Público
Público

La cruz del IRPF aporta más de 150 millones a la Iglesia

El porcentaje que le asigna la casilla del IRPF sube en 2008 del 0,5% al 07%

MIGUEL Á. MARFULL

Las diferencias que privilegian a la Iglesia católica en España tienen en la declaración del IRPF uno de los elementos más reconocibles. El pasado 1 de abril se abrió la campaña de la Renta, que finalizará el próximo 30 de junio. La Iglesia percibe una media de 150 millones de euros cada año gracias a la casilla que la distingue del resto de confesiones en la declaración del IRPF.

“Solamente la Iglesia católica disfruta por acuerdo de un sistema de asignación tributaria para percibir sus ingresos presupuestarios”. La denuncia del presidente de la fundación laicista CIVES, Victorino Mayoral, resume uno de los grandes privilegios que aún disfruta la religión católica en un Estado no confesional como el que consagra la Constitución en su artículo 16.

Las raíces de la desigualdad  remiten al Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español sobre Asuntos Económicos, firmado en 1979, un documento heredero del Concordato franquista suscrito con el Vaticano en 1953. “El Estado se compromete a colaborar con la Iglesia católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico”, establece el documento. La Iglesia ha incumplido desde entonces el artículo 2.5 del compromiso, en el que declara su propósito de autofinanciarse. Casi 30 años después, no ha demuestra interés por conseguirlo.

En un país en el que el 78,5% de los españoles se declara católico, según datos del CIS de marzo de 2007, sólo el 22% de los contribuyentes reafirma ese sentimiento marcando con una cruz su contribución a la Iglesia católica.

A lo largo de los últimos diez años la proporción apenas ha variado. La suma de quienes consignan la casilla de la Iglesia además de la destinada a otros fines sociales, ofrece un resultado revelador. Sólo uno de cada tres contribuyentes,  el 33,4%, se acuerda de la Iglesia cuando esta confesión afecta a su bolsillo.

Más porcentaje del IRPF

En 2006, la Iglesia y el Gobierno alcanzaron un acuerdo “suficiente”, según el portavoz de la Conferencia Episcopal, que eliminará en esta campaña de la Renta la financiación extra del Estado —con un desembolso medio de 30 millones de euros al año entregados a fondo perdido—. A cambio, aumenta del 0,5% al 0,7% la cantidad que recibe la Iglesia católica gracias a su casilla en la declaración del IRPF.

El cambio escenifica un teórico camino hacia la autofinanciación. La Iglesia está “sola ante el peligro”, presumía el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, en noviembre. El balance final, sin embargo, no variará. “La Iglesia espera seguir como está, no ir a peor, ni enriquecerse”, explicaba el portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias