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Samarás calienta el final de campaña

Samarás ha extendido la campaña del miedo contra la coalición liderada por Alexis Tsipras en un intento de convencer a los cerca de 600.000 indecisos que se estima todavía dudan del color de su voto: “Va a poner a Europa en contra de Grecia”

El primer ministro griego, Andonis Samarás, se dirige a sus seguidores durante el último acto de la campaña electoral de su partido, Nueva Democracia, en Atenas, Grecia. EFE

JAVIER PÉREZ DE LA CRUZ

ATENAS.- En un estadio olímpico y con hora y media de retraso, el actual primer ministro y candidato de Nueva Democracia Antonis Samarás ha cerrado la campaña electoral apostando el resto. “Hay esperanza”, ha dicho nada más entrar en el pabellón de Taekwondo repleto por cerca de 5.500 personas.  “Grecia ya no necesita más préstamos” ha clamado más tarde con voz ronca. También ha incidido en su intención de rebajar los impuestos e incentivar el consumo interno y la economía.

Samarás ha cargado con dureza contra la coalición liderada por Alexis Tsipras en un intento de convencer a los cerca de 600.000 indecisos que se estima todavía dudan del color de su voto.

“Syriza no va a cambiar Europa sino que va a poner a Europa en contra de Grecia”, aseguró Samaras

“Syriza no va a cambiar Europa sino que va a poner a Europa en contra de Grecia”, aseguró el conservador mientras las miles de banderas griegas repartidas en las gradas del estadio ondeaban sin cesar. Según Samarás, el líder de la coalición de izquierda radical está “defraudando a los griegos” y “dispuesto a llevar al país a la ruina y el aislamiento”.

Según diversos analistas, este pabellón cerrado es más fácil de llenar que las plazas públicas, lugar elegido ayer por Syriza para darse un baño de masas.

La misma idea general del discurso defendía poco antes del mitin el joven ingeniero civil Georgios Vogiakakos. “No confío en Tsipras porque va de salvador y en realidad no tiene el poder para cambiar las cosas”.

Para Georgios estas son las elecciones más importantes de Grecia desde 1974, cuando cayó la Dictadura de los Coroneles. “El país ya está saliendo de la crisis y Samarás es la persona adecuada para ayudarnos a seguir adelante”.

El candidato conservador, al que algunos acusan de haber mantenido un perfil bajo durante la campaña (por ejemplo se ha negado a participar en un debate con Tsipras), ha optado por la confrontación directa con Syriza polarizando todavía más la últimos días antes elecciones del domingo.

Tsipras, por su parte, ha decidido viajar a Heraklion, la capital de Creta donde ha vuelto a reclamar una mayoría absoluta para poder renegociar “libremente” la deuda pública del país.

A la caza del tercer puesto

El resto de partidos en liza ha puesto punto y final a la campaña con la vista puesta en el codiciado tercer lugar, que podría ser clave a la hora de formar gobierno si Syriza no logra la mayoría absoluta.

To Potami, el Río, es uno de los candidatos que más posibilidades presenta para un posible pacto. Stavros Theodorakis, antiguo presentador de noticias, fundó el partido hace apenas 10 meses con una posición centrista y liberal, con la idea de recabar el voto de los descontentos con el centro-derecha y el centro-izquierda.

To Potami no descarta una posible alianza con Syriza, mientras que otros de sus rivales para el tercer puesto sí lo hacen abiertamente

To Potami no descarta una posible alianza con Syriza, mientras que otros de sus rivales para el tercer puesto sí lo hacen abiertamente. Ni los neonazis de Amanecer Dorado, con sus cabezas de lista en prisión preventiva, ni los comunistas de KKE, que hicieron coincidir su acto central de campaña con el de Syriza el pasado jueves, están dispuestos a facilitar que Tsipras se convierta en primer ministro. Las encuestas de los últimos días colocan a estos tres partidos en una distancia muy corta.

Un poco más por detrás, luchando por superar el 3% necesario para poder entrar en el Parlamento, se encuentra el Pasok. El todavía partido de gobierno (socio menor en la coalición con Nueva Democracia) ha cambiado de opinión y se ha mostrado dispuesto a ayudar a Syriza a formar gobierno, siempre y cuando se una algún otro partido al pacto.

En un momento en el que no muchos quieren acercarse al Pasok, Venizelos, actual líder del partido y vicepresidente del gobierno, consiguió que el presidente del Partido de los Socialistas Europeos, el búlgaro Sergei Stanishev, acudiera a su acto central de campaña el pasado miércoles.

Las cartas ya están encima de la mesa, pero Europa continúa mirando a Grecia con ganas de saber cómo terminará la partida.

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