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Laporta, con todo a punto

Solidaritat Catalana cierra sus primarias y aspira a seducir a votantes de CiU y ERC

FERRAN CASAS

Joan Laporta está a punto para tener un papel en las catalanas de noviembre. Tras meses especulando si presentarse y enrevesadas negociaciones con otros independentistas extraparlamentarios, el ex presidente del Barça ha perfilado su propuesta. El objetivo: pescar en el caladero soberanista de CiU, en el de insatisfechos de ERC y en de los descontentos que anidan en la abstención. Su Solidaritat Catalana per la Independència (SCI) cerró ayer un singular proceso de primarias en que los afiliados (6.000 personas se han adherido en un mes pagando un mínimo de 20 euros anuales) escogieron las listas.

Se votó en listas abiertas y para 135 puestos había 250 candidatos, pero Laporta formó, para los primeros, equipos a los que se debía votar en bloque, cosa que se hizo de forma masiva. De esta forma impedía que alguno de sus promocionados fuera censurado por unas bases que ven en él al líder que acelerará el proceso independentista. Emili Valdero, responsable de organización, habló de 'ejercicio democrático similar a los anglosajones' y Laporta tiró del tópico de la 'fiesta de la democracia'. Algunos candidatos se presentaban avisando que se reservaban no seguir la disciplina de partido en el Parlament.

La formación sólo pactaría con CiU si asume ya el independentismo

En el moderno hotel de Barcelona donde se votó, el ambiente era festivo y los mensajes, simples. Es la única forma de evitar fricciones entre militantes procedentes de CDC, ERC, la izquierda más radical, ecologistas o los empresarios del Cercle Català de Negocis.

Laporta no pasa de prometer la independencia proclamada unilateralmente por el Parlament y ratificada después en referéndum, así como la regeneración política. Se presenta también como garantía para impedir otro Tripartito que deje la Generalitat 'en manos del PSOE' y avisa de que sólo pactará con CiU 'si tiene una hoja de ruta clara hacia la independencia'. La aversión al Ejecutivo de izquierdas no impidió que ayer votara en las primarias Jordi Anguera, director de la Agència Catalana de Consum, a propuesta de ERC y que dejó el partido con Uriel Bertran pero no el Govern.

Los personalismos condenan a Laporta y Carretero a una pugna en las urnas

El acercamiento de Bertran y Alfons López Tena, críticos con las cúpulas de CiU y ERC, fue clave a finales de julio para que Laporta se alejara de Reagrupament, con quien estaba dispuesto a presentarse. Los escindidos de ERC, que lidera Joan Carretero, le esperaban, pero los personalismos entre dirigentes de la nueva SCI, que se presentó en sociedad proponiendo una gran coalición catalanista que proclamara la independencia, y Reagrupament han frustrado el acuerdo.

Se presentarán separados 'con una estrategia paralela confluyente [sic]'. Y es que no hay diferencias ideológicas entre ellos. Reagrupament se desangra y las fugas a SCI son constantes. Los de Laporta esperan que Carretero tire la toalla antes de noviembre. Los reproches y acusaciones de 'chiringuitismo' son constantes en la red pese al teórico armisticio.

Laporta, Tena y Bertran llenan salas en sus mítines vespertinos diarios, con un esquema calcado. Bertran echa cuentas para, con base a la participación en las consultas soberanistas, proclamar que la mayoría absoluta independentista es factible. Tena detalla la imposibilidad de alterar el marco jurídico españolpor las buenas. Y Laporta cierra incidiendo en que con la independencia, cada catalán 'tendría 3.000 euros más', y promete hacer extensivo al país su modelo de gestión en el Barça. Todo muy fácil.

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