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Los conservadores de Orbán vuelven a arrasar en Hungría

MARCELO NAGY (EFE)

El conservador y nacionalista partido Fidesz arrasó este domingo, como era esperado según las encuestas, en las elecciones legislativas de Hungría, revalidando su mandato con un 44,5% de los votos, un resultado con el que incluso podría revalidar su mayoría cualificada en el Parlamento. Con el 97% de los votos escrutados, el partido del controvertido primer ministro, Viktor Orbán, tiene una ventaja de casi 20 puntos porcentuales sobre el bloque opositor de izquierdas, que obtiene un 25,9%, delante del extremista de derechas Jobbik, con el 20,7%.

Los ecologistas del LMP obtienen, por ahora, el 5,2% de los votos, con lo que justo entrarían en el Parlamento de Budapest al superar el umbral mínimo del 5%. Estos resultados se traducen, según los más recientes cálculos, en 133 escaños para el Fidesz, 38 para la izquierda, 23 para el Jobbik y 5 para el LMP. Además, en los próximos días se contarán también los votos de cientos de miles de húngaros étnicos de los países vecinos, que recibieron derecho a votar en Hungría gracias a Fidesz y que podrían darle otro escaño a Orbán, aseguran los analistas locales.

Con 133 o 134 escaños, el Fidesz retiene su mayoría cualificada de dos tercios entre los 199 escaños de la Cámara, con lo que puede seguir adoptando leyes de rango constitucional sin tener que negociar con la oposición. 'Todas las dudas se desvanecieron: ganamos', manifestó el primer ministro en una primera reacción, y agregó que la victoria de hoy fue 'contundente'. 'Hungría es hoy la nación más unida de Europa', afirmó Orbán, quien en los últimos cuatros años se enfrentó varias veces a las autoridades de la Unión Europea (UE) por sus reformas adoptadas con la mayoría cualificada en el Parlamento.

La izquierda denuncia la ley elecotral creada por el Fidesz y  asegura que 'Hungría no es un país libre'

Se trata sin duda de una victoria arrolladora del Fidesz, aunque con ocho puntos porcentuales menos que hace cuatro años, cuando logró el 52,7 % de los votos. El bloque opositor de la izquierda y la extrema derecha se repartieron esos votos perdidos de Orbán. El nuevo mandato de cuatro años será el tercero del primer ministro conservador, de 50 años de edad, tras la legislatura pasada y la del período de 1998-2002.

El líder de la coalición de izquierda, el socialista Attila Mesterházy criticó, tras la votación, la ley electoral, creada por el Fidesz y aseguró que 'Hungría hoy no es un país libre', 'no quiero felicitar al Fidesz'. El partido de Orbán había reformado la ley electoral en 2012 -los críticos destacan que en su propio favor- al cambiar, entre otros asuntos, la composición de las circunscripciones. De acuerdo a la nueva ley, el número de escaños en el Parlamento de Budapest baja de 386 hasta 199, y las elecciones se realizan en una sola vuelta.

En algunas circunscripciones de provincias del este del país, el Jobbik se colocó incluso por delante del bloque de izquierdas, que a su vez parece conquistar más de la mitad de las circunscripciones en la capital y algunas más en el interior.

Según datos oficiales de la Oficina Nacional Electoral (NVI) la participación en las elecciones fue del 61,1%, unos cuatro puntos porcentuales menos que en los comicios de hace cuatro años. La gestión anterior de Orbán (2010-2014) estuvo marcada por su conflictiva relación con la Unión Europea (UE), debido a varias reformas, que según sus críticos, limitan la democracia en Hungría. Las medidas más polémicas fueron el recorte de poderes de la Corte Constitucional, la prejubilación masiva de jueces y la llamada 'ley mordaza', de control de los medios de comunicación.

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