoluta confianza del presidente. Sin el conocimiento tácito por parte de los dirigentes provinciales de que Griñán prefería a Chacón, el desarrollo de los congresillos provinciales habría sido bastante distinto.

El cambio de posición de Griñán deja a los chaconistas andaluces sin una palanca que consideraban decisiva para que la opinión de los 234 delegados andaluces al congreso se inclinara a favor de la exministra. En el entorno del presidente viene sosteniéndose desde hace semanas que su pronunciamiento público inclinaría la balanza del congreso.

Fuentes próximas a Griñán ya dijeron a Público el pasado 9 de enero que la decisión anunciada entonces por el presidente de inclinarse por uno de los dos aspirantes a la secretaría general se justificaba por 'su convencimiento de que Andalucía tendrá la llave' del resultado del congreso, del cual saldría lo que la federación del sur decidiera. Al final, Griñán parece haberse inclinado por no hacer uso de la llave que decía tener en su poder.

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