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"El periodismo está peor que el humor para ganarse la vida dignamente"

Actor, periodista y cómico, Álvaro Velasco es uno de los tuiteros más ingeniosos de la red.

Captura del perfil de Twitter de Álvaro Velasco.

CHRISTIAN GONZÁLEZ

Viendo el panorama, a nadie le sorprende ver a un periodista provocando carcajadas en el público. Sin embargo, en este caso hay una diferencia: nuestro tuitero de la semana se dedica profesionalmente al noble arte de provocar carcajadas y no de forma involuntaria.

Álvaro Velasco, mostoleño de 31 años, es actor, periodista y cómico. También le queda tiempo para convertirse en uno de los tuiteros más ingeniosos de internet.

¿Cómo acaba un periodista subido a un escenario haciendo monólogos?

Al fin y al cabo hay una parte muy común: comunicar. De una u otra forma es sacar mi mundo interior y las mierdas de mi cabeza y generar de ahí una forma de vivir. Cuando trabajaba como periodista deportivo era fan de los monólogos. Empecé a estudiar arte dramático y a subirme a escenarios hasta que con 26 años (tengo 31) lo dejé todo para centrarme en mi faceta artista. Aunque sigo escribiendo desde casa para sitios, lo cual es bueno: si quiero trabajo desnudo. Y hasta ahora.

¿Dónde hay más ficción, en un monólogo o en un periódico? ¿Qué tienen en común y qué no ambos mundos?

La Razón tiene más de ficción que la bibliografía de Julio Verne. Al menos en mi caso, en mi comedia, hay gran parte de verdad. Especialmente en acontecimientos dolorosos como una ruptura o problemas familiares de los que con el tiempo, como decía Woody Allen, sacas un punto de vista divertido. Soy de los que creo que para escribir hace falta sufrir. Como te decía, tanto la prensa como el monólogo parte de la base de comunicar. Aunque hay muy pocos cómicos capaces de hacer más risa que Paco Marhuenda.

¿Es más difícil ganarse la vida dignamente con el periodismo o con el humor?

Si hablamos de dignidad, el periodismo está peor. Sueldos muy bajos, jornadas interminables y ningún agradecimiento por parte de muchos jefes. No todos los sitios son así, pero en muchos casos es difícil que un redactor cualificado llegue a un suelo de mil euros al mes. En la comedia hay mucha más dignidad, aunque no es un camino de rosas y tiene muchísimos puntos negativos.

Además trabajaste en comunicación del Real Madrid. ¿Puedes contarnos alguna anécdota o algún trapo sucio?

Pasé seis años en el departamento de prensa del Club. Vives miles de cosas. Lo que más me gustaba era enterarme de los fichajes antes de tiempo. O por ejemplo, cuando dimitió Florentino Pérez yo se lo conté a mis amigos por la mañana. Las mayores anécdotas son de cuando me tocaba visitar las peñas en pueblos pequeños. Los pedos que me agarraba eran de campeonato. Cualquiera que me invite a cerveza le cuento jugadores que pudo fichar el Madrid y al final no.

"En la comedia hay mucha más dignidad, aunque no es un camino de rosas y tiene muchísimos puntos negativos"

¿Por qué son tan sosos los futbolistas y comunican tan mal?

La gran mayoría no tienen estudios. Casos como el de Solari, que es una maravilla escribiendo, son muy pocos. La exigencia del fútbol de élite les obliga a centrarse al 100% desde los 15 años. Muchos con 18 son postadolescentes millonarios. Pero como te digo, no es el caso de todos ellos. Muchos simplemente son tímidos o no quieren mostrar su verdadera cara. Te pongo el caso de Alberto Bueno, del Rayo. Es un tío magnífico. Por citar uno.

¿Cómo es la vida de Álvaro Velasco, un día normal?

Me levanto sobre las diez de la mañana (algunos días pasadas las doce) y escribo textos para Europa Press, la agencia en la que colaboro como periodista tecnológico. Una vez cada quince días también me toca escribir para la revista Vice. A partir de ahí, una lotería. Depende de las reuniones de trabajo, eventos o si tengo que actuar. O si me apetece tocarme las narices. Voy al gimnasio cuatro días a la semana (aunque no lo parezca) ya que el deporte me ayuda a estar más creativo. Lo demás, lo normal que hace cualquier persona: cocinar, hacer la colada, comprar... Y ver pelis.

¿En qué estás trabajando ahora?

Tengo un proyecto junto a otro cómico y una productora en la que estamos creando un show de comedia y cine que va a ser muy potente y es lo que más me ilusiona. Hay bastante gente del mundo del periodismo de cine metida dentro y están entusiasmados. También hay una cosita con una editorial que va despacio pero va a molar mucho. Y grabar un nuevo monólogo en Comedy Central dentro de unas semanas. Lo demás, intentar prosperar en mi trabajo, aprender cada día e intentar que alguna cadena de televisión apueste por mi como trabajador. Pero los objetivos reales son los que tienen casi todos: pagar el alquiler, las facturas y la cuota de autónomas el día que toca. Ah, y echarme novia, que ya tengo una edad y se me está pasando el arroz.

"Generalmente soy muy cobarde cuando veo una hoja en blanco y pienso que casi todo lo que escribo es basura. Y en muchos casos, es basura"

¿Cómo surgen los chistes? ¿Se te ocurren sin más o te sientas en un escritorio en un horario determinado como en cualquier otro trabajo de oficina?

No tengo horarios, pero la forma para hacer chistes es dedicarle tiempo, sentarse frente al ordenador y escribir. La comedia es prueba y error. Vas generando líneas que luego pruebas en directo. Algunas funcionan y otras que crees que son geniales te las comes con patatitas fritas. Generalmente soy muy cobarde cuando veo una hoja en blanco y pienso que casi todo lo que escribo es basura. Y en muchos casos, es basura.

¿Y cómo empezaste en Twitter? ¿Cuánto tiempo dedicas a la red social?

Empecé hace cinco años porque me dejó una novia y pensé que por ahí se podía pillar cachito. Poco a poco fui entendiendo los códigos de la red social y conseguí que la gente se fijase en mí. Dedico muchísimo más tiempo del que debería. Incluso a veces me he planteado si estoy enganchado a las redes sociales. Varias horas diarias. Pero es que me encanta leer a la gente que sigo. Muchos de ellos podrían ser guionistas o magníficos periodistas.

"Hay muy pocos cómicos capaces de hacer más risa que Paco Marhuenda"

¿Es más difícil hacer reír en Twitter o en un teatro? ¿Tienen algo en común estos dos escenarios?

Son códigos muy distintos. Un juego de palabras en Twitter lo peta y en el escenario lo más normal es que te lo comas. Tengo algún tuit con más de 4.000 Rt que en directo nunca ha funcionado. Ni un poco. Y al revés. Un tuit lo puedes leer varias veces, lo haces con tu voz y desde ti mismo. El gag en el monólogo te lo cuenta alguien desde su voz y su personaje y sólo lo escuchas una vez. Son dos mundos muy distintos.

¿Has encontrado ya los límites del humor?

Es un debate que me encanta. Creo que está lejos pero que hay un límite. Hay ciertos temas que me pueden llegar a violentar al ser casos reales de una crudeza extrema. Aunque respeto al que hace humor sobre todos los temas y no dejo de seguir a alguien por eso. Pero sí creo que hay un límite aunque esté muy lejos.

¿Qué es para ti lo mejor y lo peor de Twitter?

Lo mejor es que he conocido gente magnífica. Fantástica. Detrás de muchas cuentas descubres a seres humanos maravillosos con unas vidas súper interesantes. También se liga de vez en cuando, quien diga que no, miente. Lo peor es que también he conocido a gente que han sido auténticas comadrejas y la facilidad para insultar y atacar, e incluso amenazar, desde el anonimato que tienen algunos individuos.

¿A qué tuiteros recomiendas seguir y por qué?

Puffff. Seguro que se me olvidan muchos: @klkautsky, @garzari, @mrinsustancial, @superlopezxxl, @diostuitero, @xuxipc, @gerardotc, @superfalete, @norcoreano, @laquintacolumna... Son los 10 primeros que me han venido tirando de memoria pero seguro que se me olvida peña super interesante. Y de celebrities, @sabaterleticia está por encima del bien y del mal.

¿Cuál sería tu tuit póstumo?

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