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La fábrica de empleos de Baltar

La Diputación de Ourense gasta un 41% en sueldos y sólo un 15% en obras

NURIA R. LAGO

Al presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar (PP), se le conoce, además de por las reiteradas acusaciones de nepotismo que le lanza la oposición, por sus escasos reparos a la hora de gastar y por hacerlo con cierta extravagancia.

Valga de ejemplo la cena que uno de los organismos dependientes de la institución, el Inorde, organizó en A Limia en 2009, a la que invitó a más de 700 personas, o los 3.000 euros que el pasado mes de mayo, y a la salida de un mitin, entregó en mano a un alcalde como anticipo de una subvención, dinero que según explicó días más tarde, adelantó de su bolsillo para la instalación de un sistema de aire acondicionado.

Un organismo de la diputación llegó a organizar comidas para 700 personas

Esos gastos puntuales hacen que Baltar, que afronta su sexto mandato al frente de la institución provincial, salte a los medios y los partidos de la oposición le exijan explicaciones, pero a la Diputación ourensana la mayor parte del dinero, un 63%, se le va en gastos de personal y en los llamados gastos corrientes.

De los 73 millones de euros presupuestados para este año casi 30 (el 41%) están reservados al pago de las nóminas de 286 funcionarios, 410 trabajadores fijos y un eventual. En total, casi 700 empleados según el cuadro de personal aprobado a comienzos de año.

La diputación subvenciona hasta viajes a Fátima y Lourdes

Pero la diputación también realiza numerosos contratos temporales y cuenta con tres organismos autónomos el Inorde, el Padroado Provincial de Turismo y la Sociedade Urbanística Provincial de Ourense que tienen sus propios presupuestos y plantilla. El portavoz del PSOE en la Diputación, Ignacio Gómez, advierte de que de octubre a junio se han firmado unos 170 contratos temporales y se han convocado 50 nuevas plazas de funcionario.

Todo ello a pesar de que la deuda de la institución provincial se aproxima al máximo legalmente permitido, lo que ha hecho que Baltar se haya apuntado al discurso de la austeridad.

El pasado mes de junio anunció un recorte en materia de personal, pero aclaró que sólo afectaría a los contratos temporales, por lo que en la práctica la plantilla se mantendría casi igual: más de 700 trabajadores fijos, en su mayor parte cargos del PP, familiares o militantes, según denuncia el PSOE. Pero además, a pesar de las declaraciones del veterano político, la Diputación anunciaba este jueves en el Boletín Oficial de la Provincia la convocatoria de una docena de nuevos contratos temporales.

La oposición socialista exige la realización de una auditoría de cuentas

Ni sus propias medidas para 'apretarse el cinturón' ni los tirones de orejas que le ha dado el Consello de Contas parece que vayan a ser efectivos y Baltar mantiene su sistema de contratación y prácticas como la de otorgar subvenciones sin una convocatoria pública 'para tanatorios o viajes a Fátima y Lourdes', como destacan los socialistas, que en el próximo pleno tienen previsto solicitar una auditoría.

El portavoz del BNG en la Diputación, Xoán Xosé Jardón, recuerda que su formación reclama la supresión de las diputaciones desde hace años y denuncia las 'flagrantes duplicidades' que se dan en materia de competencias, que de evitarse ahorrarían a la institución ourensana 'entre nueve y diez millones de euros'. 'Los centros ecuestres los habría que suprimir y las granjas se podrían transmitir a la Consellería de Medio Rural o alquilarlas', comenta.

El presidente provincial repartió dinero en mano en plena campaña

Para Jardón, 'las diputaciones tienen que ser un instrumento de cooperación, no de control político' y es 'el porcentaje en inversión real lo que incide en la calidad de vida de los ciudadanos'. Porcentaje que la Diputación de Ourense fijó este año en un 15%, frente al 41% reservado a gastos de personal, cifra que prácticamente duplica la de cualquier otra diputación gallega.

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