El Sistema Nacional de Salud (NHS), responsable de la Sanidad Pública británica, dejará de operar a los pacientes obesos o fumadores, en una medida para ahorrar costes, según informa el diario The Independent.

Aunque la medida contempla excepciones para los casos más graves o urgentes, el Real Colegio de Cirujanos lo ha calificado como la decisión “más severa que el actual NHS ha tomado jamás”.

Los pacientes afectados podrán volver a ser atendidos en la Sanidad Pública si corrigen sus hábitos en un año. La medida contempla que podrán operarse si consiguen reducir su Índice de Masa Corporal hasta 30 o si dejan de fumar antes de la intervención quirúrgica.

No obstante, fuentes del NHS señalaron a los medios británicos que es probable que se sigan tomando “más y más” medidas como esta, como única alternativa para hacer cuadrar la caja.

Según The Independent, el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido sobrepasó sus gastos en casi 2.500 millones de libras entre 2015 y 2016.