'No porque un Gobierno invierta más en educación tendrá mejores alumnos o trabajadores más productivos'. Así se ha pronunciado hoy el ministro de Educación, José Ignacio Wert, que justificó-así- los recortes en el sector, casi al mismo tiempo que los estudiantes protestaban contra ellos en las calles de toda España.

Wert ha hecho esta consideración en un discurso que ha pronunciado durante la inauguración de la Casa del Lector, un espacio dedicado al mundo del libro y la lectura, en un acto que ha contado con la presencia de los príncipes de Asturias.

A pesar de que Wert asumió, tras el primer tijeretazo en los presupuestos, que las medidas del Gobierno afectarían a la calidad de la enseñanza, aunque 'no significativamente', hoy ha dado marcha atrás y ha afirmado que lo que aumenta la productividad de un país es 'mejorar el rendimiento de los alumnos en matemáticas, lectura y escritura' y no una mayor inversión.

Wert ha considerado 'crucial' su reflexión porque demuestra que se puede recortar, informa Efe. Además, con sus palabras, el titular de Educación ha defendido su criticada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que apuesta por las 'materias instrumentales' en detrimento de otras asignaturas. 

Por otro lado, el ministro también pidió a las familias y los docentes que afronten la educación de los hijos con una 'nueva actitud' y que se 'impliquen más' en esta tarea para hacerles ver la importancia que tiene una buena formación para su futuro.

El titular de Educación ha hecho hincapié en que para hacer frente al problema del abandono escolar es necesario que 'familias, docentes y la sociedad en general' se impliquen más en la educación de niños y jóvenes, y ello mediante lo que ha definido como una 'nueva actitud'. Se trata, ha añadido el ministro, de hacerles ver la importancia que tienen los años de su formación para garantizarse su futuro y su inserción en la sociedad.

En esta línea, ha puesto como ejemplo el sistema educativo de Finlandia, que según ha explicado, se sustenta en tres pilares fundamentales, que son la familia, la escuela y los recursos, obteniendo buenos resultados en el nivel formativo de los niños.