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Marine Le Pen: "Mélenchon es un atolondrado de extrema izquierda"

La líder ultra, denunciada por repartir un falso panfleto del Frente de Izquierdas, mantiene una lucha enconada con el político progresista antes de las legislativas

EFE

El duelo entre la ultraderechista Marine Le Pen y el radical de izquierdas Jean-Luc Mélenchon en una modesta circunscripción del norte minero de Francia centra la atención de las legislativas galas, con un virulento cruce de acusaciones entre ambos que se recrudeció hoy. A seis días de la primera vuelta de las elecciones en las que se renovará la Asamblea Nacional, el tono entre los dos excandidatos presidenciales ha subido un grado, con insultos y denuncias incluidas.

El foco mediático de la campaña se ha colocado en Henin-Beaumont, feudo de la candidata ultraderechista y lugar casi desconocido para Jean-Luc Mélenchon, que decidió dar un golpe de efecto al desafiar a Le Pen en sus propias tierras. Le Pen calificó a su rival de 'atolondrado de extrema izquierda que desembarca con su tropa de circo', de 'vómito de la democracia que admira la dictadura de Cuba y defiende a China contra el Tíbet'.

La presidenta del Frente Nacional (FN) aspira a volver a llevar a su partido al Parlamento tras 15 años de ausencia, apoyada en los buenos resultados que obtuvo en las pasadas presidenciales, donde sumó casi un 18% de los sufragios. Pero se ha encontrado con un escollo en la figura de Mélenchon, que fue el cuarto en las presidenciales con el 11,11 % de los votos y que pretende que su coalición, el Frente de Izquierdas (que engloba al Partido Comunista de Francia), logre el mayor peso posible en la Asamblea para poder exigir al Gobierno políticas de izquierdas.

El líder izquierdista fue recibido hoy por el presidente, François Hollande, dentro de la ronda de conversaciones con los partidos para preparar la cumbre del G-20 de México, una cita a la que no fue invitada Le Pen, que no ocultó su ira. Es un verdadero escándalo', aseguró la candidata ultraderechista, que consideró injusto que el presidente sólo se haya reunido con los partidos con representación parlamentaria, olvidando a los 6,4 millones de franceses que le votaron hace un mes y medio.

Mélenchon, por su parte, huyó de la polémica, consideró 'cordial' el encuentro con François Hollande y descartó su entrada en el Gobierno tras las legislativas porque eso le haría 'perder independencia'. 'En un Gobierno o aceptas la política o te callas. Creo que puedo ser más útil fuera, haciendo propuestas', indicó en el Elíseo tras haberse entrevistado una hora con el presidente.

La batalla entre los dos líderes radicales ha llegado también a los tribunales, donde Jean-Luc Mélenchon presentó una denuncia contra Le Pen por la falsificación de un panfleto. Militantes del FN repartieron un folleto en el que, tras la fotografía de Mélenchon rodeado de los colores de la bandera de Argelia, aparecía una frase pronunciada por el político en un mitin en Marsella el pasado 14 de abril: 'No hay futuro para Francia sin los árabes y los bereberes del Magreb'.

La frase fue pronunciada por Mélenchon, pero fue sacada de contexto, según el izquierdista, que llevó el caso ante los tribunales. 'Pobre mariquita, va a ir a sollozar a un tribunal porque hemos sido malos con él', reaccionó Le Pen en la radio France Info, donde además denunció los 'insultos y amenazas físicas' de su rival contra ella.

Un sondeo reciente otorgaba pocas opciones a Le Pen de ganar su circunscripción, pese a que la líder ultranacionalista tiene casi asegurada la clasificación para la segunda vuelta. Para el conjunto del Estado, los sondeos otorgan una victoria a la izquierda, con el Partido Socialista rozando la mayoría absoluta. De no obtenerla, el partido del presidente Hollande debería apoyarse en los diputados del Frente de Izquierdas y Ecologistas, lo que puede condicionar su política.

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