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La pasividad de Naciones Unidas da alas a la represión del régimen sirio

La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos denuncia un año 'de crímenes contra la humanidad'

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

'La naturaleza y la dimensión de los abusos perpetrados por las fuerzas sirias indican que probablemente se han cometido crímenes contra la humanidad desde marzo de 2011', así lo denunció ayer la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, en la sede de Nueva York. Pillay añadió que la situación humanitaria en Homs es 'simplemente deplorable' y que el Ejército sirio había desarrollado 'un ataque indiscriminado' contra la ciudad.

El veto de Rusia y China a una resolución contra el régimen de Damasco ha tenido consecuencias terribles en opinión de Pillay. La alta comisionada denunció que el régimen sirio se ha 'envalentonado' como resultado de la incapacidad del Consejo de Seguridad de adoptar una decisión conjunta con respecto a las violaciones de los derechos humanos que tienen lugar en el país.

'La incapacidad del Consejo de Seguridad ha envalentonado a Siria', dice Pillay

El embajador sirio ante la ONU Bashar Ja'afari, respaldado por delegados de Irán y Corea del Norte, trató sin éxito de bloquear la intervención de la alta comisionada alegando elementos procesales.

Sobre el terreno, informaciones procedentes de Homs indicaban anoche que el Ejército leal al presidente sirio, Bashar al Asad, llevaba a cabo una intensa ofensiva contra varios barrios de la ciudad en la novena jornada consecutiva de bombardeos sistemáticos. La actividad militar era más visible en Inshaat y Jalidiya, dos barrios que se han convertido en bastiones de los rebeldes desde septiembre y que han sufrido intensos bombardeos en los últimos nueve días.

Siria rechazó ayer de manera tajante la iniciativa que la Liga Árabe aprobó el pasado domingo en El Cairo y que insta a la ONU a enviar a ese país una 'fuerza de paz' internacional. Damasco considera que el nuevo 'plan conspiratorio' va en contra de sus intereses y constituye una flagrante injerencia en sus asuntos internos.

Damasco rechaza la iniciativa de la Liga Árabe de enviar una fuerza de paz

En Damasco, la agencia Sana citó a una 'fuente oficial' diciendo que lo acordado por la Liga Árabe constituye 'una interferencia manifiesta en los asuntos internos de Siria y una invasión de su soberanía nacional'. 'El rechazo es por los mismos motivos por los que Siria ya rechazó las decisiones anteriores que se adoptaron en su ausencia, en una flagrante violación de la carta de la Liga Árabe.'

Damasco considera que las providencias de la Liga incluyen 'falsificación y alegaciones que no guardan ninguna relación con la realidad de lo que está ocurriendo en Siria'. 'La decisión revela otra vez un plan conspiratorio ejecutado por algunos países árabes, que han abortado el papel de la Liga Árabe en la solución de la crisis con el objetivo de internacionalizar la situación'. Los estados más aludidos eran Arabia Saudí y Qatar, que son los que se muestran más beligerantes.

El Ejército mantiene por noveno día su asedio sobre la ciudad de Homs

La intención expresa de la Liga Árabe consiste en llevar a cabo un tadwil o 'internacionalización' del conflicto, un término que circula desde hace meses en las reuniones que mantienen los dirigentes árabes.

Los esfuerzos saudíes y qataríes van en esa dirección, aunque, de momento, han chocado en el Consejo de Seguridad con los intereses de China y Rusia, que no quieren autorizar una intervención extranjera directa o indirectamente.

En Moscú, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se apresuró a puntualizar varias cuestiones referentes a un asunto que, en su opinión, necesita ulteriores 'aclaraciones'. En esencia, Lavrov señaló que una fuerza de paz internacional será bienvenida si es aceptada por todas las partes, incluido el Gobierno de Damasco, algo que no ha ocurrido y que probablemente no ocurrirá salvo que el régimen sirio no se sienta vitalmente amenazado.

'Para desplegar una fuerza que mantenga la paz, es necesario primero obtener la aceptación de la parte que la va a recibir, pero para enviar una fuerza que mantenga la paz, como se denomina en las Naciones Unidas, también es necesario que tenga la obligación de mantener la paz', dijo Lavrov, dudando de las intenciones de la Liga Árabe.

El ministro ruso fue todavía más lejos cuando aseguró que el objetivo de la Liga es difícil de conseguir 'porque los grupos armados que combaten contra el régimen sirio no obedecen órdenes y nadie los controla', aludiendo al caos que reina en el país y a las declaraciones contradictorias que se escuchan a diario en medios de la oposición.

Lavrov lamentó que la Liga haya decidido no mandar de nuevo la misión de observadores árabes, puesto que la primera delegación enviada consiguió reducir los niveles de violencia después de que se le encomendara una tarea 'realista'.

En una línea similar, Damasco denunció que la Liga Árabe haya decidido suspender la misión de los observadores, recalcando que sus informes sobre lo que ocurría en terreno no coincidían con el 'plan conspiratorio' de ciertos países árabes, que esperaban que la misión les diera la razón. La tarea de los enviados se habría suspendido porque su trabajo no respondió a lo que esperaban algunos estados, en una nueva alusión a saudíes y qataríes.

En Rastan, situada en el centro del país, la artillería siria reanudó ayer los bombardeos. Activistas de la oposición dijeron que la decisión se tomó después de que el Ejército intentara entrar en la ciudad a primera hora de la mañana y fuera rechazado por desertores rebeldes. En estos enfrentamientos habrían muerto al menos tres soldados y los desertores habrían destruido varias piezas de artillería.

En cuanto a Homs, los bombardeos sobre el barrio de Baba Amro, uno de los más castigados durante los últimos nueve días, se reanudaron de una manera intensa a primera hora de la mañana. Baba Amro está en poder de los rebeldes desde septiembre y en él han buscado refugio un gran número de desertores que han formado el Ejército Sirio Libre.

La ciudad está rodeada por el Ejército y, tras nueve días de bombardeos, se empieza a sentir una escasez de alimentos y un deterioro general de las condiciones de vida de la población de los barrios más afectados, que no puede salir a la calle por culpa de las bombas. Además, tres personas murieron en los alrededores de Damasco, una en Hama y otra en Alepo, según activistas de la oposición.

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