Hugo Chávez ha vuelto a tensar la cuerda en sus relaciones con el gobierno español. En un sorprendente comunicado emitido esta madrugada, el Gobierno de la República Bolivariana rechaza tajantemente las 'declaraciones insistentes' del vicepresidente Pérez Rubalcaba, quien 'asocia al pueblo y al gobierno de Venezuela con la banda terrorista ETA'.

Y va más allá al considerar una 'demostración de cobardía política' que se pretenda 'justificar su fracaso en la lucha contra ese flagelo, intentando endosárselo al gobierno y al pueblo de Venezuela'. El comunicado gubernamental también cita a los ministros Trinidad Jiménez y Francisco Caamaño.

La reacción del Palacio de Miraflores se produce un día después de que el etarra deportado Arturo Cubillas compareciera ante la Fiscalía a petición propia, como testigo y apoyado por grupos de radicales chavistas y por medios de comunicación gubernamentales.

El Gobierno bolivariano insiste en la 'violenta campaña de terrorismo psicológico ejercida por la muy sensacionalista prensa española, que actúa como instrumento servil de grandes grupos económicos adversos a los ideales de la Revolución'.

Y acaba con una seria advertencia, exigiendo el 'cese inmediato' de las 'declaraciones ambiguas y tendenciosas' de los responsables españoles: 'El gobierno venezolano no permitirá que se siga cediendo desde España, por oportunismo o por convicción, a la presión de las corporaciones mediáticas a expensas de la dignidad del pueblo venezolano'.

El cese de Miguel Ángel Moratinos no fue bien visto en la cúpula bolivariana

Las iras de Chávez contra Rubalcaba, Jiménez y Caamaño son la primera piedra en el camino tras la renovación gubernamental realizada por Zapatero. El cese de Miguel Ángel Moratinos no fue bien visto en la cúpula bolivariana. Es más, en Venezuela se da por seguro que en la salida del ex ministro de Exteriores pesó mucho la crisis provocada en torno a Arturo Cubillas, funcionario del Ministerio de Agricultura que está casado con una estrecha colaboradora del vicepresidente Elías Jaua, figura emergente del chavismo.

En las últimas horas Trinidad Jiménez también ha recibido duros varapalos de la oposición venezolana, tras negar la existencia de presos políticos en el país. 'No sólo es una mentira, sino que encierra una postura irresponsable', acusó la Mesa de la Unidad Democrática, apoyándose en los informes de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Transparencia Internacional y Human Rights Watch.