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Condenado un policía nacional a nueve meses de prisión por agredir a un detenido esposado en una comisaría de Cádiz

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía corrige a la Audiencia de Cádiz y condena al agente por un delito contra la integridad moral, además de uno de lesiones leves.  

Imagen de archivo de un coche patrulla de la Policía Nacional.
Imagen de archivo de un coche patrulla de la Policía Nacional. Antonio Sempere / Europa Press

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a nueve meses de cárcel a un agente de la Policía Nacional por un delito contra la integridad moral cometido sobre un varón que se encontraba detenido y esposado en una comisaría de un pueblo de Cádiz y al que propinó distintos puñetazos y patadas. 

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Público, los magistrados del TSJA estiman parcialmente el recurso presentado por la defensa del hombre agredido contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz que condenó al agente al pago de una multa de 900 euros y al abono de una indemnización de 245 euros a la víctima por un delito leve de lesiones con la agravante de abuso de superioridad, mientras que el recurrente fue condenado a seis meses de prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad

Frente a ello, el TSJA mantiene la condena del policía nacional por el delito leve de lesiones pero, además, le condena por un delito contra la integridad moral cometido por funcionario público y le impone nueve meses de prisión y dos años de inhabilitación especial para empleo o cargo público en cualquiera de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, así como que indemnice al agredido con 4.000 euros. 

Asimismo, los magistrados absuelven al hombre agredido del delito de atentado a agente de la autoridad por el que fue condenado en primera instancia, ya que consideran que su conducta "no puede subsumirse" en dicho delito "en ninguna de sus modalidades típicas: ni como resistencia grave -excluida de antemano-, ni como acometimiento, ni como agresión, ni como intimidación grave". 

En su sentencia, la Audiencia Provincial de Cádiz consideró probado que los hechos se produjeron sobre las doce de la noche del 31 de enero de 2019, cuando el agente condenado se encontraba ejerciendo sus funciones en una comisaría de un pueblo de Cádiz, prestando seguridad en el módulo de dichas dependencias, donde se encontraba detenido junto con otros individuos el hombre agredido. 

Puñetazos y dos patadas en la cabeza

Ante la petición de éste último de que su mujer, que también se encontraba detenida, fuera ingresada en un módulo en el que pudiera ser atendida dado su estado de salud, el agente acusado contestó denegándole su solicitud y diciéndole que "aquello no era un hotel", momento en el que el detenido, "en estado de nerviosismo y alteración, comenzó a dar fuertes voces, llegando a golpear una mesa contigua", mientras que, "con ánimo de menoscabar el principio de autoridad, comenzó a gesticular de forma intimidatoria" y se "abalanzó" sobre el policía, llegando a tocarle con los puños en el pecho. 

En ese momento, y según la Audiencia de Cádiz, el policía condenado "agarró con uno de sus brazos por el cuello al detenido" y lo inmovilizó, "iniciándose entre ambos un forcejeo" en el marco del cual el agente, "extralimitándose en sus funciones y abusando de su posición de superioridad" sobre el arrestado al encontrarse éste con las manos engrilletadas y sin posibilidad de defensa, comenzó a propinarle sucesivos puñetazos en la cara "con ánimo de menoscabar su integridad física" hasta que la víctima cayó al suelo, donde le propinó dos patadas en la cabeza, siendo entonces separados por los agentes allí presentes.

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