MADRID.- La estabilidad atmosférica reinante en España dará lugar, desde este jueves y hasta el domingo, a altas temperaturas que oscilarán entre los 38 y 42 grados acompañadas de noches de calor sofocante con valores muy altos, por encima de los 25 grados.

Esta noche y mañana noche volverán a ser muy calurosas en casi toda España, ha explicado, Ángel Alcázar, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) quien ha explicado que en términos relativos, este episodio de calor está dejando temperaturas más altas de lo normal por la noche que por el día.

A este respecto ha señalado que la pasada noche las localidades de Fuengirola (Málaga), Plasencia (Cáceres) y Cádiz registraron la mínima más alta peninsular con valores entre 24/25 grados. En Madrid, la temperatura nocturna marcó 23,3 grados en la estación meteorológica de El Retiro.

En términos relativos, este episodio de calor está dejando temperaturas más altas de lo normal por la noche que por el día
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Durante las próximas horas continuará el calor intenso en áreas cercanas a los valles del Tajo y del Guadiana, mientras que por el valle del Guadalquivir las temperaturas se aliviarán ligeramente, ha apuntado el meteorólogo. Este jueves la Agencia de Meteorología mantiene veinte provincias de seis comunidades en alerta con especial incidencia en Toledo, Badajoz, Cáceres y Córdoba, donde el termómetro subirá hasta los 40 grados.

Provincias en alerta

Por capitales de provincia, Almería, Ciudad Real, Granada, Guadalajara, Madrid, Ourense, Sevilla y Zamora alcanzarán entre 37 y 39 grados; la máxima más baja la registrarán A Coruña, San Sebastián y Santander con 24 grados.

La Aemet señala que, según los pronósticos, la noche más cálida será la del jueves al viernes en Ciudad Real con 26 grados seguida de Alicante, Almería, Jaén, Madrid y Toledo con 24 grados; la temperatura nocturna más fresca la tendrán en Burgos y Soria con 11 y 12 grados respectivamente.

Mañana la Agencia prevé alerta por intenso calor en 27 provincias de 7 comunidades, de las cuales Córdoba, Toledo, Badajoz y Cáceres repiten el aviso naranja del día anterior por máximas de 40 grados. En las comunidades de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura y Galicia hay alerta amarilla por valores que oscilarán entre los 36/39 grados.

El lunes 1 de agosto es probable que finalice este episodio de calor aunque aún puede haber alguna zona de aviso por altas temperaturas
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Este día las temperaturas diurnas seguirán en aumento en Andalucía, área mediterránea y en el norte peninsular y sólo las provincias de A Coruña, San Sebastián y Oviedo alcanzarán valores por debajo de los 25 grados. Por la noche, las temperaturas más altas se esperan en Almería, Madrid y Cáceres con 24 grados, y la más baja, de nuevo en Burgos, donde el termómetro repetirá 13 grados.

El sábado el calor se desplazará hacia el este de la Península y sólo la provincia de Zaragoza tiene activada la alerta naranja por temperaturas máximas de 39 grados en la Ribera del Ebro.

Un miembro de la UME refresca zonas quemadas en el perímetro del incendio de la Sierra de Espadán. El riesgo de incendios es extremo o muy alto en toda la península debido a las altas temperaturas. EFE/Domenech Castelló

En las comunidades de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, Murcia y las islas Baleares continúan con alerta amarilla por máximas entre 36/38 grados.

Durante esta jornada la Aemet pronostica que se esperan "temperaturas significativamente altas" en zonas del interior de la Península y un aumento en el área del Mediterráneo y en el valle del Ebro. El lunes 1 de agosto es probable que finalice este episodio de calor aunque aún puede haber alguna zona de aviso por altas temperaturas.

2016 puede ser el año más caliente de la historia

El aumento de las olas de calor, como la que vivirá España este fin de semana, es una de las consecuencias del calentamiento global que aqueja el planeta. Las temperaturas medias en el mundo han batido otro récord en el primer semestre del año, lo que anticipa que 2016 puede convertirse en el año más caliente desde que se efectúan mediciones, ha explicado la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En este periodo, el deshielo en el Artico ha ocurrido de manera más temprana y acelerada, un indicador irrefutable del ritmo al que avanza el cambio climático.

La última vez en que las temperaturas en el mundo estuvieron por debajo de la media de la era preindustrial fue en diciembre de 1984
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La OMM, que actúa como un brazo científico de las Naciones Unidas y es la autoridad mundial en cuestiones de clima, reveló que los niveles de dióxido de carbono -el mayor causante del cambio climático- también rompieron récords entre enero y junio. La temperatura media del primer semestre de este año estuvo 1,3 grados centígrados por encima de la media de la era preindustrial, a finales del siglo XIX.

El pasado junio fue el decimocuarto mes consecutivo más caluroso tanto en la superficie terrestre como de los océanos y el trigésimo octavo mes consecutivo en el que las temperaturas estuvieron por encima de la media del siglo XX.

La última vez en que las temperaturas en el mundo estuvieron por debajo de esa media fue en diciembre de 1984. "Otro mes, otro récord, y así otro y otro. La tendencia al cambio climático está alcanzando nuevas escalas, intensificadas por el fuerte fenómeno de El Niño entre 2015 y 2016", explicó el secretario general del organismo, Petteri Taalas.

Aunque El Niño haya desaparecido, el cambio climático causado por los gases de efecto invernadero que contienen el calor no ha menguado en lo absoluto, explicó en una rueda de prensa el director de Investigación Climática de la OMM, David Carlson. La consecuencia es que el mundo afrontará más olas de calor, lluvias muy intensas y ciclones tropicales de mayor impacto, según los expertos.

Mientras, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera han superado este año la barrera simbólica de 400 partes por millón y la tendencia es al alza. En el Ártico, el calor ha conducido a que el deshielo anual se produzca de forma anticipada. En la actualidad, la extensión del mar Ártico en pleno verano cubre el 40 por ciento de lo que solía cubrir en la década de 1970 y principio de los ochenta.