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José María Liu, representante de Taipéi en España: "El riesgo de que China invada Taiwán es real"  

José María Liu
José María Liu, representante de Taiwán en España, en la sede de la oficina de intereses de la isla en Madrid. Público.

Las consecuencias de una invasión de China a Taiwán serían mucho mayores que las de la guerra en Ucrania. Así lo explica en una entrevista con Público el representante de Taiwán en España, Der-li Liu (José María Liu).

"Taiwán no debe convertirse en la Ucrania asiática, sería devastador" para el mundo, advierte también el jefe de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España. Por eso, subraya, que la comunidad internacional tiene que "parar los pies a los regímenes totalitarios" y debe impedirlo.

​En la isla de Taiwán, antigua Formosa, chocan los intereses de las grandes potencias. Su posición geoestratégica en el Mar de China Meridional y su liderazgo mundial en la producción de semiconductores con tecnología punta, imprescindible para las telecomunicaciones, el transporte y la industria mundial, colocan a este territorio como uno de los puntos calientes del planeta y en el ojo del huracán de las tensiones entre China y Estados Unidos.

Aún sin reconocer oficialmente su independencia de China, Washington se ha erigido en el defensor a ultranza de Taiwán y ha comprometido su apoyo militar en el caso de que Pekín tratara de invadir la isla, como algunos militares estadounidenses de alto rango han indicado que ocurrirá en los próximos años.

Desgajada de la China comunista en 1949, cuando el Gobierno nacionalista chino se refugió en Formosa ante el avance del Ejército Rojo de Mao Zedong, Taiwán ha sido durante décadas uno de los epicentros de la Guerra Fría. El Gobierno de Taipéi busca un reconocimiento internacional que impulse, más si cabe, su 'milagro' económico y garantice su seguridad. Valga recordar que Taiwán no es considerado un Estado independiente por la gran mayoría de la comunidad internacional.

China ha reforzado su fuerza naval y su presencia militar en el Mar de China Meridional y las inmediaciones de Taiwán. EEUU y sus aliados japoneses han respondido también con maniobras y la reorganización de sus fuerzas armadas en el Pacífico Occidental. ¿Cuál es la situación en el estrecho de Taiwán?

En 2022, registramos 3.445 incursiones de aviones militares chinos a Taiwán. Utilizando como pretexto la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el pasado mes de agosto, China inició maniobras militares con fuego real en torno a Taiwán y los aviones militares chinos comenzaron a cruzar la línea media del estrecho de Formosa. China está tratando de convertir esta situación en habitual y establecer así una 'nueva normalidad' que supone un cambio unilateral del statu quo en el Estrecho. En definitiva, es un desafío al orden internacional.

Los taiwaneses no podemos hacer cesiones en la soberanía territorial, la democracia y la independencia; y consideramos que el conflicto militar no es una opción. Según ha dicho nuestra presidenta, Tsai Ing-wen, estamos dispuestos a trabajar con China, siempre bajo los principios de racionalidad, igualdad y respeto mutuo, para encontrar una solución aceptable para ambas partes que mantenga la paz y la seguridad en el estrecho de Taiwán.

¿Podría haberse evitado la visita de Pelosi a fin de no disparar la tensión entre Pekín y Taipéi?

Cualquier amigo internacional que quiera visitar Taiwán será bienvenido. No podemos rechazar la visita de un amigo. Nancy Pelosi ocupaba el tercer lugar en la línea de sucesión en el Gobierno de Estados Unidos. Por eso le dimos nuestra bienvenida. Hay algo que no podemos entender: ¿por qué la China continental, la China comunista, ha utilizado esta visita como una excusa para elevar la tensión? No es justo. Es una tensión unilateral.

¿Hay canales de comunicación entre Pekín y Taipéi que permitan evitar una escalada incontrolable?

Existen dos asociaciones semioficiales a ambos lados del Estrecho: la Asociación para las Relaciones en el Estrecho de Taiwán, por parte de China, y nuestra Fundación para los Intercambios en el Estrecho. Además, nuestro Gobierno tiene un Consejo de Asuntos del Continente, que se ocupa de gestionar la política relacionada con el Estrecho de Taiwán. Pero si algo tenemos claro los taiwaneses es que no podemos aceptar un diálogo partiendo de intimidaciones y amenazas que incluyen el uso de la fuerza.

Según una encuesta reciente realizada por el Gobierno de Taiwán, casi el 90% de los taiwaneses expresa su oposición a la declaración hecha por el presidente chino, Xi Jinping, durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, en octubre de 2022. Xi volvió a enfatizar que China no renunciará al uso de la fuerza para reunificar Taiwán.

Además, en esa encuesta, el 83,9% desaprueba la manera en que China quiere resolver el asunto de Taiwán; el 82,3% se opone a la insistencia de China en el 'consenso de 1992' bajo la política de 'una sola China'; y alrededor del 80% es contrario a la fórmula de reunificación 'un país, dos sistemas', que ha fracasado en Hong Kong.

¿Cómo afronta Taiwán la crisis internacional derivada primero de la covid-19 y luego de la guerra de Ucrania?

En su discurso de año nuevo, nuestra presidenta, Tsai Ing-wen, señaló como objetivos la defensa de la seguridad nacional, el mantenimiento del impulso económico y el refuerzo del bienestar público. La presidenta reconoció que la invasión rusa de Ucrania y la inflación global han provocado una drástica inestabilidad económica y financiera en todo el mundo. Por ello, nuestro Gobierno trabaja en la adopción de medidas para responder a la continua presión inflacionaria y tratar de mitigar el riesgo de una recesión económica.

¿Tiene la población taiwanesa temor a las consecuencias humanas y económicas de una eventual invasión militar por parte de China?

"China no ha renunciado al uso de la fuerza para reunificar Taiwán"

El riesgo de una invasión militar china de Taiwán existe. Se ve esa tensión. China no ha renunciado al uso de la fuerza para reunificar Taiwán, pero ya estamos bien preparados ante lo que dice el régimen comunista chino. Como expone nuestra presidenta, solo preparándonos para la guerra podremos evitarla y solo siendo capaces de afrontar una guerra podremos prevenirla. Por eso se va a prolongar el servicio militar obligatorio a un año en Taiwán. Tener miedo no sirve para nada y necesitamos más preparación.

Si Taiwán se convierte en un campo de batalla será peor que en Ucrania. Es una isla muy pequeña, apenas 36.000 kilómetros cuadrados, un poco menos que Extremadura, pero la densidad de la población es muy alta, allí viven casi 24 millones de personas.

¿Cree realmente que las consecuencias de una invasión militar china de Taiwán podrían ser tanto o más nefastas que la invasión rusa de Ucrania?

La repercusión sería muy superior, por eso es necesario que la comunidad internacional trabaje conjuntamente para evitarlo y que Taiwán no se convierta en la Ucrania asiática.

Tengamos en cuenta además que Taiwán es el principal proveedor global y pieza clave de la cadena global de suministro de chips, con el 63% del mercado mundial. En una entrevista con la televisión CBS, el 25 de septiembre de 2022, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advertía de que si se interrumpiera esa cadena de suministro los efectos para la economía global serían devastadores.

Tras las tensiones creadas con potencias como Rusia y China, ¿cuál es su visión de la coyuntura mundial?

En una reciente carta enviada al papa Francisco, nuestra presidenta Tsai Ing-wen subrayó que la guerra en Ucrania ha reforzado el valor de la paz y que preservar la seguridad regional se ha convertido en un consenso clave compartido por los líderes mundiales.

Que haya regímenes hegemónicos y autoritarios, como Rusia y China, actuando de forma similar nos demuestra la necesidad de que los países democráticos debemos trabajar unidos para pararles los pies y garantizar la paz mundial. Por suerte, en Taiwán contamos con un cada vez más sólido apoyo internacional, como día a día nos demuestran nuestros aliados, de manera muy especial Estados Unidos y la Unión Europea.

El Parlamento Europeo ha mostrado siempre un claro y rotundo apoyo a Taiwán, ha aprobado en los dos últimos años un total de 25 resoluciones favorables. En enero de 2023, ha aprobado dos más en las que condena las continuas provocaciones militares chinas y pide que las disputas entre Pekín y Taipei se resuelvan mediante un diálogo pacífico y sin precondiciones.

¿Esperan entonces contar este año con un mayor apoyo internacional para su participación en organizaciones internacionales?

Las presiones de China para impedirnos participar en organismos internacionales son una muestra más de la hegemonía que quiere imponer sobre la comunidad internacional, por eso, insisto, es necesario pararle los pies al régimen de Pekín.

"La contribución de Taiwán a organismos internacionales [...] no debe ser puesta en duda"

La contribución de Taiwán a organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que celebra su asamblea en mayo, no debería ser puesta en duda. Sin embargo, la razón por la que Taiwán permanece excluido de la OMS es únicamente política, porque China se opone. Entre 2009 y 2016, a Taiwán se le permitió participar como observador en la Asamblea Mundial de la Salud, pero, desde 2017, el régimen comunista de Pekín presionó a la OMS y a la comunidad internacional para que no volviera a participar. Y todo ello a pesar de que Taiwán ha recibido elogios por su gestión de la pandemia de la covid-19. Si Taiwán queda excluido, la OMS sería indiferente al derecho a la salud de los taiwaneses.

¿Y cuál sería el camino para prevenir una eventual confrontación bélica con China?

Ha de haber diálogo y tiene que ser bajo los principios de racionalidad, igualdad y respeto mutuo para encontrar una solución aceptable para ambas partes que mantenga la paz y la seguridad en el estrecho de Taiwán. Hasta el momento estamos esperando la respuesta de China continental.

¿Cuál es la posición de España respecto a Taiwán?

El 6 de octubre de 2022 recibimos por primera vez el apoyo explícito del Congreso de los Diputados de España mediante la aprobación de una proposición no de ley en la que subraya la "oposición a cualquier acción unilateral que socave el statu quo en el estrecho de Taiwán" y reitera que la relación entre China y Taiwán debe desarrollarse "de manera constructiva mediante el diálogo, sin coacción y en base a la voluntad de la ciudadanía".

Tal declaración constituye un valioso hito en las relaciones entre España y Taiwán del que nos sentimos muy satisfechos y agradecidos. Además, una delegación de seis diputados del Congreso español visitó Taiwán del 10 al 14 de enero. Nuestro Gobierno tiene entre sus objetivos continuar trabajando con la Unión Europea, y por supuesto con España, para promover conjuntamente la seguridad en el Estrecho, así como la paz, la estabilidad y la prosperidad en el Indo-Pacífico.

Insisto, los países que compartimos los valores de democracia, libertad y respeto por los derechos humanos tenemos que estar más unidos para que los regímenes totalitarios, como Rusia o China, lo comprendan bien. Con esa unión se puede afrontar una invasión. La soberanía es fundamental y esencial para un país. Ahora tenemos que considerar prioritarios los intereses políticos orientados a la paz y la seguridad mundial. Esto es lo primero.

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