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Lula busca el triunfo en primera vuelta con apelaciones al voto útil y guiños al centro

Según las encuestas, el líder progresista roza la victoria en las elecciones del próximo domingo en Brasil; el ultraderechista Bolsonaro redobla la difusión de bulos en redes y confía en forzar una segunda vuelta con el respaldo del lobby evangélico.

Lula da Silva en un acto electoral en San Pablo, a 21 de septiembre de 2022.
Lula da Silva en un acto electoral en San Pablo, a 21 de septiembre de 2022. O Globo / GDA via ZUMA Press Wire / DPA / Europa Press

"Prepárense. El día 2 se levantan, se ponen su ropa más bonita y van a votar". Destacado en las encuestas, Luiz Inácio Lula da Silva no tiene, sin embargo, asegurado el triunfo en primera vuelta el próximo domingo (necesita más del 50% de los votos), como les transmitió hace unos días a un grupo de ancianos durante un acto electoral. Junto a las apelaciones a "no dejar de votar", es decir, a evitar a toda costa el triunfalismo del "ya ganó", el expresidente progresista (2003-2011) de 76 años ha intensificado en los últimos días la búsqueda del voto útil y el acercamiento al denominado Centrão, un bloque de pequeños partidos conservadores y liberales que suelen apostar siempre al caballo ganador. En la trinchera opuesta, el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (67 años) confía en forzar una segunda vuelta gracias al apoyo del influyente lobby evangélico y a través de la imparable difusión de bulos en redes sociales como principal herramienta de su campaña.

Las encuestas más recientes de las dos principales consultoras de Brasil otorgan a Lula una holgada ventaja en primera vuelta. Datafolha arroja una diferencia de 14 puntos entre el exobrero metalúrgico y el excapitán del Ejército (47% frente al 33%) mientras que el Instituto Ipec ensancha más la brecha (47%-31%). Si no se tienen en cuenta los votos nulos y en blanco, Lula rozaría el 50%. De no superar ese umbral el próximo domingo, su triunfo en la segunda vuelta (el 30 de octubre) estaría prácticamente asegurado. Retrocediendo hasta 1998, todos los candidatos que encabezaron la primera vuelta vencieron en la segunda.

Las elecciones del 2 de octubre son tan decisivas para la democracia en Brasil y en América Latina que un grupo de políticos e intelectuales de la región han difundido una carta abierta en la que le piden a Ciro Gomes, candidato del PDT (Partido Democrático Laborista) y tercero en discordia en la disputa electoral, que se retire de la carrera para que sus votos caigan en la cesta del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. Gomes es un dirigente de centroizquierda con una dilatada trayectoria política. Con un 7% en intención de voto en los sondeos, sabe que no puede pasar a una segunda vuelta pero su enemistad con Lula, de quien fue ministro, parece alejar cualquier posibilidad de entendimiento.

"Todavía está a tiempo de enmendar su error, compañero Ciro. Diríjase ya mismo a sus seguidores y dígales que la urgencia de la lucha contra el fascismo no les deja otra opción que apoyar la candidatura presidencial de Lula", señala la carta firmada, entre otros, por el premio Nobel de la Paz Alfredo Pérez Esquivel, el expresidente de Ecuador Rafael Correa, la senadora colombiana Piedad Córdoba y el exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Raúl Zaffaroni.

Más allá de las apelaciones al voto útil en el espectro de la izquierda, Lula lleva tiempo haciendo guiños a formaciones y dirigentes alejados del espacio del PT. Las conversaciones y contactos con líderes de centroderecha se han multiplicado en esta recta final de la campaña electoral. La gravedad de la situación política en Brasil ante una eventual reelección de Bolsonaro ha llevado a algunos líderes conservadores a mostrar públicamente su apoyo a Lula. 

Sin nombrarlo, el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) se ha pronunciado claramente a favor de su candidatura: "Voten el 2 de octubre a quien tiene el compromiso con el combate a la pobreza y la desigualdad, defiende derechos iguales para todos, independientemente de la raza, el género o la orientación sexual, se enorgullece de la diversidad cultural de la nación brasileña, valora la educación y la ciencia y está empeñado en la preservación de nuestro patrimonio ambiental, en el fortalecimiento de nuestras instituciones que aseguran nuestras libertades y en el restablecimiento del papel histórico de Brasil en el escenario internacional".

La declaración de Cardoso es significativa no solo por cómo describe el Brasil de Lula frente al de Bolsonaro, sino por el hecho de que su formación política, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), integra la coalición electoral que apoya a la senadora Simone Tebet, del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño (MDB). Aunque Tebet no supera el 5% en los sondeos, una fuga de votos hacia Lula también podría ser decisiva. En el seno del PSDB y del MDB hay división sobre a qué candidato respaldar en una eventual segunda vuelta.

En cualquier caso, Lula ya se ganó a muchos votantes de centro al incluir en su candidatura a Geraldo Alckmin, antiguo dirigente del PSDB y exgobernador de São Paulo. Alckmin perdió ante Lula en las elecciones de 2006. Hoy aspira a ser su vicepresidente. Con su alianza, Lula envió hace unos meses un mensaje tranquilizador a esos mercados que tanto se inquietan cuando un líder de izquierdas se aproxima al poder. Ahora, Lula corteja a dirigentes del Centrão para asegurarse al menos su apoyo en la segunda vuelta. La nutrida representación de este bloque en un Congreso tan atomizado como el de Brasil y su naturaleza clientelista convierte a sus líderes en actores imprescindibles para la agenda del gobierno, sea del color político que sea.

Con ese movimiento hacia el centro, el líder progresista pierde parte de la esencia de la izquierda, si bien la búsqueda de esas alianzas ha sido una constante en las batallas electorales del PT. No hay que olvidar que Lula tuvo como vicepresidente en sus dos mandatos a José Alencar, prominente empresario fallecido en 2011. Y a Dilma Rousseff (2011-2016) le tocó en suerte Michel Temer (del MDB), quien asumió ilegítimamente la presidencia tras el golpe parlamentario contra Rousseff y allanó el camino para la llegada al Palacio del Planalto del ultraderechista Bolsonaro en 2018.

Bolsonaro, redes y fake news

Consciente del irrefrenable avance de Lula en las encuestas, Bolsonaro ha concentrado casi toda su artillería propagandística en las redes sociales, tan cruciales en su triunfo en 2018. Si hace cuatro años los bulos se difundían a través de cadenas de WhatsApp, esta vez la mentira cabalga principalmente a lomos de TikTok, según una investigación realizada por el medio digital Agência Pública. El candidato del Partido Liberal (PL) se mueve como pez en el agua en esas plataformas y cuenta con una legión de seguidores que propagan a través de las principales redes sociales toda la desinformación que cae en sus manos. A Lula se le acusa en esos mensajes de los peores pecados, entre ellos, el de querer cerrar las iglesias si llega al poder. No obstante, el equipo de campaña del expresidente ha mejorado mucho la presencia del PT y de su líder en las redes. Si los bolsonaristas crearon Lulaflix, una página de Internet dedicada a desacreditar a Lula, los petistas respondieron con Bolsoflix, compendio de vídeos contra el excapitán.

Bolsonaro va ganando la batalla en las redes sociales con su aluvión diario de información tóxica. Pero fuera del mundo virtual, la realidad es muy distinta. La pujanza de Lula en las encuestas ha empezado a resquebrajar el sólido respaldo que Bolsonaro recibía del influyente lobby evangélico, un entramado político-religioso que cuenta a sus congresistas por decenas y ha creado en los últimos años un gran andamiaje económico y mediático. Hoy se declaran evangélicos más del 30% de los brasileños, el doble que hace 20 años. Según el sondeo de Datafolha, el mandatario contaría todavía con un 50% de apoyo entre estos feligreses. A Lula lo apoyaría el 32%. Los últimos días de campaña serán decisivos para ambos candidatos. Lula acaricia la victoria. Pero no, todavía no ganó.

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