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La impotencia y el pesimismo se adueñan de los palestinos

La indulgencia de EEUU hacia Israel propicia que se mantenga el status quo

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

En los últimos dos años los estadounidenses han propuesto a palestinos e israelíes negociaciones 'directas', 'indirectas' y 'de aproximación'. Ninguna de ellas ha funcionado y ahora, en su último viaje a la región, el senador George Mitchell, enviado especial de Washington a Oriente Próximo, se ha sacado de la manga una nueva propuesta: las negociaciones 'paralelas'.

'La situación es clara como el agua', dice Muhammad Shteyeh, del comité central de Fatah. 'Si Estados Unidos ni siquiera es capaz de presionar a Israel para que detenga la construcción [de asentamientos de colonos judíos] durante tres meses en Cisjordania, ¿cómo va a convencerlo para que devuelva Jerusalén?'

Shteyeh recuerda que él fue el primer palestino en llegar a la Conferencia de Madrid en octubre de 1991. Entonces estaba cargado de ilusiones, era joven, no tenía hijos ni canas. Casi veinte años después, pretende expresarse con alegría, e incluso hace algún chiste, pero sus palabras conducen a un pozo sin fondo.

'Nos sentimos extremadamente incómodos. Es urgente crear un TOR, pues en caso contrario no llegaremos a ninguna parte', comenta refiriéndose a las siglas en inglés de la expresión 'términos de referencia' (del proceso de paz). 'La credibilidad de Israel y de Estados Unidos se ha erosionado y en gran parte esto es una consecuencia de no habernos fijado objetivos'.

Shteyeh recuerda una anécdota significativa. Recientemente, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, se reunió en Washington con uno de los hombres de confianza del primer ministro Binyamin Netanyahu, el abogado Yitzhak Moljo. Erekat quiso entregarle un documento con las posiciones palestinas acerca de todos los temas en discusión, como Jerusalén o las fronteras, pero Moljo se negó a recogerlo argumentando que 'si lo tomo, enseguida lo sabrán los periodistas israelíes y lo publicarán, y entonces habría una crisis de Gobierno'.

Shteyeh cree que Israel solo tiene interés en mantener el status quo, pero no tiene ninguna posición sobre nada, ni siquiera ha dicho qué fronteras quiere. Los palestinos al menos han dicho que quieren las anteriores a 1967, aunque con algunos cambios. Los israelíes consideran que el status quo es beneficioso para ellos, y probablemente tienen razón.

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