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Sánchez abordará con las monarquías árabes el 'día después' del genocidio en Gaza pese a sus diferencias sobre Hamás

El presidente del Gobierno visita, a partir de este martes, Jordania, Arabia Saudí y Catar con cuyos líderes hablará sobre la solución de dos Estados para Palestina e Israelg y del eventual escenario que dejará la guerra una vez se supere.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, en su llegada al aeropuerto de Rabat en uno de sus últimos viajes oficiales para la XII Reunión de Alto Nivel Marruecos-España. Sarah Kaichouh / Europa Press

Pedro Sánchez ha convertido el empuje de España para que se alcance la solución de dos Estados entre Israel y Palestina en uno de los grandes temas de la legislatura. Hace pocos días, volvió a colocarse en la avanzadilla de la Unión Europea (UE) al liderar una declaración a la que se adhirieron Eslovenia, Irlanda y Malta para impulsar el reconocimiento del Estado palestino. Es el movimiento que precede a la gira que le llevará —este martes y este miércoles— a Jordania, Arabia Saudí y Catar. Fuentes del Gobierno explican que las visitas tienen un componente geoestratégico y otro económico.

Aunque uno pesa mucho más que el otro. El motivo principal del viaje a Oriente Próximo, que se produce en una semana en la que no hay sesión de control en el Congreso, es insistir, a través de diálogos bilaterales con actores que juegan un papel crucial en la región, en el fin del genocidio en Gaza y en la necesidad de que se promueva una solución permanente de paz. Por eso, el presidente del Gobierno también abordará en las reuniones lo que se ha venido en llamar el 'día después' de la guerra, es decir, el eventual escenario que quede una vez que se termine el conflicto entre Israel y Hamás.

Se trata de algo en lo que ya hace meses que trabaja la UE, pero cuyo avance ha postergado el propio devenir de la guerra. Fuentes del Ejecutivo explican que el presidente tiene la intención de ejercer un papel de puente entre Europa y los países árabes. Una suerte de mediación. Las mismas fuentes se esmeran en subrayar que los tres países —Jordania, Arabia Saudí y Catar— tienen un interés compartido en defender la causa palestina, aunque hay algunas discrepancias tanto entre ellos mismos, como entre algunos de ellos y España.

Quizá el principal punto de fricción en el debate sobre ese 'día después' del conflicto en Gaza tiene que ver con el papel que juegue en él Hamás. La postura de España, como recalcan las fuentes consultadas, es inequívoca: Hamás no puede formar parte de esa solución. Con España coincide, por ejemplo, Jordania. Pero el Gobierno desliza que Catar, que juega un importante papel como mediador entre Israel y Hamás, no estaría, a priori, por la labor. 

Los tres países con cuyos dirigentes se reunirá Sánchez forman parte, en cualquier caso, del grupo de actores árabes que están trabajando en una propuesta para el escenario que quede tras el conflicto, por lo que uno de los objetivos del presidente español es conocer la idea de cada uno de ellos.

Según fuentes del Ejecutivo, los tres creen en la solución de paz que defiende España. Por orden, Sánchez se reunirá con el rey Abdalá II de Jordania; con Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí con muchas funciones de liderazgo político en el país; y con el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani.

Concretamente con Arabia Saudí, Sánchez abundará en la necesidad de que todas las partes implicadas en la resolución del conflicto promuevan la solución simétrica de dos Estados. El caso de los saudíes es particular. Por el momento, no contemplan el Estado de Israel. Riad exige que se reconozca, antes, un territorio palestino que comprenda Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Lo pone como condición. Las fuentes del Gobierno consultadas rechazan la idea de que Sánchez vaya a presionar en ese sentido, pero sí aseguran que va a exponer, de nuevo, la postura de España. 

Para el presidente del Gobierno, en todo caso, es delicada cualquier reunión con las autoridades saudíes, habida cuenta de las vulneraciones de los derechos humanos existentes en el país que gobierna el rey Salmán bin Abdulaziz. Las fuentes consultadas remarcan que para el Ejecutivo español la defensa de los derechos humanos es algo transversal, pero que en el actual escenario antepone tratar de avanzar en la solución del conflicto en Gaza, para lo que considera de suma importancia mantener encuentros cara a cara con los actores que más peso concentran en la región.

Una Autoridad Palestina fuerte

Sánchez empezará su gira con la visita al campo de refugiados Jabal el-Hussein, gestionado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), donde previsiblemente comparecerá ante los medios de comunicación. El mismo martes se reunirá con el rey Abdalá II de Jordania, con quien tratará, además de todo lo expuesto, el peligro de la expansión de la guerra, algo que preocupa especialmente al monarca ante un eventual éxodo de refugiados palestinos hacia su país, que ya es uno de los que más acoge.

El segundo tramo del viaje llevará a Sánchez a Yeda, donde mantendrá reuniones, además de con el príncipe heredero, con empresarios españoles con intereses en el país. El viaje terminará en Catar. 

Con los tres dirigentes, el presidente pondrá sobre la mesa, también, un elemento que tanto Estados Unidos como en la Unión Europea consideran de capital relevancia de cara a ese 'día después' del genocidio: la capacidad de la Autoridad Palestina, que ha cambiado recientemente de manos, para gestionar el Estado en ese escenario postbélico y que consideran absolutamente necesario para asegurar un clima de paz permanente. Por supuesto, precedido por la salida de Israel de la zona, algo en lo que ha insistido en repetidas ocasiones Josep Borrell, alto representante para la Política Exterior de la UE.

Telefónica e inversiones

Un viaje de estas características suele tener, más allá de la geopolítica, su apartado económico. Sánchez llegará a Arabia Saudí después de que España anunciara un desembarco en Telefónica para hacerse con un 10% de las acciones (ya ha comprado un 3%) después de que el grupo saudí STC Group se quedara con el 9,9% de la empresa. No está en el ánimo del presidente dialogar sobre Telefónica —que el Gobierno considera una empresa estratégica— con los representantes saudíes, aunque no cierran la puerta a un posible intercambio de impresiones.

En cambio, sí se prevén conversaciones para lograr más inversiones en España por parte de los fondos cataríes y saudíes y, por otro lado, según trasladan desde el Gobierno, para que compañías españolas adquieran protagonismo, entre otras cosas, en el acelerón turístico saudí. Para ello, Sánchez se reunirá con grandes empresas como Airbus o Indra, además de otras españolas de capital totalmente privado.

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