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La gran depresión chilena

La mala política económica acabó con 20 años de gobiernos de centroizquierda

ERNESTO EKAIZER

No, no va por el comportamiento de la economía chilena. Cierto es que el Producto Interior Bruto de Chile cayó un 1,9% en 2009 y que si la tasa oficial de paro se situó en el 10%, la real incluyendo contratos y desocupación en el sector agrícola rondaría el 15%. No es, por supuesto, la crisis de 1982, cuando la economía se despeñó un 8%, y es más que probable que Chile vuelva a crecer, precio internacional del cobre mediante, por encima del 4% en 2010. Es la gran depresión de las chilenas y chilenos provocada por la Concertación de socialistas y democristianos, en estado de descomposición y división, lo que ha determinado el resultado de las elecciones presidenciales del pasado domingo 17 de enero.

La derrota de la Concertación comenzó a gestarse el 7 de abril de 2009. Ese día Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que ya había sido presidente durante seis años, ganó las elecciones primarias y entró en liza para enfrentar al candidato de la derecha coaligada, el empresario Sebastián Piñera. No se trata de un vuelco electoral hacia la derecha. Si algo ha quedado en claro es que la Concertación con la candidatura de Frei era un tren hacia su estación término. Una vez más, las elecciones, sobre todo, se pierden.

Sólo se registró para votar un 19% de los jóvenes hasta 34 años

Pero, más allá del desencanto, la idea de la depresión no es baladí. Un 20% de la población chilena sufre de depresión, lo que llevó a la Sanidad pública a incluir su tratamiento y se ha convertido en la enfermedad más frecuente de las más de 50 que cubre el sistema. Los más afectados son jóvenes, mujeres y personas mayores. Durante estos largos años de la Concertación tanto los jóvenes como la tercera edad han resultado afectados por una política económica y social continuadora, con matices, de la época de la dictadura pinochetista.

Los jóvenes, por los contratos temporales mal pagados. Los mayores, porque en particular durante los últimos dos años las pensiones bajo régimen de administración privada sufrieron pérdidas cuantiosas. Si se examinan las cifras de empadronamiento previo, sistema vigente en Chile, se advierte que sólo se registró para votar un 19% de los jóvenes hasta 34 años. Sobre 12 millones de personas con capacidad para votar, lo hizo algo más de la mitad. El padrón no se ha movido en 20 años.

Ha habido cierta sorpresa por el hecho de que la elevada popularidad con la que se retira la presidenta Michelle Bachelet no ha sido capitalizada por Frei. Pero la verdad es que el gran respaldo a Bachelet ha sido reciente. Y ha estado asociado a su gestión de la crisis: la concesión de pensiones modestas para pobres y mujeres. Frei, a pesar de su lenguaje socialdemócrata de último minuto, era conocido por sus privatizaciones.

Piñera, el Berlusconi a escala chilena, es un financiero que consiguió prosperar en los negocios durante la época de Pinochet, cuando hizo fortuna. Su gran promesa electoral, la creación de un millón de empleos, supondría desocupación cero en Chile. Y, si se revisan los resultados, el candidato de la derecha ha obtenido una gran diferencia de votos precisamente en aquellas regiones con mayor desocupación.

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