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"El PP vasco no necesita a Madrid para que lo vigile"

Está dispuesto a hablar con Ibarretxe si éste le llama, pero 'sobre el futuro del país y no para ser cómplice de su proyecto de locura independentista'

MARÍA JESÚS GÜEMES / GUILLERMO MALAINA

Ha heredado un despacho que ocupaba hace tiempo Carlos Iturgaiz y lo tiene desangelado. Antonio Basagoiti (Bilbao, 1969) no lleva aún dos meses al frente del PP vasco pero sus objetivos están muy claros: quiere ganarse la confianza de los ciudadanos y descabalgar, a ser posible con la ayuda del PSOE vasco (PSE), a Ibarretxe del poder. A diferencia de lo que sostenía el PP durante la pasada legislatura, él no tiene problemas para hablar con los nacionalistas. De todo menos de independentismo, claro. Aun así, a su antecesora, María San Gil, no le gustaría nada verle sentado en el Palacio de Ajuria Enea. Es inevitable hablar de ella pero él hace lo posible por dejarla al margen. Desea mirar hacia el futuro. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y, pendientes del Tribunal Constitucional, se acerca la fecha para la que el lehendakari propuso su consulta. Aunque todo augura que no se celebrará, el líder conservador espera que para ese día -25 de octubre- no le den un disgusto porque es su cumpleaños.

¿Por qué Rajoy ha escogido el País Vasco para arrancar su nueva campaña de afiliación al PP?

Es significativo que el PP en toda España quiera aumentar sus afiliados y tenga mayor apoyo social. Lo es más en el País Vasco, donde ha habido un problema interno, pero sobre todo porque por su compromiso político los militantes del PP sufren amenazas y ataques. La visita de Rajoy es un agradecimiento especial a ellos. Un afiliado del País Vasco vale por 10 del resto de España. Y por eso yo me quejo de que en el reparto de compromisarios de los congresos nacionales nos den demasiado poco. Porque es muy fácil hacerse del PP en el barrio de Salamanca, pero no en Ondarroa.

¿No teme que se le malinterprete? ¿Que alguien piense que presumen ustedes de que se han adherido al partido más de 100 personas tras irse San Gil?

No tiene esa maldad. Es el reconocimiento a las personas que dan un paso adelante en condiciones complicadas externa e internamente. María San Gil es insustituible. Pero yo en mis decisiones miro hacia el futuro.

¿Cuántos se han ido?

Se han ido hasta julio 20 afiliados. Hubo tres afiliados en Guipúzcoa que al irse hicieron mucho ruido con notas de prensa y demás, pero la gente que entraba no lo iba proclamando.

Está previsto que Zapatero se implique mucho en el País Vasco. ¿Hará lo mismo Rajoy?

Es algo que tendrá que decidir el PP vasco, porque el que vengan líderes nacionales como Zapatero o Rajoy puede tener sus cosas buenas y sus cosas malas.

¿Qué tiene de malo?

El PP vasco es un partido mayor de edad, con gente absolutamente capacitada para liderar los asuntos de la política vasca y si viene Rajoy será a apoyar, pero nosotros no necesitamos al PP de Génova ni para hacer política, ni para que nos vigile. En ocasiones parece que los líderes políticos nacionales vienen aquí a decirnos qué tenemos que hacer y aquí, yo no sé el PSE, pero nosotros tenemos muy clarito lo que hay que hacer.

¿Qué ha cambiado desde su llegada a la dirección?

Creo que el énfasis en que este país tiene solución. Siempre hemos hecho un diagnóstico correcto de la situación política vasca, en cuanto a los riesgos del nacionalismo radical y en algunas ocasiones de la debilidad del PSOE, pero nuestro planteamiento tiene que ser más amplio, tiene que llegar a más gente. En el poco tiempo que llevo, he puesto el acento en intentar que nos comprenda un número mayoritario de vascos. Es decir, ser un partido más abierto.

¿Se han cicatrizado ya todas las heridas dentro de su partido?

Creo que las heridas ya han cicatrizado. María San Gil ha sido, es y será mucho para el PP vasco. Pero viendo el respaldo que tuve en el congreso del pasado mes de julio, viendo la labor que están haciendo nuestros representantes en las instituciones y viendo cómo está respondiendo la afiliación aquí solo podemos mirar para adelante y no por el retrovisor. Tenemos unos retos importantes: las autonómicas, el referéndum de Ibarretxe, el Tren de Alta Velocidad (TAV)...

Ahora que se puede contemplar la crisis del PP con cierta perspectiva me gustaría que me analizara qué se hizo mal para que San Gil se fuera de la Presidencia

Sin ninguna duda alguna cosa se hizo mal. En el tratamiento hacia ella, en cómo se trató la ponencia política... María ni se inventa las cosas ni utiliza tácticas personales para conseguir objetivos. Por lo tanto algo falló en Génova cuando se fue enfadada.

¿Influyó, como se dijo, Mayor Oreja en su decisión?

Decir eso es no conocer a San Gil. Ella es lo suficientemente tenaz como para recibir influencias en ese sentido.

¿Les apoyará en la campaña?

Mi sensación es que quiere estar absolutamente al margen de la política. Es militante del PP. Quiero hablar lo menos posible de ella porque no quiere estar en la comidilla.

Ya, pero es que no se entiende que no regrese al PP vasco cuando ustedes no hacen más que repetir que se mantienen y defienden los mismos principios de siempre...

Quizá se sabrá con el tiempo pero la situación ha sido difícil, traumática, y ella quiere tener un periodo de desintoxicación de la política. Me parece muy sano porque esto quema bastante.

¿Marimar Blanco se ha convertido en su sustituta como referente para las víctimas?

Ella tendría valor político, siendo o no hermana de Miguel Ángel Blanco. Y no ha venido a sustituir a nadie. Es uno de los puntales del PP Vasco por su propia capacidad. Y me dan asco los insultos que los sectores de la derecha más derecha le han dirigido. Demuestran hasta qué punto son capaces de destruir. Ahora su formación debe afrontar los congresos provinciales.

¿Qué ocurrirá en Guipúzcoa?

María José Usandizaga cuenta con todo mi respaldo porque es una mujer que viene defendiendo las libertades desde la UCD y siempre ha trabajado por el bien común.

¿Se ha reconciliado con Regina Otaola?

Yo tengo una buena relación con ella y además de las personas a las que llaman críticos -que a mí no me gusta llamarlos así porque son compañeros de partido- es con la que mejor relación tengo porque es absolutamente honesta. Si no está de acuerdo con algo que he dicho o hecho me llama y no malmete. Va de frente y, por eso, yo la aplaudo.

¿Entonces por qué la vetó en el Comité Ejecutivo de Guipúzcoa?

No se la vetó. Ella sigue estando en el Comité Ejecutivo de Guipúzcoa, en el del País Vasco, es portavoz de las Juntas Generales y creo que no se ha laminado absolutamente a nadie. Ahora bien, no se puede poner a todo el mundo en el mismo sitio donde estaba. De la misma manera que cuando llegó San Gil no contó en los mismos puestos con todos los que tenía Iturgaiz. Está en todas partes y se cuenta con ella.

Hablemos del País Vasco. ¿Es cierto que se va a reunir con Patxi López e Iñigo Urkullu?

Ya he hablado con los dos. Tengo la certeza de que nos sentaremos porque así lo hemos acordado. Además de plantear lo del TAV también quiero presentarme con normalidad dentro de lo que es una relación sensata entre partidos democráticos como son el PNV, el PSE y el PP.

¿Qué otros asuntos piensa tratar?

Si hablamos de la crisis económica, del progreso y del futuro del País Vasco... bien. Yo voy a morder todo lo que tenga que ver con mejorar el país. Nadie puede interpretar que voy a reunirme con Urkullu para avalar su plan de referéndum o para pagarle el viaje a Estrasburgo. Por lo demás, hablaré con el PNV como con cualquier partido democrático. Llevo 13 años de concejal en Bilbao y me he reunido con Iñaki Azkuna (alcalde nacionalista) miles de veces para tratar asuntos normales sin que pase nada.

¿Si no logran su apoyo, tienen pensado manifestarse ustedes solos pidiendo el TAV?

Tengo intención de trasladarles dos cosas. La primera es esa movilización social y espero ser muy convincente para lograr su respaldo porque creo que no puede ser que una minoría radical esté diciendo que la sociedad vasca está en contra del TAV. Y, además, propondré llegar a un acuerdo para agilizar las inversiones del TAV y que las obras se acorten en el País Vasco. ¿Salir solos a la calle? No tiene sentido. Lo lógico sería que la mayor parte de la sociedad vasca, representada por sus partidos, lo hiciera. Si no puede ser una manifestación, pues a lo mejor me quedo en una declaración institucional.

¿Tiene intención de reunirse también con Ibarretxe?

Si Ibarretxe me llama para tratar alguna cuestión de futuro de país, acudiré con absoluta normalidad. Lo que yo no haré es ser cómplice de su proyecto de locura independentista. San Gil se revolverá...Bueno, San Gil, Mayor Oreja e Iturgaiz se reunieron con el lehendakari... Y Aznar se reunió con Arzalluz. Muchas veces.

 ¿Luego está dispuesto a hablar con todas las fuerzas políticas del País Vasco?

Estoy dispuesto a hablar con todos menos con aquellos que te quieren matar.

En su trayectoria ha hecho siempre una oposición firme en el Ayuntamiento pero buscando acuerdos con los gobiernos del PNV. ¿Es la misma política que piensa implantar ahora?

Ese es mi esquema. Ser firme en aquellos apartados que tengan que ver con la defensa de la idea de España, de las libertades, de la lucha contra el terrorismo... ser muy dialogante y llegar a acuerdos en asuntos que tienen que ver con la calidad de vida de los ciudadanos. Mi política en Bilbao ha sido enfrentarme con el alcalde para que coloque la bandera española en la balconada y acordar con él inversiones en los barrios. Yo soy de la idea de que cuanto mejor vaya el País Vasco, mejor para todos. Y no soy de los partidarios de que porque un partido, que no sea el mío, bien sea el PNV o el PSE, plantee una cosa, pues estemos en contra de todo. Hay cosas que están bien y otras que están mal. Y hay que saber criticar y hay que saber apoyar.

¿De qué le gustaría a usted hablar con Ibarretxe?

A mí me gustaría plantearle qué podemos hacer para salir de la crisis económica, qué podemos hacer para que no se vayan 10.000 jóvenes cada año fuera del País Vasco en busca de trabajo... Me gustaría hablar con Ibarretxe de miles de cosas, pero creo que lo que sería inútil es ponerme a hablar con él de la independencia porque sabe que no estoy a favor y que no lo estaré nunca. Para perder el tiempo ya tiene a López.

Aznar ha dicho que el PNV no quiere la derrota de ETA, sino la de España ¿Lo comparte?

Es evidente que el PNV no está en la derrota del terrorismo. Ellos lo dicen, no es una novedad. Y, por tanto, Aznar no dijo más que una realidad. Además creo que lo dicen para obtener un beneficio político a cambio de su desaparición.

¿Y cree que con este tipo de acusaciones puede haber un acercamiento?

Pero es que el PNV no ha estado a favor de la Ley de Partidos, ni de la modificación del Código Penal, que han funcionado. Por lo tanto es una evidencia. Es como si el PNV dice que no quiere estar conmigo porque defiendo la unidad de España.

El otro día denunciaba un intercambio de cromos entre el PSE y el PNV ¿Qué se han dado mutuamente?

Lo que en este momento hace falta en el País Vasco para poder vivir con tranquilidad es un Gobierno con mayor sentido común, con menor ruptura y con menor radicalidad que el de Ibarretxe. Y creo que, sin quererlo, el PSOE está alimentando esa radicalidad apoyando los Presupuestos. Es el momento de arrimar el hombro para un cambio de Gobierno, no es bueno que le demos a Ibarretxe mimbres para que siga sembrando la ruptura en el País Vasco.

¿Si el PSE apoya los Presupuestos de Ibarretxe lo verá como alta traición?

No. Lo interpretaría como un error del PSE. Cada uno tenemos nuestros defectos y yo creo que el PSE se deja obnubilar por el PNV. Veo que no tiene clara la alternativa a Ibarretxe, algo que es imprescindible. Pero eso no quiere decir que satanizaría al PSE o lo pondría en una diana para tirarle dardos.

Hasta Blanco habla de la posibilidad de gobernar en minoría. ¿No le basta con eso para desterrar sus sospechas?

Mi prioridad absoluta para las autonómicas es que haya una mayoría distinta a la de Ibarretxe. Yo voy a estar volcado en eso. Si otros no me quieren, pues no puedo hacer más.

¿Apuesta por reeditar aquella fórmula de Nicolás Redondo y Mayor Oreja?

No. No se trata de reeditar ninguna fórmula sino de que Ibarretxe vaya a la oposición para que el país pueda convivir. Hace falta ese cambio.

Dice usted que con el 'no' del TC a su consulta Ibarretxe se hará la víctima para lograr un buen resultado en los comicios. ¿Cree que le funcionará?

Yo noto a los vascos cada vez más hartos de la ruptura. El PNV no está conectando con la sociedad y me huele que en esta ocasión la ciudadanía no le va a seguir. Creo que Ibarretxe está convencido de que lleva el pueblo vasco hacia la independencia. Le veo un poco como a Moisés, queriendo abrir las aguas, y que con esa fórmula cada día se aleja más de la sociedad.

¿Qué puede lograr Ibarretxe en Estrasburgo?

Puede intentar lograr el apoyo de la llamada izquierda abertzale o de Batasuna, viendo que es un lehendakari que quiere romper con España, pero para el conjunto del País Vasco es un ridículo. Lo que único que consigue es deslegitimar la justicia, que es muy grave, y desestabilizar el País Vasco desde un punto de vista social y económico.

Usted ha dicho que con tal de que no gobierne Ibarretxe pactará con los socialistas...

Voy a hacer un esfuerzo. A mí no me salen sarpullidos por pactar con los socialistas, pero entiendo que para ellos sólo hay una posibilidad y es que el PP tenga muchos votos en las elecciones. Si no, se irá con el PNV. Un factor que puede condicionar los resultados será la presencia o no de la izquierda abertzale. Lo normal es que no la haya.

¿Que le pareció que Otegi reivindicara un nuevo proceso de negociación con ETA?

Fue como el día de la marmota, que repite lo mismo desde hace 15 años y que a la hora de la verdad viene ETA pone bombas y él no pinta nada. A Batasuna y al propio Otegi hay que exigirles que den el paso de romper con ETA. Mientras no lo hagan, para mí sólo son delincuentes comunes.

¿Y se cree que en el seno de ETA exista un debate 'más fuerte que nunca' sobre la continuidad de la violencia?

Si es verdad es gracias a que el Ministerio del Interior, dirigido por Rubalcaba, ha estado deteniendo etarras a tutiplén en los últimos meses y a que gracias a Rajoy y Zapatero han firmado un acuerdo. Se demuestra una vez más que la fórmula que funciona contra el terrorismo es la de la firmeza y no la contraria.

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